24 enero 2019 4:16
¡¡¡ Me encanta! Un lugar genial para ir con la familia, aquí os dejo la descripción de esta nevera.

Está emplazada en la cara norte de una pequeña elevación del terreno que domina el barranco de "La Cañada" o de "La Val".
ALGÚN DETALLE HISTÓRICO
El antiguo pozo de nieve debió ser de propiedad comunal, sirviendo para el abastecimiento local y la comercialización de los excedentes almacenados.
La única referencia documental sobre el mismo, que no lo cita de forma directa pero implícitamente justifica su existencia, data del año 1784, cuando el ayuntamiento de Castelserás ajustaba en la villa de La Cañada la compra de 200 arrobas de nieve necesarias para la provisión y suministro local, confirmando la venta al por mayor del citado producto a escala comarcal en dicho lugar.
SU RECUPERACIÓN
Las numerosas actuaciones realizadas en el proceso de restauración de la nevera, comenzadas en 1996 y completadas en la actualidad, la han convertido en un elemento más a visitar dentro del patrimonio arquitectónico de la localidad.
Para ello, se practicó un desmonte del terreno arcilloso que la rodeaba, creándose una abertura artificial para poder acceder al interior del pozo. El túnel utilizado para ejecutar las obras de acondicionamiento, entibado con maderos a semejanza de las galerías practicadas en las antiguas minas de la zona, se ha mantenido como medio de entrada actual.
El resto de variaciones en su interior se reduce al enlosado del suelo del depósito y la realización de un banco de piedra. Exteriormente, la entrada está protegida por una pequeña caseta, a la cual se accede por una pasarela empedrada.
CARÁCTERÍSTICAS SINGULARES
En las paredes de la nevera se pueden apreciar varias fases constructivas, que denotan las diferentes técnicas empleadas en la edificación del pozo. En sus primeros tramos, el muro está construido con mampostería en seco, mientras que, al iniciarse la curvatura de la bóveda, existe otro tramo realizado con sillería tosca y argamasa de cal.
En las intersecciones, se observan una serie de huecos que debieron servir para empotrar los maderos sobre los que debía apoyarse la plataforma empleada en la construcción.
Por último, se procedió al cierre superior de la cubierta del depósito, realizada en mampostería y ajustada mediante la técnica de la piedra seca, formando una atractiva bóveda de aproximación de hiladas. En ella estaba situado el único acceso originario al interior del pozo, mientras que en la base se emplazaba el sistema de drenaje, consistente en un angosto canal de desagüe.
Las medidas de esta nevera determinan su inclusión entre los depósitos de gran capacidad que se construyeron en el territorio bajoaragonés durante la Edad Moderna.

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