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Nosotros fuimos a desayunar 12 personas, pedimos chocolate con churros, colocaos, tostadas de mantequilla y mermelada y otra de tomate. El tomate lo trajeron untado en el pan aunque eso no era tomate, era como salmorejo y enzima estaba como soso y también sin aceite. La mantequilla no era mantequilla era margarina y en un cuenco como una bola de helado, la mermelada en otro cuenco diferente que, a saber si esa mermelada era de otro comensal además de que, no iba nada envasado. Además de que el Colacao tenía como grumos naranjas. Y luego, tuvimos que esperar bastante tiempo hasta que nos sirvieran. Después, encima nos cobraron un Colacao y un café de más, todo fatal, no lo recomiendo para nada.
Buenas tardes, el día 26 de noviembre del 2023 fuimos a desayunar 12 personas, calidad cero todo, la mantequilla que nos pasaron por margarina en un cuenco como un helado y la mermelada en otro cuenco, que lo suyo es todo envasado al vacío por seguridad del consumidor el salero y la aceitera, mejor no tocarlo se nos pegaba las manos. Y para colmo nos cobran un cola cao y café con leche de más. Necesita una buena inspección de sanidad. Recomendación cero
Fuimos 12 personas a desayunar ayer domingo 26 de noviembre, pedimos chocolate con churros algunos, tostadas con tomate y aceite otros, y tostadas con mantequilla y mermelada otros, pues el tomate nos lo trajeron ya untado en el pan y además eso no era tomate era como salmorejo pero encima soso y sin aceite, cuando lo normal es llevarte el tomate rayado la sal y el aceite en monodosis individuales y cada uno que se eche lo que quiera, por otro lado la mantequilla no era mantequilla era margarina y echada en un cuenco como una bola de helado, la mermelada en otro cuenco, que a saber si esa margarina y mermelada era de otro comensal, porque nada iba envasado, y a todo esto añadimos todo lo que tuvimos que esperar para que nos sirvieran, y para colmo nos cobraron un Colacao y un café de más, osea nefasto todo, no lo recomiendo
Estuvimos el domingo día 1 de octubre, habíamos estado otras veces, esta vez fui con mis hijas, yerno y otros familiares y la camarera muy amable, pero el servicio pésimo. A mi madre le pusieron el café con el tapón de la leche dentro me lo cambiaron y vale. Pero después los churros que pedimos 18, a lo que ya estábamos terminando vemos en el fondo del plato bastantes cristales grandes y pequeños. Le reclamé al camarero me comentó que habían tenido una rotura de un vaso. Los churros no me los cobró. La verdad no supimos reaccionar a tiempo pero creo que es un despiste muy grave. Teníamos que haber puesto una reclamación. La verdad que ya no vamos más. Estaban desbordados pero no es justificación
Mucha variedad de cafés, tartas, helados y bollería. En particular, las tartas y el café muy buenos. El servicio muy atento y amable. El local es agradable. Nos ha gustado.
Pesima atención al cliente. Tuvimos que nosotros recoger la mesa para poder sentarnos porque ellos eran incapaces de hacerlo. La mesera ultra grosera, cualquier cosa que pedíamos era como si le pedíamos un favor. Y los churros no eran frescos, parecian guardados.
Se rozó mi mujer la sudadera con la encimera del lavabo del baño, y le quemó el color, al decírselo a la encargada nos dijo que era imposible y mentira, no nos quiso atender a la reclamación y tuvimos que llamar a la policía, después de haber hablado con la policía se mostró más amable y dispuesta a atender nuestra reclamación. Cuando le llevamos la sudadera para que se la pasara al "seguro" se negó a darnos un justificante de que habíamos entregado la prenda, y al pensar nosotros que podría tirarla y no hacernos caso y en vista de que no quería darnos el justificante dijimos de llamar a la policía, y entonces otro trabajador nos dió el justificante. Aún estamos esperando a que nos llamen para darnos el importe de la sudadera.
Contento con el sitio. Buena atención. El lugar limpio y bonito. Pedimos tartas de queso variadas. Preferida la de oreo. Buen sabor y porción. Recomendable para una merienda dulce.
