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Este es el mejor albergue durante los 22 días de mi Camino. Buenas camas de madera, ropa de cama y mantas limpias, cocina totalmente equipada. Café, té y leche gratis. ¡Muy limpio! Buen wifi. Salón muy bonito y confortable. Propietarios increíblemente agradables. Y aquí viven un gato y un perro, bien cuidados y obviamente amados. Recomiendo encarecidamente este albergue.
La señora ha sido amable, pero esta muy aislado a un km.del pueblo. Es original, una antigua estación de tren reconvertida en albergue. La habitación limpia y el baño amplio con mucha luz.
Es de mis albergues favoritos por su filosofía de hospedaje, su dedicación y confianza al peregrino. Limpio y luego el camino transcurre en una zona preciosa de bosque. Totalmente recomendable. Ahhh una cena con amor. Un 10