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Hemos estado comiendo en familia y tanto la comida como el servicio, han sido buenísimos. En abril volveremos para celebrar la Primera Comunión de mi hijo. Gracias a todo el personal.
Un paraje precioso, tranquilo, las migas las peores k e probado en Aragón, no las recomiendo, el menú calidad precio me parece excesivo, atención excelente
Un restaurante en un entorno natural y precioso, la comida buenísima, el servicio impecable y por dentro es súper bonito. Con un estilo rústico no hay que dejar pasar la oportunidad de comer allí.
Menú muy bueno, un pelín caro (33€) pero se paga por un sitio así de bien decorado. Parking amplio. Lastima que no den cenas, se estaría de lujo en la parte de fuera. Repetiremos seguro.pero acompañados.
El sitio es precioso, sin embargo el servicio y la comida no están a la altura. El trato por parte del camarero no es muy profesional precisamente. El café sabe a cenicero. Demasiado caro para lo que es. No nos extraña que no estuviera lleno.
Estuvimos el sábado en una comunión, sin duda lo mas destacable del restaurante fue el servicio, Marta y Eduardo fueron los camareros que se encargaron de servir el banquete, agradables y muy dispuestos, quedamos encantados. Les pregunte su nombre precisamente para pensando en escribir la reseña.
Restaurante situado en un paraje precioso. Las instalaciones tienen un amplio parking, una terraza muy bien acondicionada y el restaurante muy bonito y cuidado. La atención del personal excelente, están muy atentos, gran profesionalidad. El menú muy bien de precio para la cantidad y calidad de platos. Las migas, el ternasco, la pata de pulpo a la brasa, los caracoles.todo fantástico.
Es un sitio precioso. Con muy buena atención y comida. Todos quedaron sorprendidos del edificio y en el jardín estuvimos en la gloria. Volveremos con más amigos
Entramos a comer al establecimiento, antes de la comida nos quedamos en la zona de bar, enfrente de la chimenea y pedimos la botella de vino del menú, nos echamos 2 copas y el resto se quedó en la barra para la comida, al entrar al comedor me dieron esa botella de vino y llenamos a la mesa nuestras copas y dicho vino, a la hora de pagar, nos cobraron las dos copas a parte, entiendo que si me cobran las dos copas me tendrían que haber puesto una botella de vino sin abrir en la mesa. No me ha gusta el detalle. La comida regular. Nada del otro mundo para el precio que pagas.
Precioso lugar, todo el entorno está muy cuidado. Buen aparcamiento, comedores amplios y muy acogedores, genial para ir con niños e incluso para ir a tomar vermut en una zona de terraza muy acogedora y que invita a pasar ratos y ratos sin importar la hora. La comida muy buena y el personal exquisito…da gusto ir y es imprescindible repetir. ENHORABUENA!
Un lugar muy bonito, con zona para niños ahunque no lo parezca, servicio rápido y eficiente y la comida esta muy buena, le falta un pelin para ser espléndida, pero eso no significa que no ta vayas a quedar mas que encantado, no es intención menospreciar. Repetiremos seguro.
Muy bien el sitio, y el entorno. Sugiero que pongan el nombre del municipio donde se encuentra, que es Lierta y no Huesca como aparece ahora, ya que puede llevar a confusión.
Un lugar diferente a los existentes en la ciudad por su entorno e instalaciones. Posibilidad de comer en el jardín al exterior (con mesas bastante separadas entre sí y sin sensación de agobio en ningún caso, requiriendo, no obstante, el pequeño estanque que se halla en èl alguna reforma de lavado de cara) o en el interior. Dentro de esta última opción existencia de salón general y de varios reservados en donde la estancia es muy íntima y confortable. En cuanto a la gastronomía, sin ser nada a destacar, bastante aceptable, echando, eso sí, en falta, un poco más de variedad en el menú más económico (unos 25 € más café creo recordar). Posibilidad de carta y otro menú con mayor coste. Instalaciones muy acogedoras y confortables con personal muy atento y amable en general. Un lugar que ha ido yendo a más después de haber pasado algún bache en su historia, en la cual hubo un tiempo en que representó una visita obligada para los residentes de la ciudad de Huesca y de los alrededores. Los responsables de este establecimiento son los mismos que los del Hotel Sancho Abarca de Huesca. Posibilidad de estacionar el vehículo en parquin habilitado al efecto junto al restaurante, con algunas plazas cubiertas bajo techo de chapa y el resto, en su mayoría, al descubierto. Por cierto, en días señalados, las plazas disponibles se quedan cortas, convendría estudiar una pequeña ampliación de la zona de estacionamiento. En resumen, buen lugar para ir con niños, en familia o con amigos por su entorno e instalaciones, y que ganaría unos puntos estratégicos aumentando levemente la elaboración de sus platos del menú básico e, introduciendo en ellos, por ejemplo, las carnes a la brasa, tan típicas en un lugar como el que nos ocupa. Les deseo mucha suerte en los próximos tiempos para seguir disfrutando de sus instalaciones y servicios.
Un lugar para perderte un rato. Decoración bucolica, rústica y de de buen gusto. La comida, estaba muy bien, sobre todo por el precio de menú de finde, y un servicio correcto y amable. Las raciones son generosas. El entorno muy bonito!
Para estar donde está caro, la comida estaba bien, el menú de los niños con dos pechugas, tres croquetas y un poco de pasta 17 euros, eso siendo menú semana santa, probaremos nuevamente a ver si los precios son más llevaderos si ser semana festiva
Ambiente muy bueno y comida también tanto en calidad como en cantidad. Controlan tema celiaquía, hasta torrija sin gluten había en el menú que es de agradecer.
