La posada del alba

La casa preciosa, la biblioteca, los cuadros que pinta Lourdes, el jardín, la habitación, la atención. Gracias Lourdes, volveremos.

Si el que busqueu és un allotjament tranquil, on només us despertin els esquellots de les vaques i el cant del gall, aquesta és una bona opció. L'allotjament és ideal per fer uns dies de desconnexió, serveix com a camp base per fer excursions i té tot d'entreteniments pels dies de pluja, com jocs de taula i una biblioteca espectacular. L'aparcament és justet, però tqmpoc cal patir gaire. I pels preocupats per la cobertura, tranquils que n'hi ha. Ara bé, tampoc crec que us calgui gaire.

La Lourdes és una gran hoste!

Disculpa, y el nombre de Mayka tampoco lo tienes registrado?
Perdona, pero creo que yo no he faltado el respeto a nadie, ni me he metido con la vida de nadie, entre otras cosas porque no la conozco, creo que tengo el mismo derecho que los demás a poner una opiniòn, de hecho, reseñas negativas hay bastantes, igual que las hay positivas, porque para gustos los colores.
No se como se llama usted, pero hágase un favor, no le vuelva a decir eso a nadie, ya que usted no sabe que circunstancias son por las que está atravesando una persona. Por no decirle, que a usted se le pueden decir muchas cosas que aparentemente pueden parecer y nunca se me ocurriría decirle, pero bueno……creo que estamos en diferentes ligas

Experiencia maravillosa. La casa es preciosa, las instalaciones muy cómodas, muy buena ubicación. Lourdes nos ha dado una atención inmejorable, y Malena muy amable. Hemos estado 7 noches y ha sido una maravillosa elección. La cama super cómoda, la posada muy limpia y ordenada, decorada con mucho gusto. Tiene una biblioteca a tu disposición. Las vistas desde la habitación preciosas, cuenta con un jardín muy bonito y tranquilo, está cerca del pueblo andando donde hay bar con una pequeña tienda. En coche está cerca de las playas y de sitios de interés turístico. Por las noches se respira calma y tranquilidad.

¡Totalmente recomendable!

Un hotel rural precioso y acogedor, su dueña nos trató como si fuera nuestra casa, genial! El único pero es lo retirado que está, se llega por una carretera sumamente estrecha.

He estado alojada la noche del sábado con un bono de un cofre de experiencias. Mi valoración en general es de un cinco y le doy el aprobado por ser generosa. La posada está en el quinto infierno después de una carretera estrecha y con muchísimas curvas llegamos. No tiene wifi ni televisión, ni un exterior cuidado, unas escaleras para acceder a los dos plantas superiores muy pendientes y estrechas, un baño pequeño con un plato ducha que desaguaba fatal. El pueblo solo tiene cuatro casas y un bar que debería de estar abierto pero no lo estaba osea que estabamos en medio de la nada y si querias llegar a la civilización (Ribadesella) tenias que recorrer otra vez la carretera infernal de ida y de vuelta. El menú (con el bono) bastante decente con un primero, un segundo y un postre (El café lo tuvimos que pagar aparte). Un revuelto de setas, dos rodajiitaa de lomo con pure de patata y platano. El desayuno, dos cafés y un bizcocho (generoso) o tostadas. En fin, no volveria ni lo recomiendo.
También quiero decir que no recomiendo para nada las cajas de experiencias de regalo porque el que regala piensa que hace un buen regalo y el que recibe no tiene más que inconvenientes para canjearlo.

El lugar increible. Se accede mediante muchas curvas pero merece la pena ya que el paisaje y la tranquilidad lo merecen en toda regla. La dueña del hostal rural muy amable y atenta con nosotros. La habitación muy acogedora y la cama muy cómoda. En cuanto al desayuno por el precio merece mucho la pena porque nos puso bizcocho casero y estuvo pendiente de si estabamos agusto en todo momento. Volvería a repetir sin duda.

Si buscas relax a tope es el sitio indicado. La chica que lo lleva es muy amable y está bastante limpio todo. Por otra parte eché en falta una televisión en la habitación o en la zona común.

Sitio muy tranquilo, buena atención. Si lo que buscas es desconexión y olvidarte del estrés de la ciudad, es una buena opción

Es un sitio encantador, con la personalidad auténtica de posada. Lourdes es una mujer magnífica y su trato es muy cercano, haciéndote sentir cómodo en todo momento. Además, tuvimos la oportunidad de interactuar con otros huéspedes y fueron muy agradables. El entorno y alrededor, mágicos.

Un lugar maravilloso y encantador entre montañas y praos asturianos.
Un precioso atardecer y una atención de primera y profesional.
Encantadísimos de haber venido.

La dueña muy agradable pero solo la vimos en el desayuno antes de partir. No entiendo por que tiene tan buena valoración, el sitio es de muy difícil acceso, y parece un albergue más que un hotel rural, la habitación estaba en la segunda planta, excesivamente pequeña, el lavabo atascado, la cisterna se quedaba cogida y había que manipularla si no hubiera estado echando agua toda la noche. El juego de sabanas una de cada tipo y la limpieza deja mucho que desear, todo el techo lleno de telarañas. Las habitaciones se escuchaba todo y el calor de la habitación insoportable, ya q la única ventana estaba en el techo. La escalera de acceso a las habitaciones es muy estrecha e incómoda

No merece nada la pena para el precio que tiene, hay muchas zonas rurales en Asturias con mejor calidad en las habitaciones.

Un bonito entorno, tranquilo y con una mujer encantadora y hospitalaria, Lourdes, que en todo momento se preocupó por que nuestra estancia fuera satisfactoria, los huéspedes con los que interactuamos fueron encantadores.

