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A pesar de ser una cadena, tiene el espíritu de las pequeñas tiendas de barrio en las que podías encontrar casi de todo. Precios cada vez más caros careciendo de ofertas y promociones que podrían atraer más clientes. Las empleadas, buenas conocedoras de los productos, son amables, simpáticas y muy atentas, siempre dispuestas a ayudar.
Tiene buena fruta pero he dejado de ir por lo mismo que otros comentarios, las dependientas te perdonan la vida cada vez que entras a la tienda, no son nada amables, ni educadas, ni te saludan ni responden al saludo, es más ni te miran y si lo hacen es con mirada fulminante, sobre todo la morena de pelo liso y largo, es muy mal encarada. Por último señores de Alimentos el Arco, podrían decirme por qué si el horario de tienda es hasta las 21h30, cuando entras a las 21h00 ya está todo recogido y las dependientas mirándote mal y prácticamente echándote de la tienda, deberían cambiar el horario de tienda, o de dependientas con gamas de trabajar.
Tienda agradable y de cercanía aunque sea una cadena. Trato agradable, cercano, sin sumisiones.buen sitio para comprar por la atención, aunque han subido los precios yo creo que mucho por eso tengo que buscar otros lugares
No tiene sentido prohibir entrar perros a la tienda cuando las dependientas salen a tocarlos fuera y luego, por supuesto, no se lavan las manos. Una falta de higiene total en una tienda de comestibles/fruteria
Mi caso es identico al de Laura Vicente Espina. Yo, asumiendo mi error intento explicarle que no tiene porque gritarme desde lejos y delante de la gente y me suelta que claro que me grita, frase que me hizo dejar en el suelo la cesta con la compra e irme y aún seguía refunfuñando mientras me iba. Tenia otro concepto de estas chicas pero ya veo que era una ilusión sobretodo cuando veo que son reincidentes con sus formas.
Voy entrando a comprar aguacates para el local que tenemos al final de la calle que por cierto no hay pero vamos que no pasa nada.lo que la verdad me molesto esque había un montón pero un montón de gente adentro comprando sin controlar aforo (vamos eso fue lo que me pareció porque eso al ser tan pequeño y uno entraba y chocaba con la gente) la anécdota graciosa fue que yo estaba esperando fuera para cuando saliera alguien entrar porque entre el virus y el agobio ni de coña entraba y una paisana me dijo que si no entraba yo entraba ella, controlen el aforo porque sale uno de allí de mala hostia
Entras en el establecimiento y ves a dos señoritas en su conversacion, ni buenas tardes. Me pongo gel, me pongo guante y cojo una bolsa, x inercia y sin darme cuenta, me paso el dedo para abrir la bolsa.dios mio que modales las dos leonas vigilantes, ponte gel otra vez a grito pelado, tranquilidad que ha sido sin querer, y en plan ofensivo de nuevo, ponte gel, prefieri irme. Por cierto el establecimiento casi sin producto, con guantes por el suelo, y bastante descuidado. Estamos en tiempos de covid, entendible, ha sido sin querer, fallo mio, pero estas dos al mercado a vender pescado. No vuelvo mas.
El sitio es muy pequeño, pero la fruta está bastante bien. También tienen pan y alguna otra cosa. Lo mejor es que cierra todos los días a las 22h, lo que viene muy bien para hacer compras de última hora. Las empleadas (amables y un poco chonis) suelen poner música dance, lo que le da un toque kitsch al lugar. Se puede pagar con tarjeta.