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A Sàstago no hi ha la infraestructura de bars i restaurants desitjada, però és l"alternativa a l'altre local disponible al poble (Hostal Monasterio de Piedra). Lloables racions per poder disfrutar a un nivell més que acceptable en un poble desert de locals hostelers.
De los peores sitios que he estado en cuanto a atención, ya que la comida no he podido probarla porque me dicen que no me pueden atender porque tienen "dos mesas grandes" y no saben cuando me podrán poner dos míseros bocadillos. Eso sí, no me advierten de que no me pueden atender, pero la bebida si me la ponen y para colmo les llamo la atención para preguntar si me pueden poner de comer, te miran de reojo y se hacen las locas. Pues muy bien así se lleva un negocio seguid así.
He estado con familiares un sábado por la noche y la verdad que espectacular, los bocatas muy buenos y la atención muy bien, tienen de todo. Lo recomiendo
En un domingo de verano a las 14: 45 fuimos a comer y no nos quisieron atender porque la cocina estaba cerrada. Luego decimos que los negocios van mal.
Hemos entrado para cenar a las 20 horas animados por la buena crítica y al preguntar a la dueña si podíamos cenar, literalmente ha mirado el reloj y nos ha dicho "hoy no".
Reapertura de un bar emblemático en Sastago. Gracias a unas jóvenes emprendedoras que han apostado por vivir y trabajar en una pequeña población. Suerte!
Es una de las pocas ofertas hosteleras de Sástago. Lleno de gente del pueblo, más bien mayor. Poca oferta de cervezas y practicamente nada para picar. Un puñadito de pistachos 1 € en maquinita. Muy flojo.
Servicio muy profesional. Trato familiar. Espacio amplio con buenas vistas al meandro del Ebro; ideal para los que buscan tranquilidad y relajacion. Buena calidad de los productos.