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Una visita muy agradable y muy interesante técnicamente ya que te explican cómo hacer un vino artesanalmente. Ademas de una cata generosa de sus vinos. El lugar en las faldas del Moncayo y muy cerca del monasterio de Veruela complementa la visita. Muy recomendable.
Una agradable visita a esta bodega en el valle del Moncayo. Por nuestra parte, la primera vez en una bodega pequeña, pero la verdad, es que aquí aún conservan la tradición y resulta muy interesante. Su producción, por lo tanto, no es enorme.
Gran explicación, una visita muy correcta y por supuesto con degustación de sus vinos. Recomendado.