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Tere es un encanto, menu a buen precio y buena calidad. Ambiente bueno y por lo menos en mi caso mi perro siempre es invitado a un pinchin de tortilla.
Tomé algo en la terraza y me resultó muy desagradable porque la dueña/ encargada llamó la atención - de muy malos modos- a una señora porque su perro estaba haciendo pis en el jardín junto a la terraza. Se montó una discusión muy incómoda e incluso llamó al dueño/encargado para que saliera. Me resultó realmente violento. Una situación innecesaria y fuera de lugar. Es un jardín público y en todo caso le podía haber pedido educadamente que se alejara un poco, aunque creo que nadie en la terraza había reparado en el perro. Muy cutre. No volveré.
Te insto a que compres comida y bebida en otro lugar, incluso si estás hambriento y no puedes moverte, si es posible, gatea hasta otro establecimiento.
Llegamos a desayunar un domingo. Nos sentamos en la terraza. Me acerqué a la barra a pedir 2 cafés medianos y dos pinchos de tortilla. El precio de los pinchos de tortilla en el escaparate (según etiqueta) era de 1,95 euros. Al final nos cobraron 9,40 euros. Me pareció caro, de hecho nunca me habían cobrado tanto en ningún sitio de Gijón y alrededores. Siento la crítica negativa.
Es un restaurante pequeñito con excelente comida. La atención es muy cálida y su dueña es una magnífica chef La comida es de primer nivel, muy, muy buena, no dejen de probar el revoltijo de gambas con setas y tiene una paella espectacular!
Comida abundantísima y de calidad. Comimos un bacalao delicioso que no tiene nada que envidiar al de Portugal. La gerente es atenta y te hace sentir como en casa. Gracias Tere por todo.