Centro de Turismo Rural As Veigas

Me encantó, descansé, estuvimos en la Casa del Cura, la casa está muy bien hasta seis personas, se está de relax.
Sales y te encuentras este paraje y sales a andar y disfrutas de naturaleza.
Comer en el mesón de lujo.
Repetiré.
Gracias por el trato.

Nuestra experiencia comiendo no fue buena. Y por mas que el entorno sea precioso no recomiendo comer allí.
Un cuenco de fabada 12 € alguno sin compaño. Cecina cortada a hacha. Nos falta pan, nos faltan vasos, nos faltan platos.
La comida no estaba mala, pero cara para los tamaños y el trato amable pero poco profesional.

Muy típico. Paisaje de cuento. Ideal para senderismo y barbacoa. Con río, bares y zona recreativa.

Un lugar muy bonito.
Fuimos andando desde Taramundi y llegamos a esta Preciosa aldea. Hemos comido allí mismo, comida muy rica y lugar acogedor y calentito.
Merece la pena acercarse hasta este lugar.

Pasamos un finde muy agradable con unos amigos.
Si tuviera que poner una crítica diría que las casas son algo frescas de noche. Pero eso hace que duermas más agustito con las mantas.
La atención estupenda, el desayuno espectacular y la aldea es preciosa. Sin hablar del entorno donde se encuentra, que es espectacular.
Volveremos pronto, sin ninguna duda.

Qué sitio más bonito, de cuento.
La comida muy bien, el requesón con miel y la tarta de queso increíbles.
Volveremos.

Un lugar mágico, parece salido de un cuento. Hemos venido por segunda vez ya que este lugar te enamora desde el primer momento.

Maravilloso lugar! Comida espectacular, mereció la pena esperar ya que íbamos sin reserva! Volveremos!

El sitio es espectacular lo conozco desde hace 17 años.y he visto cono iba evolucionando
Siento que los propietarios no sean agradables con los clientes.
Hoy he visto cono más de 6 personas se iban sin comer del lugar por las malas formas de sus dueños. Es una lástima que un sitio tan maravilloso esté en manos de personas así ya que hace que la experiencia no sea tan buena como debiera y como merece este lugar tan increíblemente bonito.

Que maravilla de lugar, atravesar ese puente ya augura todo lo bueno que viene detrás, sitio inmejorable, comida muy casera, no sabria decir que es lo mejor, el requesón con miel, todo casero por decir una esquisited. Sólo gracias (MAESTRA)

No es fácil encontrar un lugar tan idílico
Muchas gracias por existir.
Buena comida y tiene apartamentos!
Confirmado: el puente resiste

Pasamos un fin de semana maravilloso en la casita para dos personas, el sitio es maravillosocomo sacado de un cuento, comimos el último día en el restaurante y además de bonito la comida estaba estupenda.
Levantarte por la mañana en este paraíso no tiene precio, además el entorno es mágico, volveremos sin lugar a dudas.
Gracias Rosa

Una comida espectacular al finalizar una caminata preciosa. ¡La tortilla de Cabrales no te la puedes perder!
Rosa es un encanto y mi cuñado le ha contado un chiste y todo.

Toda una sorpresa la aldea. Cuando llegas y, de repente te encuentras con el puente de madera te quedas impactado, y te preguntas ¿aguantará el peso del coche? Pero ves un cartel que te dice "el puente resiste" y por fin te decides a pasar sobre él para acceder al aparcamiento. La aldea, casas, entorno del río cuidadísimos. Hemos comido en el centro turístico de maravilla, incluso preguntamos si podríamos comer a las 13.30 y sin problema. La cecina, truchas y el requesón con miel buenísimo. Enhorabuena a los vecinos por el encanto de la aldea.

La aldea es casi de cuento, incrustada en un valle donde solo se escucha un riachuelo, la carretera para llegar es muy sinuosa aunque perfectamente asfaltada.
Estuvimos en la casa del cura, tiene de todo para pasar unos días y es perfecta para dos parejas, y aún hay otras dos camas algo más pequeñas en un altillo
En el restaurante recomendable la tortilla al Cabrales y los chorricillos
Para repetir

Fabes, churrasco, tortilla y sidra. Sencillos pero se acercan a la perfección en las fabes. El lugar es único y espectacular.

La limpieza dejaba bastante que desear, el trato fue malo y los precios altos para lo que nos ofrecieron, por lo que no es recomendable. No volveremos.

Pueblo con encanto. El acceso no es el mejor pero puedes dejar el coche en el mismo pueblo. En el mismo sitio donde dejas el coche hay panales de abejas ¡CUIDADO!

