Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Lo mejor de leer reseñas de diversas opiniones es ver que todo el mundo es perfecto, menos cuando se trata de los demás que siempre son malvados. Me explico.
He leído reseñas donde critican al establecimiento y, sinceramente, es un caso donde Internet creo que no tiene razón. Nosotros llegamos allí sin leer ninguna de ellas, de hecho, días después ha sido cuando las he visto y me han sorprendido. Guardo un grato recuerdo de lo que pudimos comer en este restaurante y en especial del chorizo a la sidra ya que no volví a probar otro igual en una semana que estuvimos por Asturias. Un chorizo sin excesivo aceite y con la cantidad justa de sidra. Si nos dejan una barra de pan, le hubiéramos dejado el plato impoluto.
Además, pedimos también unas croquetas de cabrales y unos chipirones. Todo ello en dos ocasiones porque nos tomamos algo para picar y tras darnos una vuelta por toda la zona, decidimos volver de lo que nos había gustado el sitio por su calidad/precio.
Sinceramente, recomiendo que coman aquí, piquen algo o lo que quieran, de hecho, hay bastante gente de la zona que ya lo hace. Por algo será.
Los camareros encantadores, super amables y disponibles. Pedimos chorizo a la sidra y mejillones tigre, ambos bastante ricos, los mejillones sabian mucho a marisco pero estaban ricos
Restaurante local. Comida asturiana. Nos atrajo la fabada y el cachopo, aunque no me entusiasmó este último de lomo (lo especifica el menú). Recomendamos: fabada, paté de cabracho, dorada y flan de queso. Menú: 18€
Trato agradable y buen servicio.tapeando con cervezas, acertamos pidiendo chorizo a la sidra (delicioso y suave para el estómago) y cebollas rellenas. Bastante bien el sitio
Las camareras atentas pero sin mucha idea para explicar detalles de la carta. Nos han puesto rabas, que no aparecían en la carta, en lugar de los calamares que habíamos pedido. Cuando se lo hemos comentado nos han dicho que ellas no tenían ni idea, han tenido que preguntar en cocina.un poco desastre
Trato desagradable, viendo las reseñas, ha sido un acierto que no nos quisiesen dar de comer. Ni unas miserables aceitunas de pincho, todo muy frío. Una experiencia para no repetir.
El restaurante dentro es muy pequeño, pocas mesas, por eso tuvimos que esperar, pero el servicio está bien y la comida normalita. Comimos de menú y no está mal de precio.
Todo está fatal! Comida mala, congelada! Servicio terrible. No aconsejo a nadie comer allí. No lo he visto nada igual. El sitio malo, sucio y asqueroso! Respuesta al propietario: Un poco de respeto? No hemos discutido, no lo hemos reclamado nada. Y afortunadamente no tenemos problema en la pareja. Lo único que hemos hecho intentar cenar algo. Y hace una hora hemos pagado 20 euros y hemos dejado dos platos en la mesa sin comer. Y usted lo ha visto que no hemos comido. Lo reafirmó. Incomible, sucio y asqueroso!
Hola psicólogo aficionado, soy el marido según Vd.con “problemas de pareja” de quien reseñó nuestra desagradable estancia en su establecimiento. Ya resulta esclarecedor de su personalidad, que a una crítica sobre la calidad y elaboración de sus productos, conteste sobre la situación personal o afectiva de sus clientes. Claro que tras ver la inmensa mayoría de reseñas negativas y coincidentes con las expresadas por “mi pareja” que obtiene en redes sociales, da la impresión de que su Casa Juanito es un lugar de encuentro de parejas con problemas. En cualquier caso, ratifico todo lo expresado, servicio y comida indigna para un bello pueblo que atesora establecimientos con mucho mejor hacer gastronómico. Un cordial saludo, y no se moleste en agradecer nuestra segura ausencia de su establecimiento.
No me ha gustado el trato dado, pedimos con la cerveza si podiamos pedir un aperitivo y nos dan la carta de raciones. Poco después llegan lugareños y piden cerveza y aceitunas. Además, nos ponen pan sin pedirlo con la ración contándonos 1€ por el mismo.
