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Buena opción de alojamiento en La Caridad. Habitaciones limpias y tranquilas. Tienen bar y mesón y se come francamente bien. Los que lo llevan muy atentos y pendientes de todo.
Haciendo el camino de Santiago entramos al bar a preguntar si era posible que nos sellase la credencial de peregrino (el día anterior habiamos llegado tarde a nuestro hospedaje en otro sitio cercano y no lo pudimos sellar). El caballero que nos atendió, de bastantes malas formas, nos dijo que eso deberiamos sellarlo donde hubiesemos pernoctado. Ante tantas reticencias y antipatía, fuimos a un bar cercano donde nos sellaron muy amablemente y sin poner ningún tipo de problema.
Nos alojamos por trabajo. El precio de las habitaciones nos pareció elevado en comparación a otros lugares. Habitaciones funcionales, con mobiliario viejo. El desayuno muy simple (dos tostadas de pan Bimbo, un yogurt del Alimerka y no nos dieron bizcocho).
Paramos aquí por trabajo. La señora que nos atendió súper amable. La habitación era modesta y limpia aunque con la luz fundida. El desayuno era simple (5€). Quizás el precio era un poco elevado (55€) en comparación con otros lugares que hemos frecuentado, seguramente por coincidir con la temporada alta de peregrinos del camino de Santiago. Buena ubicación y paisajes cercanos espectaculares Quise ser todo lo amable que pude escribiendo esta reseña encontrándone con unas instalaciones como en las que me hospedé. Debido a su respuesta me veo obligado a editar la reseña. La habitación era cutre a niveles de la serie Cuéntame, el baño enano y el extractor parecía una hormigonera. Esto sumado a moverme como un invidente se podrá imaginar. El desayuno podrá tener mucha cosas si (que por cierto el famoso bizcocho que hablas nosotros ni lo olimos) pero de una pésima calidad. Pan Bimbo blanco del malo, zumo de brick de litro y yogur de marca blanca del alimerka, como todo lo demás. Paramos ahí porque estaba todo lleno. Que tenga usted buen día
Hostal reabierto recientemente con una nueva gerencia, queda en el camino de Santiago y muy cerca de interesantes puntos turísticos, lo que lo hace muy ideal para poder visitar estos sitios o pasar una noche de descanso. Las habitaciones tienen baño privado y son muy acogedoras, el local tiene encanto y la comida que ofrecen los nuevos gerentes es deliciosa, cocinan muy bien ambos, raciones muy abundantes y sabrosas. Un sitio muy recomendable que queda apuntado para próximas visitas.
Miramos este sitio por internet ya que estamos haciendo el camino de Santiago y nos enteramos que tenia nuevos propietarios, así que decidimos probarlo. La decisión ha sido muy acertada, las habitaciones cumplen sobradamente su función, está muy bien cuidadas con baño propio y cómodas, la pareja que lo regenta muy atenta, pendientes si necesitábamos cualquier cosa, lo que es de agradecer, y quiero resaltar la cena que tomamos en el restaurante del local esa noche, un guiso de pollo a la naranja que era un poema, hacía tiempo que no había comido algo tan sabroso, ya solo por eso merece la pena visitar este sitio. Volveremos por allí sin duda y pediré de nuevo el pollo, junto con alguna otra cosa para probar, pues si todo lo hacen con ese cariño no dudo que esté igual de buena toda la comida.
No deja de ser una pensión, hemos estado haciendo el caminó, y ¿ bueno? No tiene nada que ver con otros sitios, si limpió pero cara 50€ a mi me parece una pasada
Buen lugar para descansar después de una buena jornada de senderismo. La habitación amplia y con los servicio necesarios para una cómoda estancia. El precio razonable.