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Estuve en octubre durante mi camino de Santiago y la acogida por parte de la pareja que gestiona la casa rural fue fenomenal. Son super simpáticos y al servicio del huésped. Muchas gracias a los dos. Lo recomiendo
No dormimos allí, pero nos prepararon de comer. Un día festivo y sin avisar, fueron amables, atentos. Trato inmejorable. Lugar precioso, qué encanto. Sin duda volveremos para alojarnos, solo por el gusto de tratar con ellos de nuevo. La comida fue fantástica. Estupendo trabajo!
Casa Ger es un sitio espectacular para desconectar unos días y disfrutar de la naturaleza. La casa es estupenda, súper cuidada y la comida es buenísima y casera. Volveremos seguro.
Una experiencia increíble! Oroel y Bea son unos perfectos anfitriones. La casa está cuidada al detalle y la comida espectacular. Pistón el perro más precioso del lugar!
Un lloc meravellós, una casa antiga restaurada absolutament encantadora i preciosa, plena de detalls deliciosos, i uns amfitrions que són els millors que hom pugui desitjar, Bea i Oroel, atents, simpàtics, servicials, curosos, oberts, càlids… i un gosset, el Pistón, que et roba el cor només de conèixe’l! Una experiència única i inoblidable visitar-los! Moltes gràcies per la vostra hospitalitat!
De passage à 8 personnes et pour 2 nuits lors d'une randonnée moto en ce coin d'Aragon, nous avons trouvé ce lieu enchanteur de propreté, de confort, d'aménagement à cet emplacement qui n'a d'égal que l'accueil et la gentillesse de ses jeunes propriétaires qui vous servent en plus de cela une cuisine à faire pâlir de jalousie beaucoup de restaurants ''étoilés''
¡La estancia en Casa Ger ha sido maravillosa! Bea y Oroel unos anfitriones de 10, la comida espectacular y el entorno inmejorable. Hemos pasado unos días perfectos, la casa transmite una tranquilidad tremenda, hemos descansado y desconectado totalmente gracias a la comodidad de las camas, las duchas, el ambiente. Recomendada 100%. ¡Espero poder repetir pronto.
Un lugar precioso donde disfrutar, aprender y relajarse.
Situada en un precioso pueblo de piedra, entre un embalse centenario y montañas se encuentra este paraíso en Yeste.
Estuvimos pasando unos días con amig@s estas navidades en Casa Ger y nos fuimos encantadas. La casa una pasada, comida deliciosa, entorno precioso, colchones comodísimos y el trato de la pareja que lo gestiona fue inmejorable.
La experiencia en Casa Ger a sido única, un lugar con encanto con una oferta diferente a lo común. La ubicación del lugar es espectacular, donde hay un monton de sitios magicos del pre-pirineo para conocer. Bea y Oroel son dos personas encantadoras donde no pierden el detalle para que estes agusto, la ospitalidad y el buen trato a sido genial. La comida riquisima, la tortilla, pizzas, ensaladas y la hamburguesa vegetariana deliciosas. Los talleres de Yoga y Música fue un bonito encuentro con otras personas donde poder compartir y aprender, me encanto. Volvere a Casa Ger seguro. Recomiendo este lugar al 100%.
Un edificio y un entorno genial y una atención espectacular. Organizamos un curso (el espacio es perfecto) allí desde hace un par de años y es díficil pensar en cómo podría ser mejor.
La verdad me sorprendió mucho que en el pueblo de Yeste con unos pocos habitantes una pareja hayan construido una casa Rural con su esfuerzo y dedicación durante unos años y ahora puedan disfrutar de un negocio propio en una zona espectacular, son unos valientes, no dejen de visitarlos y probar la cerveza ecológica que fabrican también su carta te sorprenderán por su variedad. Quería darle las gracias por su amabilidad y atención.
El espacio y el entorno son un regalo, pero lo mejor, la atención de Bea y Oroel. Ideal para retiros o formaciones, al igual que para disfrutar de una cena o una Gerveza. Un lugar comprometido con el valle y abierto al mundo.
Bonito por fuera. Pero el día de mi visita, 05-01, con intención de aperitivo o comida, estaba cerrado. La información de apertura decía otra cosa. Serán cosas del covid y de las costumbres locales.
Casa rural hogareña en medio de montañas, lugar pintoresco y encantador, solitario, silencioso y aire limpio prepirineico que nada mas inspirar limpia los pulmones, anfitriones maravillosos.
El pasado puente del Pilar estuvimos con la familia en casa Ger, hemos pasado unos días fantásticos, el alojamiento espectacular, todo muy limpio y con todos los servicios. El servicio de cafetería mejor aún. Oroel tiene muy buenas manos con la cocina y Beatriz un encanto de niña, siempre atenta y servicial para lo que haga falta. Recomendanle 100%
Hemos ido a tomar vermú y todo ha resultado de buen agrado. Hacia mucho calor pero tienen una zona exterior cubierta que nos ha protegido. El vermú y las tapas muy ricas y hemos visto unas tostadas de salmón y unas hamburguesas que tenían una pinta buenísima. El trato agradable y las instalaciones muy limpias y ordenadas.