El Restaurante está en el corazón de Ribadesella. Es un sitio con mucho encanto. El personal es muy correcto y amable. Ña comida está muy buena y con muchas opciones para elegir. Además tiene tapas para picar muy rocas y típicas también. Enhorabuena!
Una mala experiencia por resumirlo. La calidad pésima. Tomamos calamares que estaban incomibles, duros y fritos en freidora con un aceite ya usado en muchas frituras. De segundo pedimos croquetas de cabrales, PESIMAS, industriales y malisimas. Para rematar pedimos una tarta de queso, que es la peor calidad que he probado en mi vida, insípida e industrial de las peores. Los precios para incautos como nosotros, con la calidad que nos dieron, la relación calidad y precio es una estafa. Cuando le comentamos al camarero la pésima calidad de los productos se limitó a encogerse de hombros. No vayáis, es un sitio para olvidar, PÉSIMO
Comida sencilla, sabrosa y a muy buen precio en pleno centro de Ribadesella. Buena atención y buena terraza. El que no trabajen la sidra no creo que pueda considerarse negativo. La sidra, en las sidrerías! Edito: pedid los bocartes con jamón. Están buenísimos!
El lugar excepcional, la comida muy buena y con las cantidades generosas (el camarero si ve que tienes mucha comida, te lo dice, cosa que es de agradecer). El trato estupendo. Para repetir sin duda Los postres son todos caseros, de los mejores que hemos probado.
Una estrella y ya es demasiado, el Cachopo de Carta es minúsculo, para una niña de 12 años y se ha quedado con hambre, nos traen una botella de vino abierto y la fabada del menú, con las "fabes desechas" de postre solo tienen natillas o helado, discusión del camarero con el cocinero para amenizar mientras esperas del primer plato al segundo. El café con un tamaño ridículo y la atención muy muy seca. Cuando hemos salido hemos visto el restaurante de enfrente, mismo precio y nada que ver. EN ABSOLUTO RECOMENDALE
Llevamos media hora esperando. Hemos pedido bebida fuera del menú y ni unas aceitunas. A parte 3 menús, ni el pan aparece. El camarero un borde, el de la terraza. No les queda casi nada del menú y encima contesta mal. No vengáis con prisa ni con hambre.
Mal servicio, mala calidad. Tuvimos que rechazar un plato de calamares por duros y mal fritos y nos lo cobraron. Como para no volver y por supuesto no se lo recomiendo a nadie.
Relación calidad precio, nefasta. Nos sirvieron como si nos estuvieran haciendo un favor. De dos camareros, uno, era desagradable y mal educado. Un plato de calamares fritos, estaban duros y totalmente incomestibles, nos lo quitaron pero si lo cobraron. Nada recomendable. Mejor, un bocadillo.
Buena comida de tapeo y buen servicio. A pesar de que iban saturados de trabajo y cortos de personal por alguna baja de último minuto, el camarero se esforzó por atendernos rápidamente. Exquisitas las croquetas variadas.
Leyendo el tema del servicio nosotros debimos tener suerte, porque estuvieron atentos y educados. No era temporada alta, pero aún así estaba lleno. La comida riquísima. Cogimos el menú y de 4 platos distintos que elegimos los 4 estaban buenos. Además para los niños te dejan coger el medio menú, que nos vino muy bien.
Mala atencion, pedimos una consumicion con una tapa y nos dicen que la cocina no esta abierta hasta la una pues en ese momento eran las 12 lo cual luego vemos qus si sievieron tapa en otra mesas creando indiferencia y ademas es muy. No volveria jamas
Empieza bien, llegamos al sitio inocentes de nosotros, pedimos una botella de sidra, para nuestro asombro, na de na, ya con la alarma activada decidimos pedir pastel de cabracho, totalmente pastoso, menos mal que en el plato iba un poco de mayonesa de bote y panecitos tostados porque fue lo único comible de toda la noche.y una de patatas bravas, puede ser que hayan sido las peores patatas bravas de mi vida, patatas congeladas de bolsa, arinosas y algo llamado salsa brava con tomate y mucho picante. Sin duda puedo decir que es el peor sitio en el que he comido en 1 semana, chicote ves para allá que tienes faena.
