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Ana Maria es una gran persona y profesional. Nos conocemos de hace más de 15 años. Nos une la profesión y hermandad de ser devotos de nuestra querida Amma. Ama su trabajo ayudando en el camino a sus pacientes. Ahora en su nuevo emprendimiento deseo que tenga todo lo mejor porqué se lo merece.
Ana María es un excelente kinesióloga y masajista de Shiatsu. He recibido los dos tratamientos y cada uno de ellos me ayudó en diversas causas.
Con el masaje fui aliviando dolor en las cervicales tras sufir un accidente de tráfico y recuperé con normalidad. Después de cada sesión me notaba más llena de energía y ágil.
Con la kinesiología me ayudó a desbloquear creencias inconscientes y tomar mayor conciencia y control de mi vida.
Todo un acierto ponerme en manos de Ana, además de sus conocimientos profesionales, és una persona excepcional en muchos sentidos. El Shiatsu ha mejorado mi estado físico, anímico y emocional. El resultado es una profunda sensación de bienestar y paz interior. Sus manos transmiten mucho más que una técnica, a través de ellas canaliza una energia muy sanadora, amorosa y serena. Absolutamente recomendable.