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Doy esta puntuación por la desorganización. Al preguntar si podemos comer de menú nos dicen que si, pero al tomarnos nota nos enteramos que les falta un primero. Después de pedir nos vuelven a decir que el segundo que habíamos elegido tampoco quedaba, con lo que lo cambiamos otra vez. Pues no fue todo, cuando estábamos con el aperitivo salió otro camarero para decirnos que solo podía ofrecernos otro menú diferente a lo que habíamos pedido. He de decir que al menos no nos cobraron el aperitivo cuando díjimos que nos marchamos y que la ubicación es una maravilla, justo pegado al mar.
Es una pena que con el sitio tan bien hubicado y el producto de la zona este tan mal organizado, no se puede tener la mesa reservada a las 2: 15 y te traigan el primer plato después de 50 minutos. Muy mal, solo les interesa atender a la terraza y al comedor del interior pasando de los clientes.
Comimos ayer y la verdad que todo estupendo, pedimos escalopines al cabrales, acompañado de una ensalada de rulo de cabra y cecina con frutos rojos, de postre arroz con leche, lo recomiendo
Aquí llevamos 2 horas mi pareja y yo esperando un cachopo y unos chipirones. Se les pregunta al personal y literal, se encojen de hombros. Lamentable. Un poco de vitamina D.
Fue una experiencia agradable, donde puedes compartir con tus amigos, familia, etc. La atención es muy buena, José es muy encantador y muy servicial, la comida exquisita, lo recomiendo 100%
Somos Tamara e Iván. Hemos cenado en la Rivera y nos ha atendido José. Persona muy agradable y nos ha atendido genial. Hemos cenado muy bien. Muchas gracias
Excelente Restaurante, frente al Mar. La carta muy recomendable. Pescados del día, cachopo, postres caseros. Y ofrecen menú del día. Además fuimos muy bien atendidos por José que nos explicó toda la oferta y fue muy atento con todos. En lo personal, lo recomiendo, ya que seguramente volveremos con la familia.
Comida en la terraza muy agradable. Un menú del día rico, un plato infantil bueno y un plato de carta muy bueno. A ello añadir que el camarero, el señor Jose, muy agradable y atento en todo momento. Como resultado, más tarde o más temprano, repetiremos.
La paella de bugre, muy rica, las cocretas de jamón exquisitas, los mejillones a la marinera muy apetecibles, y si ya tienes la suerte de que te atiende Jose, triunfas. Este profesional de lo mejorcito de Luanco. Volveré.
Muy buen sitio para comer en Luanco, siempre bien atendidos, no hemos ido muchas veces pero las veces que hemos ido fenomenal. Atentos y amables, Jose el camarero que nos atendió siempre muy amable y atento, muy educado. Todo fenomenal. Incluso en pleno verano cuando están desbordados muy bien atendidos. Comida estupenda y buen precio 100%recomendable. JOSÉ ESPERAMOS VERTE MUY PRONTO!
Un lugar excepcional sobre todo por la atención recibida. Nos atendió José, un gran profesional. No sólo nos asesoro sobre la comida, que es deliciosa sino también sobre que visitar en Luanco, recomendaciones sobre un acogedor hotel (Hotel Playa de Luanco) y más! 100 x 100 recomendable tanto la carta como la ubicación y como he mencionado el servicio. Sin duda para repetir.
El pastel de cabracho, muy bueno, los mejillones a la marinera sosisimos e incomibles y los escalopines al cabrales, una milanesa sosa. Tardaron 45 minutos en traer el segundo. Le pongo 2 estrellas por el pastel de cabracho, pedimos vino Albariñp y nos trajeron Rueda. Comer mal en Asturias creia que seria imposible, pero se puede.
Buen trato y comida típica asturiana. En su carta puedes encontrar: ensaladas, tapas, pescado y marisco, carnes. El cachopo de cecina y queso de cabra muy bueno!