La comida bien, situado en un bonito lugar de ribadesella, pero el servicio pésimo. Desde el primer momento de sentarnos los camareros brillaban por su falta de educación, especialmente la chica, una chica joven pero gracias a dios la juventud no está reñida con la educacion, y es que si te sientas en un sitio a cenar esperas ser atendido " normal", totalmente entendible que en temporada alta son dias de mucho trabajo y uno puede estar cansado, pero de ahi a que te dejen con la palabra en la boca cuando te estas dirigiendo a ellos para pedirles algo, que su cara sea un poema cada vez que te miran o que cada vez que vas a pedir algo parezca que te estan perdonando la vida pues. Sinceramente la comida puede ser normal en cualquier lugar de la bella Asturias, pero si el servicio tiene la talla del mesón Juanito mejor visiten otro lugar.
Pésima atención. No quiso darnos mesa para comer, decía que estaban reservadas y veo que se la dan a otras personas que tampoco tenía reserva, veo una mesa libre y me dice que para cinco personas no, y habían seis sentadas. El el bar de al lado "La mar salada" Un trato como Dios manda, majos y buena comida.
Comer mal y caro en Asturias es complicado, pues este "bar" lo cumple todo. Una ración de chipirones a la plancha congelados, microscópicos, fríos y malos por 13€ Un filete frío con cuatro hojas de lechuga y patatas 11€ y una botella de agua de plástico 3,20€. La camarera bastante borde y mejor si no os da por entrar al baño y pasáis por delante de la cocina porque salís corriendo. Se come muchísimo mejor y más barato en muchos otros sitios de Ribadesella. No sé cómo sigue yendo la gente a comer a este sitio.
Si no vas a comer o cenar te desprecian como cliente, cosa que entiendo si es horario de cena pero a las 18h de la tarde… nos sorprendió que no nos dejaran sentarnos teniendo 4 mesas libres…
Llegamos a las 15: 30 en Agosto y te dicen que han cerrado la cocina mientras ves sacar platos media hora después.vaya tela.la simpatía de los camareros brilla por su ausencia
La comida es correcta, no diría que es mala, pero en Asturias por lo general se come bien. El punto negativo del sitio fueron los camareros, la atención fue TERRIBLE. En concreto la chica daba la impresión de haber perdido las ganas de vivir, a veces incluso miraba al cielo con un gesto que era realmente desagradable. No recomendaría comer aquí la verdad, aunque la comida esté bien, no merece la pena que te traten así.
El trato muy bien, después de pedir al camarero nos miró extrañado y al poco salió creo que el encargado y muy amablemente nos aconsejó que habíamos pedido en esceso, le hicimos caso y el menú perfecto tanto cantidad como calidad a un precio correcto.
Comimos dentro del bar y el camarero que nos atendió muy amable En cuanto a la comida todo bastante bueno, a destacar el chorizo a la sidra que pedimos que podría mejorar, por lo demás estupendo Volveremos!
Mala experiencia. Nos sentamos a tomar algo y no tienen preparado nada de cocina a las 12: 30. No sacaron ni una tapa para a acompañar la bebida. No lo recomiendo.
No sabía que en Asturias se podía comer mal: pésima atención, comida de comedor de colegio, precios inflados.
A continuación detalles: -Camareros bordes, ignorantes de su trabajo y tomando mal las comandas. El que nos atendió a la mesa cometió 7 errores que hicieron la comida desagradable. -Cachopo diminuto, de sabor parecía un san jacobo. Croquetas congeladas y poca cantidad. Los calamares eran rabas y estaban correosas. No sabían qué era "vino de la casa", sirvieron mal el tinto de verano, trajeron el pan al final del servicio, etc. -Después de 50€ de cena nos quedamos todos con hambre, nos hemos ido a recenar. -Entre plato y plato tardaron muchísimo.
He sido camarera muchísimos años, me dan vergüenza estos compañeros de oficio, pero más debería a ellos avergonzarles ofrecer ese servicio y precios. Para eso, poner "tasca" y ofrecer precios populares. Puede que hasta aguante vuestras malas caras que parecía que os dolía atendernos.
Nada recomendable, hay una camarera mal educada q nos dijo de muy malos modos q o comíamos (donde nos sentamos) o no podíamos sentarnos en la mesa q escogimos. Que eso era lo q había. Nos fuimos sin pensarlo y mientras nos íbamos nos miraba a lo lejos desafiante.y eso q no le dijimos nada.q era para haberla dicho de todo!
