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Si alguien sabe de cervezas es Carlos. El ambiente es bueno si buscas unas cervezas para después del trabajo. Sólo tome unas cervezas por lo que no puedo opinar sobre más nada. Pero la variedad es grande.
Solo ofrecen menú, bebidas medio litro o botella, el hecho de no ser de Zaragoza no le gustó nada, nos invitó a quedarnos en pie 45 minutos hasta que empezara a venir gente, definitivamente no lo recomendamos si no eres de Zaragoza, no sé si a los de allí los tratará como clientes normales.
Maravilloso, Carlos es el encargado de hacerte sentir súper cómodo, la calidad de los ingredientes es de primera, y la forma de cocinarlos es la de antaño, quiero decir, elaborado a conciencia, los guisos con su caldito espeso, y delicioso las carnes se deshacen en la boca, una delicia, y los pescados en su punto, Los postres caseros son realmente caseros, están exquisitos, la tarta de café está brutal. Particarmente me han enamorado las judías y las alcachofas a la parrilla. Alucinantes. Sin duda recomendable 100 X 100
Estuvimos de súper finde del 8 al 12 de Septiembre, y ya el 1 dia lo conocimos y nos encantó, pasando todos los días antes de ir al hotel, Carlos el dueño super amable y muy profesional de la cerveza el sábado día 10 fuimos a comer, fue 1 maravilla, la comida, el trato, el servicio la atención todo fantástico incluida su mujer pues es la que está en la cocina por eso comimos tan bien cuando volvamos a Zaragoza, la visita está asegurada, Carlos nos dejó muy buenas sensaciones
Maravillosa la experiencia, somos de Valencia y era la primera vez que íbamos a Zaragoza, en mi opinión tanto la atención como la cerveza era genial, queremos volver sin ninguna duda, tanto a Zaragoza como a la Cervecería Gambrinus
La verdura es de su huerto y se notaba berenjena que estaba muy buena o en las patatas que venían con la carne que daba gusto conocerlas. El camarero además era muy amable.
Entras al local y el saludo y el buen hacer de Carlos te recibe y te invita a quedar. Tienen una carta, pero dejate seducir por las delicias gastronómicas que del huerto al plato te sugiere a que pruebes. Ni que decir que caimos en la tentación y el paladar se vio agradablemente sorprendido. Si hubieramos estado más tiempo en Zaragoza hubieramos repetido. Os invito a caer en la tentación. Repetirás!
Magnifica la atención de Carlos al entrar en su local, amabilidad y buen hacer. Estabamos celebrando mi cunpleaños y nos sentimos como en casa. Degustamos unos deliciosos platos, exquisitamente elaborados: alcachofas con virutitas de jamón, y ensalada de tomates deliciosos que sabían a tomate de "verdad" con aceitunas y queso, una maravilla. De postre degustación de varias tartas caseras a cuál más rica! Gracias! Volveremos.
No pongo cinco estrellas, por que no disfrute del local como se merece, pero no porque no me gustara, sin duda es un buen sitio para comer o tomar vermut, el trato fue muy bueno y de la mano del jefe directamente con una atención y servicio hacia el cliente que en muchos sitios quisieran, gracias, sin duda recomiendo 100 x 100 este sitio
No se que tal se come porque del trato tan pésimo que nos dieron nos fuimos.
El contexto:
Comida rápida de compañeros de trabajo. Unos quieren consumir un menú del día y dos de nosotros unos pinchos y unas cañas. No nos sirvió nada alegando que ellos solo dan menús del día a esa hora (15: 00). Gente arreglada, aseada y educada. El trato fue lamentable por las malas formas del que regenta el negocio de esa franquicia local.
¿Cómo es posible que un modelo de negocio que se base en vender, en este caso comida y bebida no quieran vender unos pinchos y tapas?
Nos fuimos al bar de al lado y nos atendieron y sirvieron amablemente.
Añadir también que tiene un cartel grande en el que exhibe el menú del día de fin de semana (era sábado) por 10,95. A mis compañeros no les hizo gracia cuando terminan y van a pagar, que esta misma persona les cobrara 18€ Obviamente se quejaron y pagaron a regañadientes los 18€.
Indicar que sacaron una foto del cartel del menú del día que se tomaron y del ticket para llevarlo a consumo.
5 estrellas me parecen pocas. Sin duda alguna, ¡el mejor sitio de Zaragoza! Lugar acogedor, limpio, personal encantador y ¡¡EXCELENTE COMIDA! Para los que quieran probar comida típica, este lugar no les va decepcionar.
Me encantó! La comida riquísima comieras lo que comieras. El decorado genial, el local limpio y el personal encantador. Un lugar perfecto para comer comida típica y además comer muy bien en un buen ambiente. Volveré!
Pésima atención, nos sentamos, nos dice que querem0s para luego decir que no hay tiempo para hacerlo, que cierra antes de que se prepare el plato, BOCHORNOSO el trato, para no volver! ¡! ¡ con comentarios fuera de lugar, cero sobre cero.: - (
Mala atención: una camarera contestando despectivamente a los clientes, las mesas libres todas sucias y con vajilla por recoger. Un bocadillo y una cerveza casi 9 euros. Un lugar al que no recomiendo ir. Mejor llegar a Atocha comido. Una pena porque Gambrinus suele ser una buena opción en otros lugares.