Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Una auténtica maravilla! El entorno, el trato de los anfitriones.absolutamente TODO! No dudes ni un segundo en alojarte aquí porque no te vas a arrepentir. Es de esos lugares que vas a recordar con cariño toda la vida.
Une expérience incroyable. Nous sommes venus uniquement pour dîner, très bonne cuisine, accueil très agréable (oui les touristes sont les bienvenus), le lieu est spectaculaire à 800 mètres d'altitude. Pleine nature, le son des cloches des vaches, la brume: un moment hors du temps. La route pour y accéder est un peu étroite mais rien de très difficile, surtout la nuit avec les phares.
Pour les prix: quelques verres, 2 plats, 1 bouteille de vin et fromage: 55€
Pasamos un par de días espectaculares. Se pueden hacer varias rutas por la zona. El trato de Ceferino y Juli no puede ser mejor, y cocinan bien (pidan pote asturiano, lo bordan). Muy buen precio de todo, estancia y comida.
El sitio una pasada! La comida riquísima y super barato y el chico q nos atendió encantador,! Volveremos pero para quedarnos a dormir y disfrutar d un finde d relax total!
El lugar es lindo pero llegar es difícil y de noche hay poca visibilidad en el camino que es angosto. No dejan cocinar ni llevar tu propia comida. A la mañana te dan desayuno (café y tostadas) y venden comida a toda hora. Linda vista.
Lugar del albergue es pintoresco, en el pie de una gran montaña, rodeado por las vacas y los caballos pastandose. Si hace buen tiempo, la vista a la cadena montañosa es increíble (nosotros lo podíamos ver solo un día de los seis en la estancia). El tiempo allí es muy nebuloso y con gotea por la mañana. El camino desde carretera hacia el lugar es una subida larga y curvada por los pueblos (como 20 min), no lo aconsejaría para los que se marean en el coche como yo. 40 min hasta Oviedo, Gijón, pueblos Lastres y Tazones etc. Los dueños Seferino y Julia es una pareja muy amable. En el bar se puede beber cidra, vino etc.y cenar con platos como el cachopo, patatas con chorizo, tortilla etc. El desayuno incluido (!) es sencillo pero suficiente para empezar el día: tostas con mantequilla y marmelada, café y leche. Hay solo 3 habitaciones que son simples y acogedores con la vista linda a la montaña con vacas. Baños y duchas compartidas en la planta. La ropa de cama se alquila por 5 Euros.
Si te gusta la montaña apunta este lugar. La subida en coche es algo complicada, pero se hace bien. Las vistas son preciosas. Si avisas con antelación te preparan una comida fantastica, con cachopo, chuletón a la piedra. Te puedes quedar a dormir. Hay alguna ruta en la que te recogen al final y te llevan al albergue de vuelta.
El ambiente es muy agradable y familiar. El lugar es precioso. Las vistas son únicas! Las habitaciones y en general todo el lugar están muy limpios. Los desayunos son estupendos! Repetiría mil veces! 1000% recomendable.
Un sitio ideal para tomar algo en Plena Naturaleza, Precios económicos para lo que es habitual en Albergues de montaña. Siempre abierto, de echo quien lo lleva vive allí encima
Un sitio precioso en el centro de Asturias que hay que conocer. Y un gerente del albergue, con un don de gentes y una comida auténticamente asturiana que no se puede perder.
Un lugar idílico en pleno paraíso, tranquilidad, excelente comida típica asturiana, los mejores tortos con picadillo de Asturias, en trato del dueño súper excelente, recomendable 100%, si vas por el concejo de bimenes no dudes en acercarte por allí, pues a parte de albergue es bar y restaurante típico asturiano, muy, muy recomendable.
Albergue en la montaña, ligera dificultad para llegar, pero merece la pena, un lugar espectacular, trato excepcional y además "que buena cocina". Para repetir sin duda
Estuvimos el fin de semana y nos encantó! Un sitio tranquilo y con unas vistas increibles. Los dueños majisimos y muy atentos. La comida y desayuno buenisimos! Volveremos seguro:)
Sitio idílico rodeado de montañas, vacas y caballos. Donde poder comer, cenar o tomarte algo fresco después de una caminata. Los dueños encantadores que te aconsejan que visitar o qué rutas hacer. Lavabos limpios. Ideal para desconectar. Nos ha encantado.
Somos una escuela de equitación que fuimos con los alumnos a pasar un finde semana y lo pasaron en grande. La atención de dueño espectacular y tiene en cuenta a la gente con alergias al gluten, buen trato pero podría mejorar un poco la limpieza de las habitaciones por el resto estupendo. Te dejan sitios para los animales y te dan el cable, estacas y corriente! Volveremos seguro