Un ROBO, menú de batalla por 34€. Muy poca variedad, de primero he elegido alcachofas con jamón. Las alcachofas eran de pote, el jamon costaba encontrarlo y para darle algo se sabor le han puesto ajo. De segundo "ternasco" poca cantidad y mal cocinado, parecia a la plancha con aceite ajo y perejil. El postre un pastel congelado con sabor a congelador. He comido muchisimo mejor en restaurantes de menú de 10€. No volveré en mi vida, no se lo recomiendo a nadie. Pongo una estrella porque 0 no me deja poner.
Muy recomendable. Sitio muy chulo por dentro, agradable el ambiente, y preciosa la parte exterior! La atención de los camareros/propietarios muy buena, súper majos y cercanos. La comida deliciosa. A destacar los canelones y el coulant. Una sorpresa el plato que te ponen antes de empezar con pan tostado, tomate, ajos y olivas! Volveré sin duda.
Buen servicio y buena calidad de la comida en la naturaleza. Los segundos hechos en la brasa están deliciosos. Postres muy buenos y lugar en salón muy adecuado para celebraciones familiares.
Magnífico restaurante en un precioso entorno. Muy buena comida a buen precio, y personal maravilloso. Muy, muy recomendable, tanto para ir a una cena romántica como con niños.
Restaurante con un encanto especial. La terraza es preciosa, las vistas, los alrededores. La comida buenísima, la carne exquisita! El servicio inmejorable, la atención muy rápida y todos muy amables. Un sitio obligado xa ir y sin duda xa repetir!
Estupenda terraza, si tienes hijos, es un lugar fenomenal para ir. Tienen columpios y un laguito, una fuente, una zona de estar, con asientos. La comida está muy buena. Al ser el día de San Jorge cuando fuimos, nos regalaron una maceta con una flor y un libro. El personal es amable y el servicio fue profesional. Volveremos. También tienen un gran comedor, con hogar.
Me encanta este sitio. La terraza es una pasada, perfecta para comer y más ahora en tiempos de Covid. En el último mes he ido ya dos veces y fenomenal. Controlan el gluten, que en mi caso es fundamental ya que soy celíaca. Lo recomiendo para ir con niños, porque tiene un pequeño parque y una zona verde para que jueguen.
Me encantó el sitio, precioso y acogedor para comer como en casa. El servicio bueno también pero, a pesar de hacer la reserva avisando que soy vegetariana, me encontré con el disgusto de que apenas tenía dos platos para comer (uno de ellos ensalada que no me gustan) así que tuve que comer lo que había en vez de lo que me apetecía
Exquisita comida tradicional, buenísimas las migas, los caracoles y sus carnes a la brasa. Ambiente tranquilo en un marco precioso. Muy recomendable para celebraciones familiares por su amplio y acogedor salón y para ir con niños por su amplio jardín.
Un lugar donde comer bien y estar cómodo. Comida de siempre y de ahora que nunca falla. Perfecto para ir con niños y disfrutar de la terraza con el café.
Menú muy caro. Pagar 25 euros por un menú tan poco variado y escueto es una sobrada, pagas por el sitio que es muy bonito, no por la comida. Cafés carísimos y no incluidos en el menú. Frío en el salón comedor. El personal un poco seco. No me volverán a ver el pelo.
Es un lugar mágico, en plena naturaleza y con una comida fantástica. No te pierdas los caracoles, el chuletón, las gambas, la cecina, No pararía, y todo con un vino de nuestra tierra. Es un sitio genial para ir a comer y disfrutar, además hay unos toneles donde l@s niñ@s disfrutaba tope! (Yo lo hacía de pequeña y disfrutaba enormemente) también hay columpios y uña jardín enorme para jugar y disfrutar! Con unos amigos, con tu pareja o un banquete! Adaptado a todo!
Un sitio precioso, el jardín es una pasada y además se puede comer allí. Y el interior es precioso. Tiene muchas cosas para los niños. La comida espectacular, cocina tradicional aragonesa y mucha brasa, y la calidad inmejorable. No os perdáis las migas, los caracoles y el chuletón! Repetiremos seguro!
Un lugar agradable en el cual poder ir en familia o en pareja hasta hoy. NO puede ser que cohesista un establecimiento agradable y personal de servicio con una cocina tan desechable.es triste pedirte un rissotto y te llegue un arroz hervido triste, unas migas y te vienen de bolsa sin hacer.un ternasco seco y sin sabor, etc etc. Losiento por el nuevo dueño, pero no contarán con elegirlo ni darlo a elegir a nadie. Una pena. Saludos.
Muy recomendable, tanto el servicio, menú, carta, calidad-precio. Una buena fusión de la cocina tradicional actualizada. En un en un entorno bonito. Invita a tomar una copa en el exterior, con tiempo y disfrutar.
Momentos de relax disfrutando de una buenísima comida. Un entorno privilegiado a los pies de la Sierra de Gratal, al aire libre en una terraza llena de encanto.
Lugar agradable, comida buena.menu 27 euros a elegir cinco primeros, cinco segundos y postre. De entrante dan tostada con ajo, tomate y olivas para cada comensal.
Solo abre los fines de semana y festivos es la única pega. Buena comida apostando por los platos de la tierra (migas, pochas y sobretodo el ternasco asado). Buen servicio en un lugar agradable con espacio para que los niños puedan jugar y entretenerse
Menú de 27 euros de muy poca calidad, he pedido salpicon de marisco que en el plato era una ensalada de lechugas con dos mejillones, algo de pulpo congelado y surimi de cangrejo y mucha mucha mucha salsa rosa, de segundo entrecot a la brasa que más bien era un filete con dos patatas panadera y dos pimientos del piquillo y postre flan casero