Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Increible la mano de Charo en la cocina, y su trato intachable, recomendable 100%, el cariño que tiene a los Peregrinos es evidente y se agradece. Volveríamos
Paramos de casualidad y cogimos para llevar dos bocadillos de chorizo a la sidra muy ricos (nos quedamos con ganas de más). Además el señor que nos atendió muy amable.
Hemos pasado haciendo el Camino de Santiago en bicicleta. El señor y la señora que llevan el local son muy amables y la comida casera exquisita, con productos del huerto deliciosos (qué tomates!). Lo recomendamos 100%
Solo paramos a tomar una cocacola pero el trato por parte de la mujer que está detrás del mostrador fue súper amable, desde luego saben hacer sentir cómodo al peregrino.
Un lugar acogedor, donde nuestra anfitriona Charo se desvive por sus clientes. La pensión posee habitaciones adecuadas con los servicios necesarios para descansar después de un duro día. El suculento desayuno que incluyó algun capricho no hizo más que certificar las sensaciones de un establecimiento que merece ser recomendado.
Pasamos a desayunar, 4 personas, 18€ por 4 cafés, pedimos tostadas y nos sirvierón 4 minitrozitos de pan, que eran panes viejos de a saber que año, incomibles, el Colacao de un bote de nescuik sin ninguna medida de higiene contra el covid, ni dan factura, para que no quede prueba de la estafa de servicio que dan a los turistas, decepcionante desayunar allí, tuvimos que desayunar nuevamente en otro lado.
Genial para comer, menú cerrado pero rico y raciones generosas a buen precio: 10 euros. Aconsejable para comer de paso a la Playa del Silencio o Playa Gueirua
Estubimos una semana en el apartamento Prada comimos muy bien el menú a 10 euros. El restaurante el gallo muy amables un paraíso la playa del silencio y la de Gueirua y toda la zonalos postres muy pobres. Pero bien. El apartamento muy bonito vacaciones geniales por toda la costa.
Son un matrimonio excepcional y tienen un hijo super atento también la fabada está de muerte mejor que la de la abuela de bote donde va a parar siempre que podemos volvemos a seguir muchos años sois los mejores viva Charo y su fabada
La camarera que nos ha atendido muy amable, pero hemos preguntado el menú pedir 3 y compartir 1, porque no comemos tanto, y nos ha dicho la camarera que loiba a preguntar, no nos han dicho nada, por lo que si lo hubiera dicho, hubiera comido un pincho, y dimos por hecho que las cantidades eran dos, en lugar de tres, por lo demás la comida rica. Tampoco nos hemos pedido un postre pensado que eran dos menús.
Una pensión-bar en la que encuentras un recibimiento por parte de un matrimonio mayor, como si fueras de la familia, una educación estupenda, pendiente de lo que quieras o necesites, es decir de esos sitios de los que prácticamente no quedan. El precio de la pensión muy bien, con el desayuno incluido, el precio de la cena de comida casera, más que bien, fallos pues seguro, pero después de todo lo anterior que os he dicho; se me han olvidado o no le he dado ningúna importancia o no quiero decir los. Jajajaja
Me ha encantado el trato de los dueños, amable, servicial e intentan facilitarte la estancia. Menú y desayuno correcto. Volvere a saludaros cuando pase por ahí.
Acudimos allí durante nuestro viaje, para parar a comer, dados los comentarios, pero solo pueden comer allí los huésped de la pensión, al menos en temporada alta, dado que no hay mucho espacio de comedor. Las personas que lo regentan son muy amables y entrañables. Y aunque ya era tarde para comer nos hicieron un bocadillo estupendo.
Lugar emblemático del pueblo de Santa Marina. Entrañable centro de tertulias del pueblo, con la colaboración de los dueños, excelentes personas. Es un placer para y tomar algo o incluso comer. Que no falten estos lugares.
Paramos para tomar tortilla de patatas y cuando nos sirvieron una ensalada pesima nos dijeron que la tortilla no la podían hacer a tiempo porque estaban sirviendo la comida Pero si precisamente estabamos allí para comer. Ensalada patética y cara
Es un sitio familiar donde Charo te hace sentir como en casa. Cocina casera, muy rico todo. Nada pretencioso, muy humano. Recomendable! En Santa Marina un lugar que respira paz.
Estupendo lugar, cercano a Cudillero y a sus playas. Se trata de una aldea tranquila y entrañable. Típica asturiana. Tanto el restaurante como sus alojamientos tienen muy buenos precios y desde allí te puedes mover a las principales localidades de la zona occidental de Asturias. Muy recomendable por su relación calidad precio.