Ópera Café

Mala experiencia un domingo después de comer. Pasamos a tomar un café, preguntamos por leche sin lactosa que siempre suelen tener y nos dicen que no, que tienen "desnatada". Esta respuesta en los tiempos que corren.en fin.
Pedimos un chupito y una infusión y preguntamos si tienen algo dulce para acompañar. Nos dicen que no, que eso es el resto de la semana pero que los domingos no.
Nos traen la consumición, ni una mísera galletita ni nada para acompañar la bebida. Los camareros ocupadísimos charlando con clientes que parecían compañeros de barra fuera de turno.
Al rato llega otra mesa también de gente "conocida", y con la consumición les ponen un hermoso plato con bombones variados, que obviamente, debían ser salados porque dulce no tenían nada.
Muy mal sabor de boca, en un local precioso en los que tan buenos momentos hemos pasado. No es el caso de esta visita, que será la última al menos durante mucho tiempo.

Genial atención, pajitas ecológicas de cartón, música agradable, el precio no me gustó tanto, algo relativo en fin.

Solo piensan en recaudar.
A las 6 de la tarde, pedimos unos cafés y unas infusiones y nos dicen que no tienen en funcionamiento la cafetera. Aclaran que "salvo para cafés especiales". Opciones: Carajillo o Irlandés. Pedimos 4 Carajillos, que al " módico" precio de 5 euros, nos supuso 20 euros por unos cafés regularcillos con unas gotas y nata insípida.
Hoy recaudaron, sí. Pan para hoy.

Me encanta el sitio y esta súper céntrico enfrente del campo amor, hay muy buen ambiente y los cócteles están deliciosos, lo recomiendo

Soy cliente habitual del opera, bien sea para tomar un vermouth bien elaborado o un café de media mañana.
Recomiendo este lugar por su amplia variedad de bebidas y por el trato.

César es todo un experto en la preparación de cócteles. Como se dice ajora un "mixologo" inigualable.

Un local muy agradable aunque el viernes cuando fuimos tenía un olor desagradable a cañerías. El camarero que nos atendió, además de ser encantador, tuvo el detalle de cambiarle a una amiga el cóctel que pidió por error. Fue un detalle que hace que volvamos seguro.

Las copas bien preparadas. Un sitio de moda en Oviedo para gente ya no tan joven. Mucho ambiente, y la ubicación estupenda, justo al lado del teatro Campoamor

Un lugar muy chulo con una decoracion preciosa, para todas las edades y para tomar lo que quieras: café, copas. Los empleados muy amables y atentos. Siempre que voy a Oviedo voy allí.

Cesar, el barman, es un fenómeno. No dudes en pedirle consejo con cualquier cóctel o vermouth. 10/10 repetiría sin dudar

Sin palabras.
Este sitio es el baluarte de la cocteleria de Oviedo y aún tengo por conocer alguno mejor.
Absolutos expertos todos en diferentes temas relaccionados con el mundillo.
Mención de honor a Cesar, el mayor experto en vermouth que conozco. Pídele que te prepare uno y te hará un vermouth como nunca has probado. Absolutamente personalizado y a tu gusto. También es un gran conocedor de otros alcoholes, como ginebra.

El servicio deja que desear.
Despistados hasta el puntp de pasar varias veces al lado del cliente sin percatarse.

Muy mal, pedimos que nos sirvieran las copas en la mesa a lo que accedieron, porque queremos poca cantidad. Las traen servidas, por lo que nos negamos a aceptarlas, nos contestan mal diciendo que el su costumbre, no las quisimos y nos fuimos por su mal comportamiento había el cliente ya que contestaron de malas maneras

Un lugar con mucho encanto, en pleno centro de Oviedo, con una variedad de cócteles increíble así como una impecable preparación, personal muy profesional y amable, 5 estrellas.

Cafeteria tranquila durante el dia, pero por las noches se combierte en un "pub" donde poder tomar una copa sin que la musica te impida mantener una conversacion

Muy agradable. Café, copas.según el momento del día. Tomamos té y la galleta de manzana q te ponen para acompañar. Me gustó mucho.

