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Fuimos a comer y pregunte que podíamos comer. La camarera me dice que solo tienen un plato del día y unos bocadillos insípidos y secos. No teníamos mucho tiempo y decidimos quedarnos. Al irnos vemos que hay mesas comiendo raciones, con buena pinta. Se lo digo a la camarera y me dice que si yo no lo había visto. Me gustaría saber dónde. No tienen carta y ellos no lo comunican. En fin
Comida buena, la atención ha sido buena en general, pero la de la camarera Fani ha sido excepcional, muy atenta, amable, te hace sentir cómodo y atendido, tan solo por esa atención merece la pena volver.
Me gustaría destacar la profesionalidad de la camarera más jovencita, educada simpática y curranta, la verdad que aconsejo a todo el mundo a comprobarlo, seguid así formáis un gran equipo, gracias por todo.
Una buena merienda después de un buen paseo por la playa. Limpio, bien atendido, café muy rico y el bizcocho casero. Decoración marinera que le da un ambiente muy acogedor.
El sitio ofrece una buena variedad de cervezas y para estar ubicado tan cerca de la playa no está mal el precio cuando lo comparas con los sitios que tiene alrededor.
Fatal, 45 min esperando por dos hamburguesas para venir a decirnos que no tenían. Lamentable, el servicio, ignorando al cliente cuando intentas decirles algo.no volveremos, ni aunque lo regalen, nos hemos tenido que ir sin ni siquiera una explicación. Sitio nada nada recomendable.
Los camareros Bea y Moha grandes personas, excelente servicio y amabilidad! En cambio, la cocinera da mucho que desear en cuanto a actitud… eso si, la comida excelente
Pongo 1 porque no puedo poner cero, una atencion pesima, penosa y maleducada. Tardan mas de 45 minutos en atender y encima vacilan, al final tuvimos que marchar. NO RECOMENDABLE. CamarerOs y CamarerAs muy mal@s
La atención siempre es un poco caótica, parece que siempre están desbordados. Aún así nosotros somos habituales para tomar café y desde luego la chica rubia se merece un 10!
Estuvimos 5 días en el Surfcamp de Horizon y la cafetería nos daba el servicio de pensión completa. Todo delicioso, servicio rápido y los camareros un encanto (patri es lo más!)
Cafetería/Restaurante, aparte de su ubicación, próxima a la playa de Salinas, da la talla en todos los sentidos, como cafetería ideal, como restaurante menús y carta accesibles y muy bien elaborados, como terraza y bar de copas también en cumple con gran variedad de vinos, cervezas y licores. Camarer@s muy atentos y amables, que te sugieren lo que necesites.
El sitio espectacular aunque tenían algo de viento las terrazas, un chico muy moderno con pelo de color nos atendió de forma muy profesional cercana y con buenas recomendaciones, recomiendo que vayan al lugar es buen sitio para estar.
Un menú diario x 10,50€, todo perfecto, la comida muy buena y el servicio también, lo recomiendo si pasas x Salinas, mejor reservar porque se llena siempre.
Hamburguesas dobles que realmente son una bola de carne picada. Sin mucha gente tardaron 1 hora en servirlas y nos encontramos un plástico en una de ellas. Decepcionante.
Trato al cliente pesimo, los camareros parece que no tienen ganas de nada y dan un servicio en la mesa digno de cualquier establecimiento de comida rápida. A parte, no se conocen ni los platos que tienen en la carta. Yo no volvería por la incomodidad que ha supuesto toda la comida.
Los camareros atentos y agradables. Buen cafe. Pero en dos ocasiones el superior, jefe o dueño les ha hablado mal a los empleados. Me ha dado la sensacion de falta de personal
Pedimos un café corto de café y lo pusieron con mucho café por pedir un poco de leche para aclararlo cobraron 0.30 a parte y además hubo que aguantar la mala cara
Pedí la hamburguesa especial ‘Espartal’ supuestamente con pollo (además de la ternera), queso de cabra y beicon (y lechuga, tomate, cebolla caramelizada). El pan durísimo, de pollo y de queso de cabra tenía poco por no decir casi nada y de beicon pues sencillamente no había! Por si fuera poco la hamburguesa no viene acompañada de unas cuantas patatas como en otros sitios. Hay que pedirlas aparte. Eso sí la carne de ternera muy rica. Ah y un detalle que no me gustó: el camarero pasó por las mesas con una bandeja ofreciendo un pincho a los que estaban dentro y fuera en la terraza menos a mí.
Cafetería adherida a un gimnasio en el que te ponen quejas por ver un partido de fútbol cuando previamente te dicen que te lo van a poner. Llamaron la atención por haber gritado un gol y una falta durante el encuentro y como "castigo" modo jardín de infancia los 5 primeros minutos de la segunda parte nos los pusieron sin volumen. Si tenéis la necesidad de ver el fútbol id a verlo a otro sitio, pues esto es un restaurante y no es compatible con ver un partido de fútbol como en el resto de la península. Además, el dueño se queja de que venimos aquí a "imponer", cuando nos habían puesto el partido previamente, lo cual es despectivo para el turista y un error. Si eres turista no vengas a imponer nada, sino a disfrutar de una cena excesivamente cara con respecto al producto y con unas Cruz Campo. No "impongais" vuestro dinero aquí, pues la gente asidua tiene preferencia.
Muy lento y la comida escasa y muy cara para el servicio. Cobran a cada persona 1'5€ por servicio (que se supone que es el pan), que por cierto es más escaso aún.
Me pareció un lugar agradable, gente eficiente sencilla y cercana. El día ayudó con un sorprendente y, sé k volveré. Recomendable para café, comida casera.
Sitio tranquilo para tomarte el vermút.lo malo q estés en terraza y salga la camarera con una bandeja de pinchos ofrezca a 2mesas y todas las restantes queden mirando como vuelve a entrar para dentro con ellos.la verdad que eso no queda bonito.
Lo visite para un cumpleaños infantil, genial servicio, los niños atendidos en todo momento con dos cuidadores y la merienda buenísima, mi hijo es celiaco y tuvo una gran merienda.
Buena opción para los desayunos y vermut de nuestros sábados o domingos. Amplia terraza con la única pega que pega siempre el sol y en días de aire hace corriente. Por todo lo demás es uno de nuestros fijos cada día que vamos a Salinas a caminar.
Bar clásico. El personal atento y amable. En cuanto a la comida, creo que la hamburguesa que comí es comparable a a morder la suela de las zapatillas que tengo para estar por casa. Seca muy seca, con el pan duro y unos vegetales sin aliñar. Un tinto de verano servido en una copa con restos de pintalabios que el camarero me cambió sin ningún problema. Mejorable.