Tanto el enclave como sus propietarios hace que la estancia sea magnífica. Comida exquisita y el amor que le ponen Bea y Oroel. Volveré para estar en un lugar en paz sin dudarlo! Gracias!
Casa emblematica recién renovada en un entorno tranquilo y mágico. No faltan los detalles que te hacen sentir como en casa y sobretodo agradecer lo bien que nos han tratado el equipo que lo gestiona, una pareja encantadora con mucha ilusión en éste proyecto y claro, eso se nota en cada detalle. Lo recomiendo a ojos cerrados
Un lugar muy especial, tranquilo, acogedor y lleno de encanto donde el sueño es profundo e intenso y la comida es rica y sabe como en casa. El trato ha sido super amable y agradable. Sólo quedan ganas de volver. Muchas gracias Oroel y Beatriz por vuestro trabajo y dedicación de los 3 "bicigrinos" que acogisteis con tanta atención.
Bonito y acogedor lugar en el que hacer una parada si vas de camino los Pirineos. Tanto la casa como los propietarios, hacen que la estancia sea fabulosa.
Un lugar perfectamente restaurado, donde se mezcla el olor a estreno con la historia de la casa y del pueblo. Esta casa no es solo un lugar donde dormir, es la desconexión hecha alojamiento. No encontrarás mejores vistas y atardeceres. Además ofrece un buen menú de cena, cervezas artesanas y un desayuno genial. El pueblo y sus gentes también emocionan. Me voy con las ganas de volver allí
Enclave idílico, edificio histórico restaurado con sencillez y estilo, gente y personal maravillosos, comida deliciosa. El fin de semana perfecto! Repetiré sin dudarlo en cuánto pueda! Gracias casa Ger!
Bonito proyecto de restauración sitiado a 5 minutos del pantano de Yeste. Muy adecuado para descansar y como base para las actividades que se desarrollan en los alrededores. Dispone de bar con posibilidad de cenar. El desayuno muy bueno. Muy recomendable.
AVISO SPOILER: Acceso muy bien señalizado, no tiene perdida. Parking de tierra cómodo. Nos reciben un chico, Oroel, y una chica, Bea. Súper majos y atentos desde que entramos hasta que nos vamos. Es un lugar con cobertura móvil regular, hay WIFI. Mejor apagar el móvil porque es un lugar para disfrutar. Las habitaciones son amplias, las camas son nubes️sueño reparador. Las duchas están totalmente equipadas: toallas, champú, jabón. El desayuno es una pasada, muy completo y con mucho cariño. Las comidas y las cenas son muy originales, todo está buenísimo. Ofrecen alternativas veganas. Aprovechar para tomar una cerveza artesanal del lugar. Hay muchas actividades para hacer por la zona, tanto culturales como deportivas. Yo os recomiendo visitar el museo de los Telares de Triste que está a 10 minutos en coche y preguntarles en Casa Ger por alguna poza cercana para daros un baño. Nosotros hemos flipado. Noches súper estrelladas, si sois fanáticos de ver el cielo nocturno este es vuestro sitio. Nuestra experiencia fue de 10, repetiremos. Muchas gracias por todo Casa Ger! ️
Hacía mucho tiempo que no nos sentíamos tan bien en un lugar así. Cerca de todos los rincones del Pirineo y lleno de una historia fantástica que te remonta a otros tiempos. Una casa maravillosa con una historia increíble, con un servicio exquisito y unos parajes que te llenan de paz. Y lo mejor de todo, quienes la regentan, personas jóvenes con unas inquietudes que la hacen diferente a cualquier otro lugar de ese tipo. Por cierto, una comida muy rica. Seguro que volveremos para hacernos otra cura de comunión con el entorno y la naturaleza.
Sitio precioso. Unas vistas impresionantes. Entorno tranquilo con gente acogedora. Dueños simpaticos y el servicio que dan cariñoso y profesional. Estan atentos a todos los detalles.
Una experiencia fantástica. La casa es amplia, con espacios para realizar actividades grupales y cuidada al detalle. La atención inmejorable, stuvieron siempre atentos para asegurarse de que en ningún momento nos faltara de nada. La ubicación es perfecta, en un alto con vistas al embalse, a la foz y por la noche ideal para apreciar las estrellas y descansar. Además las pizzas caseras estaban buenísimas.
Un buen lugar para hospedarte mientras visitas la zona o descansas. Espacio tranquilo para reunirte con los amigos y terminar la tarde con unas fantásticas pizzas muy caseras. La atención y simpatía inmejorables
Espacios acogedores, vistas preciosas, muy buena gente regentando la casa y sitios cercanos estupendos para conocer y desconectar. Qué más se puede pedir!