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La primera vez que estuvimos en el Restaurante Marroncin fue hace casi 20 años, por recomendación de unos familiares que estuvieron y nos lo recomendaron. Y desde entonces no hemos fallado. El restaurante está ubicado en un enclave natural privilegiado, junto al río, y rodeado de ese exhuberante verdor que inunda todos esos bellos paisajes. El establecimiento es muy acogedor y cálido, al igual que su gente. La comida es totalmente casera y de muy alta calidad. Totalmente recomendable y muy fácil de llegar, al pie mismo de la carretera que baja del puerto y con zona para aparcar en su interior.
Había pasado por delante del hotel en otros viajes, me alegro de haberme hospedado esta vez en él. El sitio es increíble, la atención de los propietarios exquisita, son encantadores. Me ha sorprendido gratamente encontrarme en la habitación una estantería repleta de libros de calidad, al igual que en el comedor. Sin duda repetiremos.
Familia encantadora y estancia estupenda durante nuestros días en este hotel. Nos tocó una habitación que daba al río y era muy relajante escucharlo cada día. Desayuno muy rico y artesanal. Gracias a Fermín y a su mujer por todas sus atenciones.
Restaurante muito cosy, com uma envolvente muito relaxante e um atendimento muito amável e próximo. Todos os produtos eram de excelente qualidade, fazendo com que a comida caseira fosse deliciosa. Começamos por comer um tomate com sal e azeite, bacalao pil pil, potaje e de sobremesa tarta de maçã, tudo delicioso e em quantidade ajustada.
Habitacion pésima, carecen de limpieza objetiva, para ellos la limpieza se debe de basar en cambiar sàbanas y toallas, o eso me dieron a entender a mi. Encima cobran por adelantado y si no estas conforme no te devuelven el dinero. En nuestro caso, al ver toda la mugre, nos fuimos sin pernoctar la primera noche y por si no fuera poco, tuvimos que solicitar una patrulla de los agentes de la policia local para que nos falicitase la respectiva hoja de reclamaciones. Total, que nos quedamos sin hotel, sin dinero y sin disfrutar las vacaciones. Eso si con todo el tiempo del mundo para enseñarle las instalaciones por dentro a todo el que lo desee (fotos) Una reserva de la biosfera llena de organismos celulares vivos.
Estuvimos comiendo por una celebración familiar y estuvo todo magnífico. La calidad y presentación de la comida muy buena, el trato estupendo. Lo recomendamos sinceramente. Y muy buena relación calidad-precio.
Hotel y restaurante rural muy coqueto. El trato de la dueña y su familia es maravilloso. Está pegado al río, y por la noche la cascada con un ruido constante te adormece y duermes fenomenal. Y la comida casera de su huerta. La tarta de manzana quita el hipo
Hay cosas que nunca cambian, el restaurante Marroncin es de esas.la cocina de siempre con una excelente calidad del producto.si estás en Cangas no desaproveches la oportunidad de visitarlos.
Hemos estado un par de días. Ha sido un placer dormir escuchando el sonido del río que pasa justo debajo de las ventanas. El trato de los dueños excelente, todo facilidades. Cenamos las dos noches y la comida excelente y abundante, materia prima de calidad y elaborada con esmero por Charo. Además soy celiaca y no he tenido problemas. Si volvemos por la zona, repetiremos sin duda.
Espectacular sitio para pasar unos días de desconexión total justo encima del río con una cocina espectacular con productos de primera calidad en la zona de Cangas del Narcea
Hemos estado en 4 hoteles y este el 5 y el mejor, si vienes a Cangas de Narcea, tienes q hospedarte en éste hotel, tranquilo, duermes escuchando el río y te despiertas de la misma forma. Charo y Fermín unos buenos anfitriones, el desayuno perfecto y el bizcocho muy rico.lo recomiendo 100%. Es una maravilla y lola la perra muy cariñosa. Descanso total.
No repetiría. Falta algo más de limpieza, el inodoro estaba precintado si, pero limpio no estaba. Las sábanas con varios agujeros ya de desgaste, las toallas desilachadas también ya de super usadas. En la habitación por la noche entraba todo el olor a frito de la cocina. No nos ha gustado, siento decirlo, pero es la verdad. El entorno bien, tranquilo.
Un hotel pequeñito, modesto pero muy limpio, gestionado por un matrimonio encantador donde la comida es casera realizada con productos de la tierra. Dormir arrullada por el sonido del río es todo un lujo. ¡Ganas e repetir!
Teníamos reservado habitación para dos noches avisamos de que llegábamos tarde por un problema llegamos allí y no había nadie que te atendiera cerrado a cal y canto nadie en recepción nadie cogió el teléfono después de más de media hora tuvimos que irnos a buscar alojamiento así que pongo una estrella porque es imposible estrellas negativas
Paramos dos parejas a comer, íbamos "a tiro hecho". El entorno muy agradable, el río alegraba mucho la zona. La comida muy buena. La tarta de manzana exquisita, como nunca la había probado, el precio muy razonable.
Llegar de una gran ciudad a un sitio como Marroncín tan bonito, tan mágico.sin palabras que describan realmente todo. Casa habilitada antigua, habitaciones modestas, colchones muy cómodos y limpio. Precioso restaurante con carácter, la comida que con amor hace Charo y la atención que ponen para sus clientes ella y Fermin es impoluta. Desayuno buenísimo y si andas no engorda jajajaja. Terraza con encanto en la cual disfrutar de la temperatura, calma, naturaleza, animales y de la mejor perra de este mundo Pepa. Asturias tiene mil sitios espectaculares para perderse y este es un encanto. El recuerdo que nos llevamos es magnífico, mi hijo lloró con 9 años y me dijo no me quiero ir mamá y eso no me había pasado en ningún hotel. Por cierto! El ruido de el río cuando duermes es un privilegio que muy poca gente puede disfrutar, fue una experiencia muy especial. No funciona bien wifi, fue también una experiencia vivir 10 días sin ordenador despues de tantos años conectada y con cobertura justa para móviles (Repetiría ahora mismo) después de un confinamiento la mejor medicina. Mil gracias! Volveremos
Llegamos a comer de rebote, camino de Parador. Sitio caro, con moscas, agua del grifo embotellada y cobrada (no la traigan sin abrir, por dios). Pan de ayer, cobrado también. 15 euros unos boletus, 10 euros dos huevos con papas. Pasad de largo, en Cangas hay mejores alternativas. NO lo recomendamos.