La Panera

Llegamos a este restaurante de casualidad, porque está un poco escondido, subiendo unas escaleras desde la calle principal. Pero es un lugar muy agradable construido en una panera y con una gran terraza muy tranquila. Pero lo mejor fue la atención del personal, muy profesionales y agradables, y la comida riquísima. Nosotros probamos el chorizo a la sidra, las setas al Cabrales y cachopines. Todo buenísimo! Posiblemente el mejor cachopo que comimos en nuestras vacaciones por Asturias.

Lugar típico y acogedor. La camarera muy amable, la comida en su punto, los postres excelentes.

Genial sitio para cenar en pareja o con tus hijos, el trato genial, el servicio rápido, educado y eficiente, y de la comida solo puedo añadir que es espectacular toda ella.
El lugar acogedor, limpio y bonito.
La calidad precio adecuada

Un sitio muy bonito. Con encanto. La comida rica y bien de precio. No dejéis de probar los postres.

Comimos 5 personas el menú del día. Comida de primera calidad asturiana, cantidad y a muy bien precio. Se come realmente muy bien y en un sitio tranquilo. No se puede pedir más. La fabada riquísima.

Un menú bastante aceptable a buen precio.
Lugar de la visita: La Panera
Fecha de la visita: 05/08/18
Este restaurante se encuentra en pleno centro del pueblo, en una calle ligeramente alta, con unas vistas espectaculares del entorno y con una gran terraza, que si bien en verano es insoportable comer en ella al mediodía por el calor, al anochecer es cuando está en su esplendor.
El interior está muy bien decorado con utensilios de labranza muy originales y otros objetos de decoración.
Antes de empezar a explicar lo que comimos, quiero dejar constancia que hacía mucho calor, con una temperatura muy elevada en el exterior, que se transmitía al interior ya que no tenían bajado los toldos, hecho este que hubiera minimizado el sofocante calor que teníamos.
Lo comentamos a una de las mujeres que nos atendían y aunque bajó uno de ellos casi cuando habíamos terminado de comer, el comentario que dijo de que sólo tenía dos manos y que tenía que estar sirviendo y en la cocina, no fue precisamente muy acertado, ya que tenían que haberse dado cuenta del tremendo calor que hacía y haber bajado los toldos mucho antes que las personas empezaran a ir a comer, aunque en ese momento estábamos sólo nosotros y no había ninguna mesa con comensales.
Espero que tomen nota, más que nada para los próximos que vayan a comer y no les pase como a nosotros.
Comimos el menú diario, a razón de 13 euros por persona.
De primero comimos dos ensaladas, que estaban muy buenas y frescas, y dos fabadas, muy tiernas y de buen sabor.
De segundo, pedimos dos merluzas rebozadas, escalopines al queso de cabrales y espaguettis, todos aceptables.
De postre pedimos tarrinas de helado y arroz con leche muy bueno.
El servicio de las dos empleadas fue atento en todo momento, aunque fue un poco lento.

Encontramos este sitio de manera azarosa y puedo asegurar que calidad-precio es el mejor restaurante donde hemos estado este verano.

Si Fernando, que en paz descanse, levantase la cabeza.que decepción. Nada que vef con lo que era. Lleno de moscas, comida tipo rancho, que fué de aquellas brochetas dd pixin y el entrecot de 400 grs al cabrales.
Lamentable.

Un trato excelente y una comida estupenda. La camarera atenta pero sin agobiar. Un sitio muy recomendable