Hotel Balaitus

Probado al final del servicio a principios de la tarde. La terraza del jardín es muy agradable y la comida era muy buena.

Muy buen almuerzo en una excursión en moto, servicio rápido, muy agradable, a la sombra de los árboles, Los precios son muy razonables, Le Balaïtus está a poca distancia, recomiendo este restaurante.

Sólo cenamos y muy bien, A recomendar la hamburguesa vegetal.
Buen ambiente y servicio rápido

Sitio encantador, una terraza magnífica y las instalaciones interiores muy bonitas, la comida buenísima, el personal muy amable y súper atento. Volveremos seguro!

Hotel bonito, habitación super cómoda y bien decorada (a faltar, un par de perchas de pared y una repisica en el lavabo). Cama comodísima, terraza disfrutable. Volvería sin duda.

Atención muy deficiente, camareros sin coordinación, excepto mujer de mediana edad que hacía lo que podía. Pobre.
No es normal 1 hora y pico en una hamburguesa, crepé y croquetas, los niños desesperados.
Muy mal!

Hemos estado muy agusto con los camareros del hotel, muy atentos y simpáticos. Se que vais a ver la reseña y os deseo lo mejor a todos gracias.
No hemos tenido ningún problema con la comida todo bastante bien

No nos quedamos en el hotel pero tuvimos una gran cena en su bar/restaurante. Absolutamente de primera calidad. Gran servicio, interior acogedor y gran selección de cervezas.

Un hotel acogedor, decorado con buen gusto, mezcla los muebles antiguos con la decoración cuidada de las habitaciones, todas diferentes y con mucho encanto.
El bar con sofás Chester es muy agradable, el comedor confortable y el trato del personal inmejorable.
Muy recomendable.

Es un lugar mágico, se come muy bien.
Solo una pega, un ruido ambiental que no permite hablar suavemente

Hotel ideal para pasar unos días en el pirineo. Decoracion tradicional y auténtica, acogedor y familiar.
Mariano es un tío genial, súper amable y a favor en todo lo que pedimos.
Lo recomiendo 100%

Un sitio agradable, comida muy muy buena, atención buena. Buena ambiente Recomendable y volveremos.

Hotel encantador y familiar con buen desayuno y habitaciones acojedoras, como si estuvieses en casa de unos familiares. Lo que mas me gusta es el bar que es de lo mas acojedor, siempre que vamos a Sallent uno o dos días vamos allí ya sea para picar algo, tomar una cerveza o un gintónic. Se está agustísimo y es precioso.

Un diez. Un hotel auténtico como pocos. La decoración exquisita, han sabido conservar lo clásico de un hotel de montaña cálido y con muchísima solera añadiéndole el confort de un hotel moderno equipado hasta el último detalle. El salón social muy acogedor para estar, leer, para picar algo charlando y organizando la actividad del día siguiente. Cenamos dos días en el hotel por el cansancio de la actividad de montaña y por comodidad, si esperar gran cosa, y nos quedamos gratamente sorprendidos. Me sale una sonrisa al pensar en los huevos rotos con foie.
El personal, Mariano que es el dueño y todo el equipo, muy cercanos y atentos.
Sensacional para hacer una inmersión en el mundo de la montaña. Toda una experiencia. Muchas gracias ¡Volveremos!

Excelente hotel en una casa de montaña de ensueño, acogedora y con habitaciones con encanto. El personal es atento. Tuvimos un problema personal y nos ayudaron con todo. La comida está buenísima. Dispone de terraza propia al aire libre donde a veces hay música en directo.

Es un hotel encantador y familiar donde la atención es 10. Muy confortable y con una decoración muy original. En el restaurante se come genial y es un punto de encuentro perfecto para tomarse algo con amigos. Me encanta!

Curioso, original, con sabor.
Casona de Pirineo rehabilitada y acondicionada como hotel.
Fotografías curiosas de principios del siglo XX, maderas, escudos y objetos obsoletos conforman el hotel.
La habitación que usamos fantástica. Baño nuevo, colchón firme, tamaño adecuado. Decoración cuqui.
El salón de desayunos muy mono pero hay que sortear las mesas para poderte servir.
No hay ascensor.
No es un hotel cómodo, es vuelta al siglo pasado, con el encanto y algunas incomodidades de entonces.
A mí me ha encantado.

Un hotel económico con mucho encanto. Hemos ido el puente de octubre una cuadrilla. Han sido muy amables, hemos estado muy agusto. La comida estupenda.

Gran sitio, muy buen servicio, excelente cocina y trato.
Su salón interior y cada detalle es histórico.
Te transportará a un club inglés de época.

Es la segunda vez que comemos en este lugar, está vez hemos echado de menos la buena música que solían poner, sustituida por un continuo de bachata, salsa y reguetón.
La comida sigue siendo buena, el servicio, algo lento y poco comunicativo.

Solo usamos su agradable terraza para cenar. Buena carta y servicio. Las instalaciones interiores eran de decorado de cine, muy bonitas.

