Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Muy confortable, todo impecable y bien presentado . nos esperaron con las habitaciones calentitas. Lástima no haber probado nada del restaurante porque era Reyes pero increíble
No tienen restaurante cerca La bañera de la habitación tenía rota la válvula para seleccionar la salida del agua a la alcachofa. Enfrente de la estación de Adif
Horrible, iba de paso, pague 62 € por la habitacion, no llegaba ni a pensión, nada que ver con las fotos publicadas en su página web. Para no volver. Sucio, no funcionaba la tele, colchon desastroso, en fin un calvario.
Habitación bastante bien, por lo menos la 305 que tiene el baño reformado, una pena que no tenga ahora restaurante, hasta que no venga la cocinera, que está de baja no hay restaurante, espero se mejore y vuelva pronto, aunque por la noche el camarero, me hizo un bocata de jamón bien grande para cenar, por la mañana más vale pedir el desayuno con la habitación, porque te cobran 1,50 euros por una magdalena, (si por lo menos la hubiera llamado muffin), encima ya un pelin durillas, un café+2 magdalenas= 4,50 eur, todavía me duele la puñalá.
Restaurante hotel, tranquilo para tomar un café o celebrar una comilona. Según que Camero/a te hace más agradable la estancia.el gerente muy atento y amable
Junto a la estación de tren de esta localidad de Caspe es fácil hospedarse en viaje de tránsito hacia otras localidades vecinas de Bajo Aragón Histórico en este hotel, que tiene un estado formidable de construcción con buenas habitaciones, y además cuenta con un también amplio y moderno restaurante.
Stayed here while on a motorcycle trip and loved it. Most UK visitors are fishermen and seemed to be having a good time. Staff are helpful despite not being able to find our reservation at first. Nice town to wander around with a choice of eateries. Can't comment on breakfast.
No sé por dónde empezar. Vino de brick en botella rellenada, cerveza sin gas y aguada. Gazpacho insulso, espaguetis pasados con salsa de boletus de bote, timbal de arroz negro con crema de boletus arenoso y ha resultado ser una terrible combinación, y las ensaladas.es difícil hacerlas mal, pero se han esmerado: ensalada pocha y tomate de plástico. Los segundos platos han rematado: una longaniza de pueblo más artificial no la venden ni en el McDonals, de guarnición patatas congeladas, champiñones de lata y tomate de bote; cuando lo han traído hemos flipado. Ahora viene lo fuerte: el postre. Una tarta de brownie que se podria usar como un lladrillo, unas natillas artesanas recién sacadas del brick, y unos profiteroles con sabor a bolleria industrial. Nada que ver la relación calidad precio, cómo menu de 10€ aún, cómo menú de 18€ ni soñándolo. Almenos el servicio ha estado aceptable.
Lo único que faltaba era el desayuno y el aire acondicionado ya que estaba averiado, por el resto estuvo regular, aunque me pareció mejor que otros hoteles que he visitado, le doy 4 estrellas