Se come bien, como en cualquier sitio de Asturias pero la atención es pésima por parte de los camareros. El único más educado el que parecía ser el dueño del bar. Recogiendo la mesa un camarero tiro los platos encima de mi pareja y sus únicas palabras fueron "hostia ***a". No lo recomiendo, hay muchos sitios mejores.
La comida no acompaña con el lugar. "Cachopo" de menú, que parece un San Jacobo, pero solo con un mini filete de lomo de un par de milímetros, rebozado, con patatas y ensalada de relleno en el plato. Las fabes sin más, poca variedad y calidad. Muy caro para lo que ofrecen de menu a 15€ y medio menú a 13€. No lo recomiendo.
Muy mal educados. Se han confundido entre ellos dejándonos estar en una mesa q querían para solo comidas y el trato ha sido pésimo, a parte d no dejar sentar 2 amigos más, total x media hora q hemos estado
Le comenté a un camarero que era celiaca, me dijo que no había problema. Una vez sentados, mientras tomábamos algo, a la hora de pedir, otro camarero me comentó que no me podían hacer nada porque la cocina era muy pequeña. Así que sorprendidos con el comentario y la actitud del camarero nos fuimos.
Genial, el personal muy amable, las comidas muy ricas y de buenas raciones. Hemos pedido calamares, pimientos de Padrón y croquetas de boletus y trufa. Todo buenísimo pero sobre todo las croquetas las recomendamos. Muy buenos precios. ¡Volveremos!
Para ser un menu de 15€, muy deficiente. Espaguetis con cabrales solo ponen un poco de salsa muy líquida. Cachopo de lomo, un empanado cutre de lomo adobado.
Un lugar excepcional en pleno centro de Ribadesella. El servicio y el trato al cliente es inmejorable. Para picar tiene unas raciones muy ricas y generosas. 100% recomendable.
Mala calidad ya que los chipirones a la plancha olían mal, croquetas congeladas y llenas de aceite, el chorizo a la sidra estaba pasado, las zamburiñas sosas y secas, las patatas al Cabrales eran de gajo y congeladas. Y escasas de salsa. Bastante caro para la calidad de la comida. Encima no disponen de sidra
De 10. Estuvimos a mediados de agosto. Tienen buena atención al público en general, se come muy bien y todo espectacular, recomiendo la fabada y los escalopines con salsa cabrales. De postre la tarta de la abuela creo que se llamaba, riquísima, con un toque de nata por dentro, súper cremosa. Estuvimos muy cómodos en la terraza, a pesar de que lloviera, nos metimos hacia dentro del toldo y comer viendo como llueve, es precioso. Me habéis encantado!
Intentamos tomar el aperitivo en este sitio, cuando estábamos hablando con un camarero acerca de qué mesa ocupar, salió el IMPRESENTABLE del encargado y de manera maleducada y grosera interrumpió la conversación, para decir a gritos que si llovía nos mojariamos. Con un personal de tan mala presencia y formas, se nos quitaron las ganas de consumir allí
Hoy fuimos mi pareja y yo a pesar de las malas críticas y sinceramente nos ha sorprendido muy gratamente. Pedimos una ración de croquetas y unas fajitas de pollo y estaban buenísimas y súper abundantes. Pedimos 4 tercios de cerveza y todo han sido 30 euros. El trato del camarero fue inmejorables.
Bar idílico para tomarse unas buenas cervezas y picar algo. Su localización, junto con el trato al cliente hacen de este bar un lugar excepcional. Camareros muy amables y serviciales. Muy recomendable para todo aquel que quiera tomar algo en la Villa.
No hemos llegado ni a sentarnos en el bar lleno nos dice que está cerrado de muy malas formas chasqueando los dedos para que nos fuéramos Menos mal que no nos hemos sentado un impresentable sin educación
Doy dos estrellas porque el camarero fue muy amable pero no tienen muy buena comida. Pedimos pimientos del padrón y nos los trajeron medio crudos. Y también pedimos chipirones a la plancha y soltaban un fuerte olor como si estuvieran malos, tuvimos que devolverlos.