Buena cocina amenizada entre plato y plato por fantásticos profesionales de la lírica que hacen amena los trocitos de óperas y zarzuelas que interpretan. Para todos los públicos, original y suculento

Llegamos sobre las 22: 30. Nos sentamos y nos miraban los camareros pero no nos servian, creemos que con la esperanza de que nos fueramos porque por alguna estraña razon estaban poniendo cartekes de reservado en todas las mesas.
En otra mesa uno de los cliebtes se levanto para pedirle al camarero
Que lo atendiese.
Finalmente nos atendieron y al momento nos pusieron el cartelito de reservado. Nos estaban echando? ! No volveremos! Unos maleducados. No quieren que la gente se siente? No entendemos nada y los otros clientes tampoco.
QUE POCA PROFESIONALIDAD!
Por cierto las copas se sirven ante el cliente, no se traen ya servidas y me cuentas lo que supuestamente traen. Penoso!

Me solía gustar mucho ir a tomar el café cada vez que voy a Oviedo, pero la última bez que fuimos en la parte de adelante no había sitio y nos disponemos a ir a la zona de detrás donde hay una cortina.sale un chico y nos dice que va a cerrar esa zona para no sé quién.en fin.ese detalle no me gustó.

Fuimos a tomar algo después de cenar. Habíamos oído que el mojito estaba bastante bueno así que quise probarlo. Nada mas lejos de la realidad. Para nada sabía a mojito, estaba como aguado y era de trago. Esto, junto con lo que tardaron en salir a atendernos, y que el precio como era de esperar por la zona no es muy asequible, no hicieron que fuera una experiencia muy agradable. El trato serio, pero correcto.

Muy buen ambiente. La música bastante adecuada (aunque soy de los que prefieren menos volumen para poder hablar). Las copas bastante bien, bien presentadas, y precio acorde. Buen servicio. Un sitio a tener en cuenta para salir de noche por Oviedo

Los carritos no tienen cabida en la zona de atrás del local según uno de sus empleados/dueño/responsable nos ha indicado ahora. Sí vimos niños/as en la zona pero por algún motivo que no han justificado (“ahí no se puede pasar”) la silla y niño de 18 meses no tenían cabida. La única mesa disponible en la otra zona nos hubiera servido pero estaba reservada. Una pena. Que triste generar esta situación tan incomoda sin dar otra explicación.

Mala experiencia, he venido a tomar café a las 15: 30 de la tarde y la música estaba demasiado fuerte como para tener una conversión sin hablar a gritos, volumen demasiado fuerte.le hemos pedido a la camarera (rizosa) si podía bajar el volumen un poco y ha dicho que no. Tras preguntarle por el motivo por el que no podía bajar el volumen contesta que han cambiado de ambiente a uno de copas y cócteles, a lo cual le he indicado que tal sólo eran las 15: 30 de la tarde y ella nos ha dicho que cada local hace lo que quiere, sin (más) comentarios

En primer lugar fuimos con niños a los que de mano ignoraron, es decir, cuando mi marido y yo pedimos, la camarera se fue sin darnos tiempo a pedir un zumo para los niños. Luego se rompió una pata de la silla en la que me senté, que ya bailaba, y cuando se lo fije a la camarera, más que nada porque retirase la silla y pusiera otra en su lugar, dijo algo tipo "sí, sí, ya se quejaron algunos clientes de q bailaban", llamó a un compañero, supongo q el encargado, y se puso a echar cagamentos. Nadie preguntó si estaba bien o me había hecho daño, ni sustituyeron la silla, tuve que pedir otra a unos señores de la mesa de al lado.
Soy una persona más bien grande, pero jamás me había pasado esto en ningún sitio. Un trato aberrante y un servicio regulero. Calidad y variedad inexistentes.
Para no repetir.

Me ha encantado, además de ser un local muy original, reúne gente de todas las edades. Eso le da un carisma. Buen sitio para tomar una buena copa

Me vine a tomar un zumo a las 18.30 de la tarde de un martes, y el volumen de la música estaba tan, pero que tan alto, que no podía ni escuchar hablar a mi pareja que la tenía al lado. No volveré jamás. Nada recomendable

Una terrible decepción, un lugar de copas que van de interesantes, pedimos tres copas de tónica con tres ginebras distintas y nos las ponen servidas y nos cuentan cual es cual que lo saben porque una lleva limón la otra naranja y la otra lima. Ninguna sabia a nada salvo a tónica la fruta y el hielo. Totalmente impresentable, lo único que estaba aceptable era el poleo que tomó la cuarta persona. Prometo que no volveré.

La música a las 7 de la tarde a un volumen más que molesto, lo de tomar un café tranquilamente es misión imposible.