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Celebramos una reunión de amigos. Comida increíble, entorno ideal y el servicio y la atención excepcional. Lo recomiendo totalmente. Volveré sin duda. Muy agradecido a todo el personal por su profesionalidad y trato exquisito.
Fantástico palacio hotel y restaurante en un entorno maravilloso. Se encuentra a unos 50 km de Oviedo, muy cerca de Arriondas. El palacio es precioso y está decorado con decoración de la época. Tiene cantidad de detalles de varias épocas en perfecto estado. Y tiene un jardín maravilloso, lleno de magníficos árboles. En el jardín se puede comer y tiene una vista amplísima. Se pueden ver hasta los Picos de Europa. La comida es muy buena. Productos de buena calidad y la cocina es tradicional con tendencia moderna. También tiene menú. El servicio es muy bueno y el personal muy agradable. Desde luego, es uno de los mejores sitios de Asturias.
Bonito hotel con personal muy amable. Desafortunadamente, las habitaciones estaban anticuadas y no podíamos estar de pie en el baño debido al techo inclinado. Tampoco hay ventilador ni aire acondicionado, lo que no sería un lujo en los días calurosos. Imprescindible son los menús de 5 platos (¡con vinos combinados!) que puedes comer allí por 39 €. Todos los platos excelentes, y más que suficientes.
Comida familiar. La primera vez que lo visito después de muchos años desde la restauración del edificio. Servicio muy bien, comida espectacular, trato muy bueno (gracias a la chica maitre, y a nuestra camarera). Nací a tres kilómetros del palacio, en Cereceda, teníamos un bar y tienda. Recomendado 100x100 Tuvimos un día regular, pero os aseguro que un día despejado, las vistas merecen la pena. Enhorabuena a la propiedad. Gracias por todo.
Hacia tiempo que no volvía. Y como siempre un placer volver a descubrir este sitio. El menú del día ha cambiado y mucho (para bien). No hubo nada que dijéramos que no nos gustara. Es más atentos en todo momento sin molestar. Para volver y no tardando. Lo recomiendo siempre al 100%. Equipo de 10.
Hemos estado como invitados en una boda. Buen servio, muy amables. Muy buena comida. Lugar en plena naturaleza, cerca de los Picos de Europa. Un gran recuerdo y boda.
Todo cuidado hasta el mas mínimo detalle. Las habitaciones y las distintas zonas del palacio te trasladan a otras épocas. Te tiene que gustar el estilo, si no, puede que te sature. Respecto al exterior es alucinante como está, tanto el edificio, como el exterior con los jardines, mesas para desayunar o cenar y las vistas a los picos de Europa. Perfecto para pasar un fin de semana, moverte por la zona y cenar en su restaurante.
El lugar es maravilloso, unas vistas espectaculares rodeados de montañas, y el interior del palacio decorado al estilo rústico con detalles muy mimados, pinturas, muebles y objetos antiguos que te transportan a otra época. El servicio también es estupendo, lo recordamos con mucho cariño.
Para celebrar nuestra boda fue un lugar de ensueño, ¡estamos muy agradecidos! Todos quedaron absolutamente enamorados del sitio. ¡Lo recomiendo!
El hotel está ubicado en un lugar precioso para celebrar una boda o cualquier otro evento en sus jardines, bajo un roble centenario y con unas vistas increíbles de las cordilleras de Sueves. El menú tipo degustacion con mucho producto de la tierra pero reversionado a mi me encantó. Se que no es fácil que las condiciones climáticas te permitan comer al aire libre en Asturias pero nosotros tuvimos esa suerte y en este lugar es una experiencia preciosa.
