Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
La comida es asquerosa pero la camarera te llama "mi vida", "mi tesoro", "mi gran amor". Eso sube el ánimo. Además el camarero a veces te hace bromas muy, muy graciosas. Lo único malo es que el dueño sólo te saluda cuando está despierto, pues la barra es tan cómoda que incita a dormir.
MUY SUCIO, QUEDAMOS EN LA TERRAZA Y ESTABA TODO MUY SUCIO, LAS MESAS SIN RECOGER, EL SUELO LLENO DE COLILLAS Y SERVILLETAS TIRADAS, SE NOTABA QUE EL SUELO NO LO HABÍAN LIMPIADO NI FREGADO EN MUCHO TIEMPO. SI ESTO ESTA ASI COMO ESTARA LA COCINA, NOS FUIMOS SIN COMER Y SIN TOMAR NADA
La comida bien, no venden menús sin gluten, pero en general bien. Lo único malo es que la mayoría de veces que vengo, siempre está cerrado, muy pocas veces lo encuentro abierto
Un local precioso. Ideal para ir a tomar unas cañas, vinos, comer o picar algo. Buena atención y ambiente distendido. Y la alegría llegó cuando su camarera estrella empezó a trabajar ahí. Muy recomendable.
Fantástico, una parada antes de volver a casa. Refresco y un pincho de pollo con pan crujiente que aún no he dejado de saborear. Personal muy atento, profesional y cordial. Para volver y repetir.
Atención muy servicial para los clientes habituales por lo q veia.pero para los q estamos por allí de paseo pues nada, yo lo poco q observé es a una chica q va siempre con el perro rápido le dieron una tapa de frutos secos y otros 2 que tomaban vino un cuenco delante de ellos! Yo ni me ofrecieron ni tenía nada al alcance.poco detallistas!