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Es un lugar para comer, la comida excelente! Cantidad y calidad excelente. Pero el lugar tiene bastante suciedad de polvo, unas cortinas que si las tocas aparece niebla en la zona. Necesita también una revisión de insectos ya que hay muchos en las ventanas, observándose insectos muertos en las repisas de estas o subiendo por estas. Para volver si lo limpian un poco; cuidado con los alérgicos al pilvo
Fenomenal atención en un antiguo edificio reconvertido en restaurante. Muy agradable. Y la comida, espectacular, un potaje de verduras con su carne, exquisito, y nada pesado. Un bacalo muy rico y uno de los mejores cachorros que he comido. Además, casi toda la carta es adaptable para celíacos. Para volver y recomendar.
Fuimos por casualidad pues estábamos de paso hacia Madrid y paramos a comer. No lo conocíamos. Comimos de menú y nos gustó mucho. El tamaño de las raciones son muy buenas y el precio del menú también. El ambiente del local es muy agradable. El restaurante está en la primer planta y la baja es más tipo bar. Todo lo que comimos estaba muy rico y bien presentado. Muy recomendable. Además, me dejé el móvil allí y, muy amablemente, me están ayudando para que lo pueda recuperar. Muchas gracias.
El sitio es agradable y con atención amable por parte de los propietarios. Probamos el menú del día con la comida de buena calidad, buen sabor y porciones generosas. El vino incluído en el menú fue sabroso y de buena calidad. Recomendable.
Hay que notar que el horario es solo por las mañanas y hasta las 4pm.
Sitio fantástico, casona antigua pero el comedor muy acogedor. La mantelería, la vajilla y los cubiertos de primera calidad. La comida muy buena y muy abundante. Precio muy bueno. El trato excepcional. No es la primera vez que voy y seguro que repetiré cuando vuelva por Pravia. Muy aconsejable sin duda.
Comí de paso y bastante bien. Entre semana tienen un menú muy decente, los fines de semana no lo sé. Primer plato, segundo, bebida, pan y postre. Comida casera tradicional, en Asturias es difícil comer mal. En mi caso comí de menú del día un arroz con callos y una merluza a la romana, y de postre un arroz con leche. Todo rico y casero. Buenas raciones, no exageradas. El personal amable y te pueden recomendar sí tienes dudas. No le pongo la quinta estrella porque en el comedor, al menos la zona que nos tocó, hay poca luz y se hace un poco lúgubre, estaría mejor con una buena iluminación, pero en general todo bien. Relación calidad-precio correcto, ni caro ni barato.
El sitio esta muy bien. Hemos pedido un cachopo de lomo tierno (12€) y un revuelto de gulas, gambas y ajetes (14€). Para nuestro gusto el cachopo estaba bueno pero el revuelto no es para tanto y el precio demasiado
Muy buen sitio, lo encontramos de casualidad, nos fiamos por los buenos comentarios, y no nos ha defraudado. Buena relación calidad precio, buen servicio, y un cachopo muy recomendable.
Restaurante con mucho encanto, situado en un edificio histórico (la casa del embajador) en el centro de la villa praviana. La comida sin dejar de ser comida tradicional, Gustabo Alonso le da su magia personal, nos dejamos aconsejar, y fue todo un acierto, platos muy bien presentados vajilla, cubertería y mantelería sobresalientes y servicio y trato espectacular.
Trato exquisito, cercado y muy amable. Cocina muy buena y selectiva, postres caseros y buenos. Lo mejor del sitio es la amabilidad y cercanía de sus regentes. Gracias por darnos de cenar llegando casi a las 23: 30h.
Comida buena y sencilla. Menú del día del domingo 25 euros. Pastel de cabracho, el de siempre, rico; marmitako, buenopero; codillo, ma gustao; cachopo, muy sabroso, y bombón de bacalao, delicious. Pan sobresaliente y vino de la casa óptimo. Atención exquisita. La cuenta, demasiado abundante y salada. Se me atragantó y me repitió toda la tarde