El bar tenía buena pinta desde afuera, pero no nos gustó. Tomamos un café y chocolate con churros (tienen oferta de 1 chocolate y 4 churros por €4). Los chocolates los sirven en vasos de plástico y eso que lo tomamos dentro del bar. Los churros estaban súper blandos y el chocolate tampoco nos gustó. Los baños están abajo: en el de hombre no iba la luz. El de las mujeres estaba súper sucio, sin papel higiénico, el suelo un poco encharcado y tampoco tenia para secarse las manos.
Ciertamente es un sitio super agradable, los propietarios son simpáticos a más no poder y la carta es bastante completa para una merienda de 10! Si quieres pasar un rato agradable con tus amigos este es tu sitio
Una triste, triste experiencia. Intentamos tener empatía con los empleados porque sabíamos que acudíamos en plenas fiestas del Pilar, pero lo que vimos fue al camarero trabajando con poca gana y a su compañera abarcando demasiado dentro del local, tratando sacar las cosas a flote. Me pedí un café con leche con Bailey's junto a una copa de helado y mi pareja, un gofre. El café resultó ser normal y, para cuando sacaron el gofre media hora de reloj después, obviamente, yo ya había terminado lo mío. Aunque el gofre estaba rico, realmente no era el clásico gofre que todos conocemos, sino una versión algo más crujiente que jamás había visto antes.
La tarta a cuatro euros y la calidad es bastante deficiente. Sirope industrial por encima. No lo vale. El café correcto. El sitio es muy poco acogedor.
En general pasable.los trabajadores quieren acabarcar más de lo que cabe en el local.
Por otro lado, como puntos negativos es que la carta estaba deteriorada y vieja, además, según el cartel de los gofres tienes posibilidad de elegir topping de frutas, las cuales no tienen.
Cabe destacar en ciertas ocasiones la falta de profesionalidad que hay.
Como punto a favor, el sabor de los gofres bastante bueno.
Fatal es poco. Hemos pedido tres bubble waffle (uno de ellos crudo y otro quemado), las chucherías duras como piedras y las galletas blandas, las de Filipinos o los Kit-Kat el chocolate blanquecino porque estaban pasadas, eso sin contar que están al aire libre y sin tapar cosa poco a nada licita en hostelería. Y un cóctel.le digo que no si lleva alcohol porque no sabe a nada y me dice que casi un vasito medidor, what? ! Servicio pésimo y lento, cartas pegajosas y sillas y mesas sucias. Y la dueña muy grosera en su trato. Como pase una inspección sanitaria por ahí se hinchan
El camarero estaba sólo y se agobiaba un poco. Estuvimos hace poco otra vez, y ahora han subido los precios mucho. Ya no es tan interesante como antes, pero no está mal.
El servicio muy lento. Las papas bravas, las dos veces que hemos comido nada buenas. Y la segunda vez, peor que la primera. Quemadas. No entiendo como se atreven a servir una comida así. Está claro que la cocina no es lo suyo.
Oro parece, plata no es. Nos sentamos en la terraza porque tenía buena pinta y anunciaban postres caseros y resultó un fiasco absoluto. Pedi un trozo de pastel de zanahoria, me trajeron una tarta q no podía tener peor pinta. Y el sabor era peor. La probamos y no comimos más. Adjunto foto. Además el trato no fue amable ni profesional. No vuelvo
Generalmente uno espera que le avisen en unas croquetas de jamón y queso si el queso es Roquefort, sobretodo si es el Roquefort más desagradable que uno probó en su vida.
Los camareros atentos y agradables pero pedimos chocolate con nata y churros y nos sacaron el chocolate sin los churros porque los estaban haciendo. La nata se derritió y se quedó el chocolate líquido, cuando trajeron los churros calientes había perdido toda la gracia. La masa de los churros sólo pasable, sin más.
VALORACIÓN: Establecimiento NO RECOMENDABLE. La CALIDAD de los productos es normal, pero el SERVICIO es deficiente.
MOTIVO: En concreto tuvimos el siguiente incidente, el cual se solucionió de la peor manera: un camarero tiró sin querer un zumo de naranja encima de un compañero (tuvo que cambiarse de ropa porque se mojó chaqueta, jersei y pantalón). El camarero ni si quiera pidió perdón (no es ningún drama humano que se cayera un zumo de naranja, pero simplemente es una cuestión de educación) y cobrándole el zumo de naranja. Desde nuestro punto de vista no se le debería haber cobrado el zumo, por el hecho de tener un detalle por las molestias (además de que todos los demás también estábamos consumiendo en ese local). Pero realmente lo molesto es que no se recogió la parte del zumo que cayó al suelo (tuvimos que movernos para no estar en la zona manchada y nos fuimos del local sin que se hubiera limpiado la mesa y el suelo) y el camarero en ningún momento se disculpó por lo sucedido. Repito, no es un drama humano, pero debería primar la educación sobre la búsqueda de rédito económico. Una lástima de sitio porque lo teníamos al lado del piso, y tuvimos una gran decepción. Eso sí, había una cámarera que sí que nos pidió disculpas, entendimos que ella es la dueña del local pero no lo sabemos.