Muy bien ubicado, comida de calidad y precios razonables, evidentemente en verano está todo a tope y hay que tener paciencia, cosa que el encargado o dueño no lo sé, te advierte, pero en todo momento está pendiente de ti. En estas fechas hay que relajarse, no tener prisa (que tampoco ha sido en exceso) y disfrutar más.
Todo un acierto. Pero sobretodo es de valorar el trato estupendo del camarero que nos dijo que con dos raciones de arroz comemos cinco personas y que nos traía las sidras de una en una para que no se nos calentasen. Un chico rizoso con una atención estupenda, José
Siempre que venimos a Luanco comemos en este restaurante. Un menú con una gran calidad precio. Y la última vez hay que añadir la amabilidad y buen servicio de Jose, uno de los camareros que atiende la terraza y que accedió a todas nuestras peticiones para que estuviéramos a gusto. ¡Volveremos!
Pongo una estrella por no poder poner menos. Nos sentamos en agosto a las 15h15. Tenían mesas libres por lo que no paraban de sentar a gente. Nos fuimos a las 17h00 habiéndonos servido uno de los tres platos solo. A esas horas seguían sentando a gente para comer teniendo mesas sin platos que se sentaron cuando nosotros. Para nada recomendado. NO QUIERAS ABARCAR MÁS DE LO QUE PUEDAS ATENDER. De los peor valorados de Luanco y bien merecido.
Holasoy de Ponferrada y pasamos el día en Luanco un amigo y yo, la verdad que todo fue rapidísimo, la comida expectacular, el cachopo y postres buenísimo, la atención es inmejorable (creo que el chico se llama José) super atento con todo el mundo, encantador, un camarero super eficaz, si vuelvo a Luanco, sin duda repetiré. Ojala sigáis así, gente como vosotros tiene que triunfa
Pésimo servicio. Una eternidad entre platos no estando el aforo ni a la mitad. Las raciones no son nada abundantes para el precio que tienen y el pulpo a la gallega nos vino con tanto pimentón picante que era difícil digerir.
Solo he comido aquí los mejillones a la marinera para llevar y estaban increíbles, de excelente tamaño y muy buen sabor. El restaurante por dentro se ve que es un poco pijo pero es muy bonito y acogedor.
No me puedo creer que este sitio tenga un 3,8. Llegamos y esperamos a que nos atiendan, tras 5 minutos de pie, nos acercamos a la barra, porque con esto del pasaporte no es lo suyo andar entrando porque si. Nos sentamos, y el camarero nos suelta la carta de mala manera, sin darnos tiempo a decir que lo que queríamos era el menú. Pasa como media hora, nos pone el mantel y los cubiertos, de esos que están llenos de marcas de jabón porque no los repasan, llega el entrante y el camarero deja caer de mala manera 6 espárragos sobre la mesa, junto al agua que pedimos. 20 minutos después de acabar los espárragos, y siendo nosotros los únicos comensales en ese momento, se digna a traer los primeros, la comida pues mira por 10 euros de menú, tampoco puedes pedir mucho, el primero, unas patatas con cordero, sin sal, probablemente por añadir agua para que el plato cunda más, los escalopines todo rebozado, es que no sabía ni a carne, como comer solo rebozado, las ensalada de pasta normalita y las parrochas y los postres pues bien.
Eso si, por lo menos media hora entre plato y plato, el camarero se daba hasta 3 viajes para recoger una mesa por no coger una bandeja, mención especial merece las medidas covid, que brillan por su ausencia, la mascarilla para ellos una sugerencia, casi siempre quitada, la limpieza brillaba por su ausencia y en los baños no podías cerrar la puerta. Yo no volvere
No entiendo que se ponga una mala crítica a este local. Atención y profesionalidad unida a simpatía por parte de los camareros. La comida de gran calidad, bien elaborada y servida con celeridad. 100% Recomendable
Aunque su situación frente a la playa es un reclamo potente, es un sitio de salir de paso; escasa rapidez, mucha afluencia en días festivos, calidad variable en los platos; en otras ocasiones buscaré sitios distintos
Muy buena comida y un precio muy competitivo. Menú del día casero, con unos guisantes con jamón geniales, un gallo frito y un Arroz con Leche. IMPRESIONANTE, casero del todo. Un pelín lentillos en el servicio, pero se estaba tan a gusto que casi se agradecia
Terraza amplia y muy agradable, la comida para picotear está muy bien, los mejillones a la marinera, bocartes, etc, buen servicio, también tiene restaurante que no he ido.
