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Hemos pasado unos días con amigos y lo hemos pasado genial. La casa es grande y la dueña muy servicial, así da gusto. Eso sí, hay detalles muy mejorables, bombillas que no lucen, duchas que no se pueden ni colgar o que sale el agua como un pulverizador. Aunque estás cerca de muchos pueblos, hay que coger el coche hasta para ir a por pan.
Llevamos ya dos años yendo y está bastante bien la casa, tiene bastante habitaciones y baños, no nos pusieron ningún problema y la mujer muy simpática, sin duda el año que viene volveremos.
Las casas (son dos individuales pero están juntas) son grandes y con muchas habitaciones. Tiene baños suficientes para todas las personas que puede albergar. Cocina completa y zona de jardín muy amplia con barbacoa. Este es el segundo año consecutivo que vamos y el trato de la dueña y sus familiares es magnífico. Vamos todos los veranos a realizar el descenso del Sella y sin lugar a dudas me sigo guardando el contacto para el año que viene.