OPINIÓN PERSONAL: es un sitio normal, pero la atención (sobre todo la del camarero) deja mucho que desear. En especial cuando hay algún problema. Si no hay ningún percance parece un sitio normal.
Pido una tostada con tomate y jamón y después de media hora y de atender a clientes que habían entrado después que nosotros, me ponen el jamón con moho y boca abajo para que no se vea. Cuando se lo digo al camarero, un tal Luis, ni se molesta en disculparse, ni me dice si quiero otra cosa. Hemos pagado y nos hemos ido. Realmente lamentable. Muy poco profesionales.
A tú respuesta, " si le das la vuelta está untado con jamón. "? No entiendo tu respuesta. Tú mismo has visto el moho y me has dicho que no lo habías visto, que lo has puesto sin mirar. Sólo faltaría que me lo hubieras cobrado. Hay que ser más humilde y reconocer cuando te equivocas, sobre todo cuando delante mío lo has reconocido. Lo mínimo es pedir disculpas y a otra cosa. Pero no, la has retirado y has pasado de dar más explicaciones o disculpas, mucho orgullo para estar de cara al público. Yo he trabajado muchos años en hostelería y sé como funciona el tema. Lastima no haberle hecho una foto para publicarla, a ver qué excusa ponías entonces.
Atención deplorable, tras tirarnos el camarero un zumo de naranja entero encima ni nos pidió perdón ni limpió nada. Además nos cobró todo, tanto el que ni siquiera habíamos probado porque nos lo tiró, como el nuevo que trajo. Además el lugar es muy caro en relación calidad-precio. No volvería nunca.
Una terraza muy agradable con vista a Plaza Sas y la calle Alfonso, una carta variada y unos camareros (los dueños) muy simpáticos e atentos. Tartas y Gofres son las especialidades de la casa, Volveremos.
Pedimos chocolate con churros. Los churros finos, no aceitosos, normales. El chocolate demasiado liquido y sin sabor para mi gusto, (mi gusto). El local es pequeñito por dentro, la atención regular, la chica joven muy amable, pero la otra camarera deja mucho que desear su atención al cliente.
Estuvimos tomando café y chocolate. El trato fue muy muy bueno. Tienen un café excelente y el chocolate estaba riquísimo. Nos trajeron churros recién hechos en el momento, nada grasos y de una textura riquísima. Lo recomiendo al 100 x100
Nos hemos tomado un chocolate con churros y unos cafés en la terraza, estaba todo muy bien. Tienen estufas y han estado pendientes todo el rato de que estuvieran encendidas correctamente, han sido muy amables.
Hacen unos gofres espectaculares, la tarta de queso muy rica y el roscón también. Raciones muy generosas. Lo único malo los baños, al menos el de señoras estaba bastante sucio, y no había papel secamanos.
Para no volver. Voy de paseo por la calle Alfonso, mis hijas me piden un helado Be Bubble y se lo compro. Me apetece tomar un café y esperar a una amiga. Nos sentamos la primera terraza que veo, la de este establecimiento. Pido un cortado y le digo al camarero que estoy esperando a una amiga que ahora vendrá. Sin problemas me siento con mis 2 hijas y su amiguica que llevan los helados. Cuando viene mi amiga pedimos su consumición y entonces nos dice la dueña que con 2 consumiciones estamos ocupando una mesa y que ellos también venden esos mismos helados. Primero, yo me he sentado en la terraza sin saber que allí vendían ese mismo producto, me dice que sin los primeros de Zaragoza que lo tenían. Le digo que no lo sabía y que cuando me he sentado y he pedido la consumición no me han dicho nada. Si lo hubiera sabido me hubiera levantado y me hubiera ido. Segundo, tenía la mitad de las mesas vacías por lo que no le estaba causando ningún perjuicio. Tercero, había personas solas ocupando una mesa y me recrimina que no podemos ocupar una con dos consumiciones. Se marcha a por la consumición de mi amiga y cuando vuelve nos vuelve con la misma historia. La verdad es que no conocía el establecimiento, no sabía que vendían esos mismos helados (son muy raros, no son helados normales) y nadie me dijo que no me pudiera sentar por llevar mis hijas esos productos. Me lo dicen luego cuando ya he pedido mi consumición. Por la amabilidad de la dueña siendo que estaba la terraza vacía, por su forma de decir las cosas y el detalle tan feo. Que no me esperen que no vuelvo.
