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Hice el primitivo a finales de enero del 2024, la atención de la hospitalera (María) FANTÁSTICA, al llegar al albergue, la secadora no funcionaba y me trasladó hasta Tineo para poder secar la ropa (iba justo de prendas y en los próximos albergues que tenía programado no había). En estos pequeños detalles es lo que diferencia de un hospitaler@ de otr@. Gracias.
Me alojé a mediados de septiembre con dos de mis amigos. La puerta de entrada no funcionaba, pero el personal nos ayudó a registrarnos mientras esperábamos en el bar de al lado mientras reparaban la puerta. Personal maravilloso y muy servicial y nos ayudó con el WiFi y la logística con mapas sobre el mejor camino por la ruta de Hospitales. Como australianos y con español básico, el personal fue muy servicial al hablar despacio y también utilizó Google Translate para nosotros.
Limpio con habitaciones amplias y luminosas con buena ventilación. Los baños y las duchas son espaciosos, limpios y bien distribuidos. Tiene dos dormitorios, cada uno con capacidad para ocho personas. Un gran lugar con personal amable y servicial y conocimiento sobre el Camino.
Linda señora que nos recibió hoy. Sonriendo, inmersos en la búsqueda de alojamiento para el día siguiente. Limpio, casi como en casa lo recomendamos de todo corazón a todo peregrino. Una vez más, muchas gracias por tu ayuda. Peregrinos de Polonia
Es un lugar mágico, único alberge de todos los caminos atendido por personas con discapacidad. Solo por esto, y por el excelente servicio e instalaciones, deberían de darle un premio.
Muy buen Albergue, excelente relación calidad precio. Habitaciones nuevas, todo muy limpio, posibilidad de lavar y lo mejor la atención de la Anfitriona María, se nota le gusta lo que hace. Lo recomiendo 100%.
Maria me ha hecho sentir como en casa. Instalaciones muy limpias y bien mantenidas. Tiene lavadora, secadora y calefacción. Dispone de mesas y microondas para comer, allí aunque está al lado de un bar restaurante donde se puede cenar a un precio razonable. Muchas gracias.
Lo mejor del albergue no es el sitio, sino la hospitalera, María. Es una persona encantadora, que se desvive en su atención al peregrino, por lo que hace del sitio un lugar maravilloso, ese espíritu de entrega al que lo necesita es inigualable. Está muy limpio y nuevo, la ducha es individual, tiene calefacción, mantas, taquillas propias.
María, la Hospitalera, se desvive atendiendo a los peregrinos/as, se preocupa por todo, si tienes comida, provisiones, si sabes dónde te alojaras los próximos días, siempre atenta y dispuesta a colaborar. Uno de los mejores albergues que me he alojado, todo limpisimo y todo listo para estar comodísimos. Gracias por tu compromiso María. Buen Camino.