Un lugar idílico en medio de las montañas. Después de caminar por las rutas fue el final perfecto en su restaurante. Comida casera muy sabrosa y a buen precio. Tuvimos que descansar un poquito tumbados en el prado al lado del río para coger fuerzas y seguir caminando.

Siempre es magnífico volver a este lugar tan precioso y disfrutar del ruido del río, la tranquilidad del pueblo, la estupenda comida y el paisaje.

Sitio con mucho encanto. Comimos muy bien y a muy buen precio. Compramos miel natural de la zona. La gente muy amable. Sin duda un lugar que visitar.

Un lugar maravilloso, la comida, rica nada del otro mundo algo cara pero totalmente comprensible por el lugar. Al final fuimos a comer aquí por el entorno y el comedor decorado con elementos etnográficos, no por la comida en si

Llamamos por teléfono para pedir mesa, y como íbamos con perro nos puso en la peor mesa qué había, era mejor no llamar porque luego llego más gente con perro y se pusieron en una mesa más cálida y el perro en césped, mientras el nuestro en pizarra.
Además la señora nos pregunta Si el perro va a molestarle.
Luego pedimos sopa y churrasco y ensalada y nos ponen todo junto, mientras se toma uno la sopa, el churrasco enfriándose en la mesa, un horror y ya a la hora de pagar no hay datáfono y lo intentamos hacer por bizum nosotros y la mesa de al lado, pero no podemos porque no hay cobertura, con lo cual nos vamos y la señora muy nerviosa nos pide que la llamemos cuando hagamos el pago, tanto la otra mesa cómo nosotros nos vamos incómodos por no poder pagar en el momento.
Al final pagamos cuando pudimos con cobertura y avise a la señora para quedarme yo tranquila.
El enclave es espectacular pero el restaurante no vale un colin.
Servicio pésimo.

Despues de la caminata "la ruta del agua" encontrar este rincon es como ver un oasis en el desierto.pedir miel mucha miel en vuestro postre.es un lujo y el local y el entorno precioso.igual con suerte os toca una mesa de piedra junto al rio.yo no la tube pero se veia muy lindo

De dificil acceso por una carretera muy empinada pero merece la pena. Te trasladas a otras épocas. Muy cuidado y en un precioso paraje. Buen sitio para comer o alojarte.

La aldea es muy bonita, un lugar idílico de difícil acceso, ya que la carretera tiene muchas curvas cerradas en pendiente. Íbamos con intención de comer cachopo pero no tenían, así que pedimos churrasco que estaba muy bueno y las patatas caseras también. El problema vino con los postres: pedimos 2 tartas de queso y 3 cafés con leche. Las tartas de queso no es lo que uno imagina cuando pide una tarta de queso, era una copa con un tipo Filadelfia dulce y mermelada, parecía más una panna cota. Y nos trajeron un termo con café. Después nos dimos cuenta que en la carta pone "café de puchero" pero hubiéramos agradecido que nos avisaran. Pedimos leche para acompañar el café pero nunca llegó. Los camareros estaban bastante perdidos. Así que al final nos fuimos decepcionados habiendo pagado un café que no tomamos. Pagamos 24€ por 3 raciones deliciosas de churrasco con patatas y 18€ por 3 bebidas, pan, 2 "tartas" de queso y 3 cafés

Parece sacado de un cuento! Nos quedamos a dormir allí 3 noches y nos encantó, la pena fue tenernos que marchar:) También comimos y cenamos en el restaurante, la comida riquísima y el trato genial. Se lo recomendamos a todo el mundo! No comparto fotos porque no cabía en la cámara lo bonito que es, hay que ir y verlo en persona (:

Lugar idílico y mágico. Un auténtico remanso de paz. Comimos en el restaurante un buen churrasco a un buen precio. Y ya sabes. El puente resiste ;)

El descenso hasta As Veigas, por una sinuosa pero segura carretera de montaña, te hace vislumbrar la belleza que te espera. Y es que en el fondo del valle, en un claro en medio de tanta frondosidad boscosa, aparece una aldea que apenas ha cambiado su aspecto desde hace siglos.

Tres casas y el mesón forman este lugar encantador y mágico.
Fuimos a comer, y aunque muy concurrido pudimos entrar en el segundo turno sin alargar la espera demasiado.
Carta pequeña pero muy sabrosa y casera. Calidad precio excelente! Muy recomendable

Un sitio mágico con la comida riquísima. Cada año que vamos de vacaciones y estamos cerca pasamos para comer las truchas blancas de río. Y la sidra que te lo enfría en el río.

Está un poco retirado y la carretera es para ir con cuidado pero merece la pena
El entorno es inmejorable, buen trato y buena comida
Recomendable