Sólo hemos cenado aquí. El servicio muy buen. La terraza perfecta. La ensalada de pato y la hamburguesa especial de ternera y cordero muy buenas. Pero los huevos rotos no valían nada, patatas medio crudas y huevos batidos.

Fuimos solo a comer
tienen una terraza que se esta muy bien.servicio rapido y la comida muy bien.

Hemos repetido varias veces, la atención es espectacular! Buenos platos, buena música, buen ambiente

Estancia muy agradable las señoras del desayuno Fátima y Lali son encantadoras. Es muy curioso todo antiguo. Para repetir

Lugar inmejorable para alojarse durante unos días de esquí en Formigal. Habitaciones muy chulas y acogedoras. El bar es lo mejor: ideales los sillones Chester para tomarse un copazo en buena compañía.

I was in the restaurant and i have to say marbellous. Great service, the waitres a man and a woman very polite and profesional.
The good incredible, i recomend totally

Un hotel pintoresco y diferente. Con sabor a otra época en su decoración. Habitaciones acogedoras y luminosas. Un desayuno correctísimo y un bar/ restaurante muy especial, el papel pintado de las paredes, las tulipas de cuadros y las fotos de esquiadores y personas de principios del siglo pasado te hacen viajar en el tiempo. La comida además estaba muy buena, a destacar las patatas bravas, y que decir de los gin tonics, muy bien preparados y riquísimos.

Excelente sitio para hospedarse para ir a hacer montaña o esquiar. El personal amable y el sitio muy confortable

Buen sitio para cenar. Tienen un restaurante muy agradable, con decoración tradicional y curiosidades sobre el esquí

El personal es muy amable y atento. La comida muy buena, así como la relación calidad-precio

Tienen vino de la zona: Viñas del Vero (Somontano) y cerveza artesanal producida en un pueblo cercano, Tramacastilla. Carta amplia

Si quieres beber únicamente una cerveza, no vengas, no eres bienvenido. Casi te obliga la camarera a pedir mesa para comer.

El hotel es una maravilla y el trato de la gente que lo gestiona, si cabe, todavía mejor. Es como estar en casa.
La comida es buenísima y poder cenar en la terraza es un placer.

Buen hotel, muy bonito con terraza para tomar alguna copa o comer en un entorno acogedor. Muy economico y recomendable

Estuvimos en la zona de restaurante, y alguno de los profesionales era bastante antipática, nos trajeron algunas cosas tarde y otras no llegaron. Pero en general buena comida

Comimos en su terraza junto a nuestra perra que fue bien recibida. Deliciosas patatas bravas y hamburguesas, una de ellas vegetariana. Y los platos que se veían pasar tenían una pinta estupenda! Recomendado totalmente.

Hotel histórico, con solera, familiar. Ha conseguido mantener el sabor de lo auténtico. Perfecto para quien sabe valorar las cosas de verdad. Trato atento y amable. Y una terraza en verano muy ambientada en la que se puede cenar genial. Volveré

Solo hemos estado en la terraza pero nos hemos visto casi obligados a pedir una ración porque si solo bebíamos no nos dejaban sentarnos a solo tomar algo, una de las camareras muy borde.

Como todos los años.
Fenomenal.
Y Mariano padre igual con sus noventa y tantos años.

Estando en la zona de bar han tardado mucho en tomar nota. Cuando hemos decidido pedir algo de comida nos dijeron que teníamos que esperarnos a las 20: 30 pero que podríamos ir viendo la carta, la cual nunca llegó. Cuando insistimos (casi las 21: 15) nos dicen que sin reserva iriamos los último. No pasa nada, podemos esperar. Y luego, después de varias veces insitir que sabemos que queremos y nos ingnoran vemos como lxs camarerxs hablan de nosotrxs y buscan mesas a als que atender antes. Gestos feos por parte del servicio.

Por el trato tan bueno desde el dueño hasta el último de los trabajadores, muy atentos y agradables. Hotel encantador en todos los aspectos y comida muy rica.

Lieu insolite
Vous pouvez profiter du bar sans forcément être client pour l'hôtellerie.
Le salon de bar est tout simplement magnifique pour y boire un verre ou plus entre amis

Típico hotel del Pirineo en Sallent de Gallego. Ideal para rememorar como era todo hace un siglo por su decoración. Encantador

En el hotel no nos alojamos ni lo vimos asi que sobre ello no opinare porque lo desconozco. Estuvimos tomando 2 cervezas las que se ven en la foto en su terraza, era muy bonita y cuidada. Pero el precio de las 2 cañas nos pareció un poco excesivo, 5€ las 2 cervezas, osease 2'50 cada caña. Somos de zona cercana y el precio medio suele ser entre 1'20 - 1'70€

Excelente hotel ubicado prácticamente en el centro de Sallent, con una decoración muy de época y unas habitaciones muy cuidadas y limpias. Personal amable repetiremos.

Fantástica atención! Nos dieron una habitación superior al precio pagado, muy acogedora y con estupendas vistas. Muchas gracias.

