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Cálida bienvenida que nos ha dado la dueña como nuevos vecinos cerealistas en la zona, muchísimas gracias! Trato excepcional al cliente y muy buenas tapas, seguiremos acudiendo en estos días a su establecimiento, enhorabuena!
Este local y yo, va a resultar que somos poco compatibles. Las pocas veces que he estado, el café muy flojo, como aguado. Añadir que el café con leche tampoco mejora, y no es barato, 1,20 € relación calidad precio no cuadra. Mis amigas van con frecuencia, cuestión de ubicación. Está bién situado.
Es un lugar que busca que te encuentres bien, lo unico es lo peligroso de cruzar la calle hacia las mesas del otro lado pero genial por la sombra que ahi se esta mucho mejor, gracias por facilitarla.
Son unos irresponsables, los incivicos, no se ponen ni les obligan a ponerse guantes y tocan todos lo alimentos, tanto los situados en el interior de las viteinas, como todo alimento que pillan a su paso. "GUANTES" supe.
Pedido a domicilio Patatas bravas: No son bravas pero lo mejor del pedido. Son patatas fritas con mayonesa de bote y un poco de ketchup/sala ligeramente picante. No llegaron blandegues, estaban buenas pero no era lo pedido. Bocadillos de ternasco: dos trozos por bocata, ternasco fuerte. No repetiremos
Un bar "de abuelos" no muy grande ni muy moderno, con una terraza maja y una carta con 4 cosas contadas. Me sorprendió que las raciones no eran muy baratas, pero si las hamburguesas y los platos combinados. Las raciones, eso si, eran suficientemente abundantes, aunque las bravas eran patatas fritas con mayonesa y ketchup. Estaban buenas, eso sí, como las puntillas.
Buen sitio gente muy amable típico bar que te sientes muy cómodo entrando porque es ambiente familiar. Refrescos cervezas Terraza aún en invierno que se está muy bien cuando no sopla el cierzo. Recomendable si pasáis por aquí