Sitio acogedor, cuidando el detalle al máximo. Si vas buscando Paz y tranquilidad lo recomiendo.

En primer lugar este lugar es mágico, la dueña es una artista, su casa Ofrece tranquilidad y comida de calidad, el entorno de unas vistas increíbles, mi resumen es como entrar en un lienzo y observar el arte que se impregna en cada rinconcito de esta agradable casita

Lugar muy acogedor, en un entorno natural maravilloso con vista espectaculares. Atencion muy buena y amable facil acceso, parking propio. Cerca de todo.

Atención exquisita, con un paisaje impresionante, ideal para relajarse, a pocos minutos de Ribadesella, y muy acogedor, lo recomiendo.

La hospitalidad de Lourdes es inmejorable estas como en tu propia casa y los desayunos y cenas buenísimas, el entorno es precioso, se respira naturaleza y tranquilidad por todos lados, muy contentos con la estancia!

La dueña ausente, sin información de la zona, la cama con muelles, sin calefacción puesta. Pero lo peor la cena y el desayuno. No volvemos

Una posada de ensueño en un entorno mágico. Lourdes, la anfitriona es una gran persona y artista, muy atenta y que hace la estancia muy cómoda y amena. El bizcocho que hace para el desayuno está buenísimo. Si estás buscando unos días de desconexión, naturaleza y relax, lo recomiendo 100%.

Ideal si buscas tranquilidad y relax. Para ir en pareja. Casa muy bonita y acogedora, tanto las habitaciones como las zonas comunes. Trato encantador de la dueña. Recomendable. Sin wifi ni TV y poca cobertura pero no se echa de menos

El lugar muy bonito pero un acceso de cuatro km difícil, cocina mala, lpolvo y telarañas en lámpara y vigas del baño, armario super diminuto y sin puerta, no repito, espero que la dueña tenga en cuenta estas críticas y le sirva para mejorar ciertos detalles que son básicos y harían de la estancia al cliente un sitio para volver

No habia cenas, contabamos con ella y la carretera no es como para ir de noche 45 minutos mínimo a un restaurante. Ademas caro para la habitación

El sitio es de cuento, mucha naturaleza y tranquilidad. La limpiela adecuada. Tiene un jardincito precioso al lado de un río y la ubicación esta muy bien para conocer la zona de Ribadesella, Arriondas, Cangas, etc. Muy recomendable! Sin duda repetiremos!

No lo recomiendo a nadie, nosotros compramos un pack para dos noches dos desayunos y dos cenas incluidas, llimpieza dejaba que desear, desagüe de ducha atascado y se llenaba de agua, las cenas fatal cocinadas y super cutres se basaba en carne de cerdo fatal cocinadas y patata cocida a medias y frías la primera noche y la segunda la carne de cerdo igual de mál con un poco puré de patatas Maggi, desayunos básicos, tostada o bizcocho y café, la dueña no parece mala persona pero nuestra sensación fue, que ella cobra y después hace lo mínimo por el cliente y se gasta lo mínimo en las comidas, no cuida su negocio, el acceso a la posada difícil 4 km de curvas y retirado de Ribadesella a un que bonito entorno, la habitación no tiene televisión, lo mejor de lugar el entorno, un bar que hay en la aldea donde se come muy bien y el perro de la dueña de la posada eso sí para el que le gusten los perros y no les importe que se te suban, laman, y se eche a tus pies mientras comes, a mi me encanta pero entiendo que habrá gente al que no, ella no cuidas ciertos detalles básicos y fundamentales.

Casa bonita. Carretera de acceso muy mala. Desayuno caro para lo que se ofrece. Cenas dicen que dan pero si no le interesa te dicen que te vayas al bar que no quiere tirar comida. No repetiremos

Una estancia estupenda, lugar estupendo para desconectar y descansar. Lourdes super agradable y atenta.

Sitio tranquilo, acogedor y limpio. Ideal para descansar y desconectar. Si vas con una caja de escapada rural o similar, lógicamente, el desayuno es básico (café/té, bizcocho/ tostadas con mermelada).

Nuestra estancia fue estupenda. Un pueblito super chiquitín pero muy muy acogedor. Nos ha encantado. Para repetir

Accueil adorable, chambre avec tout ce qu'il faut, très propre, super petit déjeuner avec des gateaux et confitures maisons. La vue alentour est superbe, quelle belle région!
On a passé un moment top, en plus le restaurant le plus proche était très bon, très typique et service sympa.

Lugar de ensueño, parece sacado de un cuento. La casa llena de rincones a cada cual mejor. Fantástica anfitriona. Un lugar ideal para descansar y desconectar del stress. En un paraje único y bien ubicado para planificar rutas y visitas. Desayuno y comida caseras y riquísima. Prometemos volver ;)

Preciosa casa y fantástica anfitriona, en un paraje inigualable al píe de loa Picos de Europa y a quince minutos de Ribadesella. Un lugar ideal para descansar. Se me olvidaba un desayuno super rico con mermeladas y bizcochos de elaboración propia. REGRESAREMOS!

Como estar en casa de un amigo. La casa es hermosa, la cocina, buena y los dueños, muy próximos y atentos. Hay bonitos lugares para ver muy cerca. Volveremos.

La casita es una monafa muy bonito el entorno, y con mucho encanto. Lourdes es muy amable pero el colchón de nuestra habitación era de muelles nada cómodo. Por otro lado el precio del desayuno desorbitado 7 euros por persona por cafe, tostada y un mini bol de fruta. Es más un detalle muy feo cobrar lo mismo a una persona celiaca que llevó su pan. Por lo demás no está lejos de Ribadesella pero es para realizar algún retiro muy tranquilo. No volveremos.