Un hotelito de montaña con gran tradición. Muy agradable. Con chimenea y sala de estar muy animada. Empleados y dueños, encantadores. Cenas buenas y copiosas. Anticuado y viejito pero limpísimo y con un aire decadente maravilloso. Muy cerca de Formigal. Para repetir y repetir. Y por supuesto un precio moderado.

El restaurante genial. La sopa de cebolla estaba brutal y los huevos rotos espectaculares. Os pondría fotos pero no me ha dado tiempo a hacerlas

Un hotel que mantiene su esencia con muy buena ubicación para acudir a las pistas de esquí de Formigal, en pleno centro del pueblo, al lado de una zona con bares y restaurantes. Cuenta con muy buena calefacción y un restaurante en la planta de abajo. Las habitaciones no son muy grandes, pero están muy limpias y el personal es muy amable. Cuentas con la posibilidad de un buffet de desayuno normalito por 8€ al día por persona. El único punto más negativo es que a veces te puedes quedar sin agua caliente.

Apres une journée de ski un moment convivial s'impose.
Ne cherchez plus le bar de l'hôtel est la pour ça.
Ouvert à tous une déco apaisante des prix abordables.
Il n en faut pas plus pour bien finir la journée.

Buen sitio.

Sitio muy agradable para estar en familia y para cenar después de un día de esquí.

Tiene una carta cojonuda y muchas opciones sin gluten!? Pedimos unos nachos (ricos pero era todo del Mercadona), un revuelto con foie que estaba muy rico, un solomillo (que sinnnn mas) y una burrata que estaba de diez! Todo esto está en la foto. Lo mejor, la burrata y el revuelto!

Muy agradable, siempre animado y no necesitas reserva! Eso si. A partir de las 8: 30, llenísimo!

Y sirven unos gin tonics súper súper ricos y es sin duda el bar en el que estar para tomarte una copa.

Curioso restaurante donde te cobran antes de comer y la bebida no te la sirven en mesa, comida bien la terraza preciosa y el lugar encantador

La comida está muy rica. La única pega que la bebida no la sirven en las mesas y es un poco rollo. El servicio un poco saturado cuando hay mucha gente. En todo caso, se come muy bien.

El hotel es sencillo pero con encanto, fuimos un grupo de moteros y la verdad nos trataron muy bien, el personal muy atento y amable

Cenamos de raciones y no está mal, los steack de solomillo no nos gustaron. El sitio es muy acogedor, muy montañero y el servicio eamerado.

Fuimos a cenar al bar (comedor) y, a parte de la lentitud en servirnos, estando casi vacio el comedor, y la poca amabilidad del camarero, destacar que nos sacaron una hamburguesa vegetal, sin hamburguesa. Casi 10 euros por una rueda de queso de cabra, una rodaja de tomate y otra de calabacín y un poco de cebolla, acompañado de patatas. Nos quejamos, pero nos dijeron que el plato "era así". Muy mala experiencia, no volveremos.

He estado en diversas ocasiones en el Hotel Balaitus, tanto en inverno como en un viaje en moto que hice en verano, y siempre salgo encantado. No sólo por el encanto que tiene el edificio en sí, y sus instalaciones, sino por lo amable y buena gente que es Mariano, y la gente que trabaja con él. Es mi sitio de referencia en toda la zona. Y lo seguirá siendo! Gracias por vuestra atención!

Hotel super familiar con encanto. No es el hotel más lujoso del mundo, pero el encanto lo compensa. Un gran trato!

Fui solo a cenar, tardaron dos horas en ponernos dos hamburguesas y un entrante.la comida no estaba mal, pero se te quitan las ganas con semejante espera.

Cadre très sympathique mais accueil plus que désagréable, déjà expérimenté il y a quelques mois avec un autre serveur.

Es muy acogedor, es viejito, pero tiene mucho encanto, eso sí, al haber un solo camarero son super lentos,

Sitio excelente buen trato de los camareros preciosa decoración y comida muy mejorada comparada con la de otros años.volveré

Lugar acogedor y con historia, uno de los más antiguos del valle. Recomendable para ir a tomar algo en el bar

Très joli hôtel, décoré avec goût et typiquement montagnard. On y dort bien et le petit déjeuner intercontinental est bon. Salle de bain avec baignoire, très bonne pression d'eau.

Es uno de los lugares con más encanto del pueblo. Además, la atención del personal acompaña. Un buen sitio para tomar raciones, tostadas o un gin tonic a media tarde. Buena relación calidad-precio. Repetiremos.

Para tomar café una terraza-jardin muy acogedora y en un edificio antiguo precioso, pero bajo la nota por el mal gusto musical.

A nice and cosy place. The decorations and furniture leaves you the sensation that you are in a home, not a hotel.

Cafetería encantadora, muy ambientada. Buenos precios, aunque la limpieza es mejorable. Tiene una terraza con diferentes ambientes, muy recomendable.

Aunque solo he estado tomando algo en la terraza el sitio tiene una pinta estupenda. Un edificio antiguo pero bien conservado y pintoresco. Suelo ir a otro hotel de la zona pero tengo pendiente probar en este.