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Infortunadamente tengo que decir que en mi primera experiencia no fue muy bien, ya que mi pedido no llegó a cocina y tardaron una hora y 15 minutos para entregar mi pedido.
Hamburguesa pollo con muy poca variedad, de carne tienes más. Tamaño OK pero el pollo poco pasado por lo que me la han cambiado a mi petición. La de pollo, para mi gusto, nada reseñable, sin una salsa rica, sin picante, sin nada. Muy sosa. Patatas fritas Racion OK pero se quedaron hasta apelmazadas. La de carne con trufa a mi acompañante tampoco le gustó mucho. Mejor las crunchi patatas con carne desechada. En resumen el lugar y atención OK. ( t dan un número y t llevan a la mesa la bandeja) Ninguna repiteremos.
El local desbordado e incapacitado para atender una demanda como si fuese un sábado normal. 1H esperando la comida, el de la barra poco mas y se rie de ti diciendote que los pedidos son mas caros pidiendolos en el kiosco que tienes a la entrada que pidiendolos en barra, AMBOS EN EL MISMO LOCAL, alucinante. En el kiosco no hay carteles con el numero y por tanto tampoco te deja avanzar, en definitiva, si os estais pensando cenar aqui, yo me lo pensaria dos veces. El trato es tercermundista.