Bar El Cascayu

Pues.muy bien. Llegamos 8 por sorpresa y a deshoras. Nos atendieron supercordiales y con amplia oferta. Encendieron la chimenea y montaron el salón, que es casi un museo, sólo para nosotros.

Qué casualidades de la vida, señor birkiki jajajaja estuve con tu madre y me contó, algún día subiré a verte, soy Pedro el orejas, no se si te acordarás, el ghersi, planas, Luisma, etc, etc. Un abrazo muy fuerte y cuídate mucho

Hermoso restaurante/bar fuera del circuito turístico. Maravillosa y sabrosa comida de la granja a la mesa servida por el amable propietario, apasionado por su comida y se nota. Las patatas con queso azul, queso y dulce (con una increíble mermelada de manzana casera) y las setas y el huevo (hechas con huevos de las gallinas de su granja y setas que había recolectado) fueron excelentes. Preciosa experiencia.

Buenos manjares de la cocina a la mesa. Mermeladas espectaculares. Cordero guisado y croquetas deliciosas. Sin olvidar la tarta de queso y un café de puchero como ya no se encuentra. Buena conversación del dueño, del que aprendimos algunas anécdotas curiosas en relación a la zona y sus productos.

Fuimos a parar allí por casualidad. Haciendo el paseo/excursión circular des de San Juan de Beleño (8'5km) bosquecito y rio. A medio camino está el pueblo de Abiegos.

Paramos a tomar algo y de lo agusto que estávamos y lo amables que eran toda la família nos quedamos a comer.

¡Y menudo acierto!

El cachopo espectacular!
Ensalada se su huerta. Todos los platos km0!

Nos trataron muy muy bien y nos explicaron muchas curiosidades del pueblo y de la zona.
A parte, muy atentos a la perrita que viaja con nosotros.

La verdad, que estas paradas improvisadas son las que suman exponencialmente la vivencia del viaje!
Si volvemos a pasar por allí, no dudaremos a volveros a ver!

Un abrazo y muchas gracias!
Paula y Arnau

Ha sido una auténtica sorpresa. La atención de los propietarios ha sido excelente. Y con la comida, aunque sencilla, hemos disfrutado. Altamente recomendable.

100% recomendable. Descubrimos este lugar haciendo la ruta del Valle de Ponga y tomarnos un refresco en su terraza nos pareció maravilloso. Desde entonces, siempre que visitamos Ponga nos pasamos por allí y las experiencias siempre son perfectas. El trato es fantástico, la comida exquisita y los dueños, de lo más agradable.

La comida riquísima, el trato estupendo, muy atentos y dispuestos a atendernos en cualquier momento ya que con una llamada se adaptaron a nuestros horarios para comer, cenar y desayunar. El único bar abierto en la zona. Estamos encantadas!

Una parada espectacular. Comida excelente y atención especial. Para pasar el día. Paisajes espectaculares.

Paramos durante la ruta que estábamos haciendo de tres pueblos. La Sra. Que nos atendió muy amable y charla agradable.

Comida exquisita. Trato excepcional. El lugar espectacular entre montañas. Merece la pena sin duda.

Mucho ojo, preguntar primero los precios antes de pedir.
La comida, nada en especial, pero cundo vas a pagar…. Menudo ROBO algo exagerado.

Comida casera y riquísima. La relación calidad precio genial. Tarta de queso y coroqietas variadas muy buenas.

Sitio agradable y tranquilo, comida buena pero precios abusivos. Recomiendo preguntar antes los precios porque un cachopo para dos personas 25€ o una ración de boletus 12,50 lo veo abusivo. Vamos bastante por la zona así que con no volver, solucionado.

Bar/tienda El Cascayu.
Comida rica y trato bueno. Pero el precio una decepción. Pagamos lo mismo por una ración de 'cachopos vegetales' (que en realidad son rebozados de verduras rellenos de jamón y queso) que por un menú del día con cabrito y fabada, 15€ es un precio abusivo por esta ración. Lo que más nos disgustó fue preguntar por la carta dos veces y que nos dijeran que no la tenían en papel y que los precios no estuvieran reflejados en ningún sitio. Lección aprendida pero nos salió caro.
La pena es que la ruta era preciosa y las vistas también y esto nos dejó un regusto bastante feo, aunque lo que comimos estaba rico pero tampoco espectacular. De haber sabido el precio hubiéramos tomado otra cosa o solo un aperitivo, el cliente debe tener opción a elegir, habrá quien se quede a comer encantado de la vida.