Se trata de un alojamiento singular, ubicado en un alto con vistas a las montañas por todos lados, rodeado de granjas. La tranquilidad que se respira es excepcional especialmente en el jardín/terraza. Las habitaciones dobles de las que disfrutamos son amplias y bien equipadas y mantenidas. A cambio por las caracteristicas del edificio no hay ascensor, cosa que se ha de tener en cuenta. La decoración de todo el edificio es muy auténtica y personal, los interiores tienen un estilo algo recargado, muy poco habitual hoy día y que personalmente me agradó mucho. Cenamos los dos días en el hotel y la calidad gastronómica es destacable. Si bien la carta puede resultar algo corta, el producto de temporada y local lo compensa. En mi caso tengo que resaltar las preparaciones de bonito, que estuvieron al nivel de las mejores de mi experiencia. El servicio es bueno, enjuagando con amabilidad y diligencia algunas leves deficiencias. El desayuno no es el habitual buffet pero su calidad fue muy buena también. Todo el personal lo percibimos como muy amable, en todos sus niveles. Es patente que hicieron esfuerzos proactivos por satisfacer nuestras preferencias y necesidades tanto en cuanto a las habitaciones como en cuanto a la comida, por encima de lo habitual. Los precios que pagamos fueron elevados en el caso de las habitaciones, lo que es comprensible al ser agosto. En el restaurante fueron razonables atendiendo a la calidad.
Un sitio increíble donde alojarse con una atención increíble el hotel es precioso con un detalle increíble, tanto Javier como Sandra son un amor de familia y te tratan como si estuvieras en casa el paisaje es increíble de bonito y para una ceremonia es ideal
Si os paráis a de paso, no pretendáis tomar un café en este sitio maravilloso. Solo hotel y restaurante pero no nos han querido servir nada. Una pena! Pero tiene muy buena pinta.
Una localización magnifica, interiores con mucho encanto, muy cuidada la comida y excelente trato. Un lugar magnifico para iniciar paseos por la montaña
Estancia exceptional, todo limpísimo y muy respetuoso con la normativa de covid. El palacio es espectacular, el desayuno muy rico y el personal muy amable, siempre dispuestos a recomendar lugares y ayudarte. Muy recomendable; sin duda volveremos
Le week end parfait dans une ambiance de château parfaitement entretenue par un couple propriétaire depuis 25 ans. Très bon petit déjeuner, belles vues sur les montagnes Asturiennes. La déconnexion garantie!
Hotel ubicado en un lugar precioso con espectaculares vistas. Las instalaciones son muy buenas. Cuenta con un estupendo restaurante y el trato de todo el personal es excelente.
Servicio inadecuado para las espectativas. Lentitud y tiempos entre plato y plato de mas de 12 minutos. Platos con comida escasísima que provocan malestar cuando el siguiente está a un cuarto de hora. Te comes hasta las migas de pan que puedan sobrar. Mala experiencia
El restaurante ofrece comida cuidadosamente preparada y muy sabrosa. Platos preparados con mucho detalle. Respecto al hotel cada habitación es diferente, no es un hotel habitual sino que se trata de una antigua «casona» asturiana reacondionada. La decoración del hotel no tiene desperdicio. Gran amabilidad por parte de todo el personal.
Excelente comida y buena relación precio-calidad. Una magnífica opción para visitar un entorno espectacular y disfrutar de una muy buena oferta gastronómica
El hotel y los alrededores son preciosos. El trato al cliente deja mucho que desear, cada vez que se consulta algo parece que se está molestando, y se cuida muy poco al cliente (entre otros incidentes, se les olvidó ponernos toallas todos los días que estuvimos allí, y tuvimos que bajar a pedirlas cada día). En cuanto al precio, excesivamente caro.
Nuestra segunda visita a este lugar y en ambas ocasiones ha sido una experiencia a recomendar. En este caso hemos pasado una gran noche vieja con familiares y otros 30 huéspedes.
Aúna una buena cocina con un servicio cercano en un palacete lleno de detalles con historia, todo ello en un entorno rural con vistas espectaculares.
Recomiendo comer en el jardín cuando el clima lo permita y disfrutar de gastronomía y vistas. Pasar noche en el hotel es también un gran acierto porque el ambiente es muy tranquilo y permite un buen descanso. La suite de la 3 planta es muy amplia y completa, las habitaciones estándar también están bien.
Unico “pero”, que va en gustos, es que en algunas estancias la decoración es recargada.