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Un buen sitio para comer buena comida y de calidad. Yo y mi pareja pedimos bonito y cerdo y buenísimo después el postre era de higos y helado de almendras una exquisitez. Volvería a comer aquí sin dudarlo
De abundantes no tienen nada, la verdad que poca cantidad, y nada sorprendente, pagas un pastizal para nada, 80 euros tirados a la basura, el bar de al lado mucho más lleno y la gente comiendo, en este nada de nada, para no volver a caer ahí nunca
Pedimos varios platos, destacan las croquetas de bacalao y los puerros confitados, trufa-miel y cecina eco. El postre, nos dejamos aconsejar por el chef y acerto, tarta de chocolate y helado de vainilla. Buen trato y sitio agradable.
La comida es deliciosa. Si están de temporada, siempre tienen todo tipo de setas. Platos elaborados, abundantes y bien preparados. Buen servicio y amables. No reservan mesa, con lo que si llegas y no hay sitio, tendrás que esperar. Excelente zona para tomar algo (calle peatonal) situada en el centro de la ciudad.