Como CONSUMIDORA de este establecimiento: una tortilla de patata que nunca llegó, una cuenta que tampoco llegó y por tanto tuvimos que entrar a pagar. Tampoco se dignaron a limpiar la mesa. Como VECINA de este establecimiento, ruego a este establecimiento que tenga algo de consideración con aquellos que queremos descansar a una hora prudente entre semana: si ya de por si una terraza llena a las 11.30 de la noche no ayuda, los gritos de niños como si estuvieran en un patio de recreo tampoco.
Mi amigo y yo nos hemos tenido que ir. LOS DOS REFRESCOS QUE NOS HAN SERVIDO TENÍAN CLARAMENTE SUCIEDAD EN LOS BORDES DE DICHAS LATAS. En un contexto de pandemia actual en la que vivimos ahora no me transmite la mínima seguridad que dichas latas estuvieran así de sucias. Si eso está sucio, no me quiero imaginar el resto de cosas que se puedan servir, ni si cumplirán con las condiciones higiénico-sanitarias que la situación actual nos tiene que llevar a hacer. Obvio que no vuelvo.
Un poco indiferente. Pedí un batido de mango. Dijeron que era hecho con helado, pero era muy liquido, parecía más bien zumo con un poco de leche, pero no era cremoso como son los batidos caseros.
Lugar acogedor céntrico, junto a la calle Alfonso. Disponibilidad de terraza, con servicio de mesas, atención amable y rápida. Es sin duda uno de mis lugares favoritos para tomar un buen café, o un aperitivo. Os lo recomiendo. Y en fin de semana distintos artistas exponen sus obras en la calle. Lugar sin duda con encanto.
Fatal. Pongo una estrella porque no se puede menos. Veinte minutos para pedir. La camarera rubia es muy borde, que le den unas vacaciones pero que no vuelva.
Me encanta este sitio muy acogedor calidad precio fantastico el trato de los propietarios muy cercano los churros los mejores ahora tienen una terraza que da vida a una calle haciéndola más divertida y transitada
Una estrella porque no se puede menos. Pido un gofre con un café con leche, el gofre tarda 20 minutos en salir y a lo que me dan el café se me ha derretido el helado del gofre. De un sabor que ni siquiera es el que pedí. La camarera rubia muy borde. Las mesas sucias. Los precios difusos. No volvería ni a punta de pistola.
Es un lugar que me gustan sus productos, pero tiene un problema importante el olor a fritos. Al ir a desayunar el olor a la fritura de los churros es muy intenso e impregna la ropa.
Este es un lugar que si no vas no te pierdes nada, el producto no es nada del otro mundo. El servicio aunque amable muy lento y además el señor a pesar de que estábamos casi solos tuve un que repetirle la comanda dos veces, porque el estaba más pendiente de otras conversaciones que de lo que tenía que estar.
Los churros exquisitos (crujientes y nada aceitosos) y el chocolate buenísimo (nada empalagoso), la sensación tras comerlo es de satisfacción y 'cero empacho'.
Un local pequeño y bonito para tomar un buen chocolate y churros caseros hechos en el momento, buenísimos y muy crujientes. La única pega que le pongo es que hacía frío porque la puerta se abría muy a menudo.
Le pongo una estrella por no poner cero. La camarera una borde, muy lentos y muy caro. Además tenían mesas reservadas y no avisan. Poco sirope en los gofres. No volveré.
Nos dicen que son descendientes de la famosa chocolatería pastelería Ceres. Cierto que los churros son muy parecidos, el chocolate le falta un pelín de densidad, para mi gusto un pico líquido pero estupendo de sabor (90% cacao). Pero lo que tira todo al traste es la nula extracción de olores, salimos con toda la ropa con olor a fritanga de la freidora de churros, si esto no te importa no te puedes perder el momento de un buen chocolate cn churros. Yo no volveré!