Las croquetas al cabrales ricas pero las alitas de pollo un aspecto de resecas y añejas que tiraba para atrás. Yo hubiera dicho que no tenía antes de sacar eso.
Fui en 2020 a comer a este restaurante y he decir qué el restaurante estába muy mal la comida era malísima y los precios no eran para nada concluyentes con el servicio y comida del bar. Las fotos de la comida del restaurante han cambiado a peor, por lo menos cuando en 2020 no es una comida buena. Hay tantos bares en Riba de Sella, que es mejor buscar otro e ir allí a comer. No merece la pena.
El local mejoraría si fueran un poco más simpáticos. Además, soy celíaca y he preguntado qué raciones podía tomar y me han dicho que si buscaba comer algo que ahí yo no podría.
El camarero fue muy atento y amable, pero no desinfectaron las sillas con el cambio de cliente. En cuanto a la comida, por el precio que tenía no estaba mal: patatas bravas congeladas que parecían recalentadas y chorizo a la sidra que estaba pasable.
Si quieres comer mal y que al mismo tiempo te traten mal éste es tu sitio. No voy a añadir mucho más a las reseñas que ya ha realizado la gente. Si estáis por Ribadesella es mejor evitar la plaza de la Iglesia para comer
Buena localización pero comida de baja calidad. Fritos con mucho aceite en el plato. Champiñones directos de la lata. Precio alto para la la calidad del producto.
La cortesía y las buenas intenciones del camarero no sirvieron de mucho; después de ver ciertas cosas.
Cómo poner unos tigres del revés en una comanda, secarse el sudor con papel por dónde salen ciertas comidas, recoger cosas del suelo y seguir atendiendo sin lavarse las manos.
En estos tiempos la higiene tiene que ser máxima y mucho más de cara al público.
Muy deficiente. Las raciones son bastante pobres, muy escasas para el precio que tienen. Nos han cobrado 4,40 por cada cerveza y ni siquiera se han dignado a tirarlas, ya que nos han puesto unas latas. Nos han cobrado hasta un euro por un poco de pan de hace dos días. Por último, la limpieza inexistente, los baños del bar estaban más sucios que un estanque, llenos de orina. Con el tema del covid deberían aplicarse un poco más. No volvería nunca más.
Es un buen sitio en un lugar bonito, y el trato es bueno. Pero en el tema de la comida la cosa cambia: Los calamares fritos no son caseros, se nota que son congelados y están más duros que las piedras. Las raciones muy caras y escasas. El queso para que pareciese que había más lo partieron en cuatro trocitos. El pulpo estaba muy malo, estaba pasado y muy aguado, no sabía nada bien, y encima había poca ración, los pimientos del padrón estaban buenos pero como no, escasos. Y el colmo; ¡No venden sidra! Un lugar donde la sidra es de lo que más se trabaja. Le doy un dos por que nos trataron bien.
Una vergüenza. Las raciones son de risa, los precios desorbitados y la calidad deja mucho que desear. Lo que no se puede hacer es aprovecharse del turismo, yo no vuelvo.
Nos confundió el hecho de ver a bastante gente en este sitio. Craso error. La mayoría estaban allí tomando algo y no cenando. Nada más sentarnos a la mesa y pedir la cena, una cucarachilla se paseó entre la pared y nuestra mesa, hasta que le dimos muerte. Eso fue solo el principio. Las hamburguesas, la "especial Juanito" y la sin pan, pequeñas, de mala calidad, y peor presentación. Los choricillos a la sidra, solo verlos, daban grima. No quisimos ni pedir café ni postres, huimos en cuanto pudimos. Un día más tarde todavía padecemos las secuelas: ardor de estómago debido al aceite que seguro utilizan requemado.
Lamento no haber leído las reseñas antes de sentarme. Todo cierto. Yo pedí la ensalada de setas tibiay era un bote de xitaque volcado sobre lechuga. Que costaba saltear unas setas frescas sobre una ensalada? El cachopo excesivamente crudo
Lo que no entiendo es que un local que tiene las criticas que tiene no haga por remediarlo Cómo no se puede trabajar la Sidra estando en Asturias?
A parte.y ya de forma generalizada (no sólo en este local), echo de menos más profesionalidad y simpatía en el servicio: parece q a los turistas nos vale cualquier trato