It is an ok restaurant. The different dishes were ok, none of them call our attention. Seems like they could improve in different fronts. If you are passing by, you can eat without problems.
Si tuviera más estrellas la verdad que se las pondría, desde la recepción hasta el adiós nos hemos sentido como reyes totalmente recomendable y para volver mil veces!
La comida regular, algunos platos mejores que otros, no está mal, pero no es nada excepcional. Lo peor ha sido la atención. Los camareros han sido muy groseros, la comida tarda demasiado y las raciones muy pequeñas.
Tienen menú pero si te sientas en la terraza te dicen q hay no sirven menú Si vas con un perro no puedes entrar dentro Bueno le pido una carta y después de esperar un buen rato para q nos atendieran.nos cansamos u nos fuimos Q les aproveche el menú majos
Camareros muy amables, comimos muy bien y a buen precio. Recomiendo comer en la terraza o en el comedor interior, muy cómodo. Además, mientras esperas para comer puedes dar un paseo por Luanco o disfrutar de las vistas de la playa que está justo frente a su terraza. Mejor reservar si es verano ya que es difícil encontrar sitio aunque ellos hacen lo posible para facilitártelo.
Este sábado estuvo Luanco imposible de gente y salí a cenar sin reserva. Me dieron la espalda en todos los locales menos en la Ribera, donde me dieron una mesa y cene muy rico y económico. No es la primera vez que salvan la situación en un mal día y en una hora difícil. Muchas gracias.
Restaurante en un sitio de lujo abundante comida pero nos atendió un camarero que ni el mismo se enteraba de nada y si le pedías que te lo repitiese ya la habías liado no repetiremos decepción
Aunque siempre está lleno, merece la pena esperar un poco para sentarte en su terraza. Lo mejor de la carta es el cachopo a la plancha y las zamburiñas. 100% recomendable, de lo mejor de Luanco.
La primera impresión que se lleva un visitante es negativa, retraso al sacar los platos, luego llegan en tropel y hay dificultades para que entren en la mesa. Además, el trato de los camareros es bastante frío, algo que nos avisaron lugareños.
Cuando llega la comida, esta está rica. Croquetas de Cabrales y cachopos ricos. El café no está nada mal. Nuevamente, una experiencia negativa. Solicitamos que nos corten los cachopos y nos los traen enteros diciendo que hay mucho lío en la cocina (cuando se acababan de quedar vacías dos mesas). Cortar eso hubiese supuesto, como mucho, dos minutos, y habría servido para mantener al cliente contento. Pero no, enteros.
Por casualidad, a la hora de dejar la mesa descubrimos que detrás de ese trato frío y distante se podía entrever un humano, bromeando con los clientes. Algo es algo
Por último añadir que es una terraza - Restaurante a la orilla de una de las playas y dónde se puede comer con un presupuesto no muy grande.
La atención de la camarera muy buena, la calidad es aceptable, pero el precio es una pasada para la cantidad que te ponen, parecían tapas en vez de raciones. Y un robo la cesta de pan, que no te preguntan si la quieres, 4 euros. No volvería nunca.
Mi primera y última experiencia ha sido lamentablemente mala, no es de recibo que te traigan todo lo que has pedido a la vez! Da una sensación pésima, igual que si te tiran la comida en vez de servirte!
El cachopo crudo y luego refrito, patatas de comedor escolar, lo único bueno el cabrales (el mérito de la quesería, no de ellos claro). No se puede pagar con tarjeta.
Masificado según la hora o el día, pero bien. Típico en Luanco. La atención "hacen todo lo que pueden", y con muy buena cara y dedicación. UN vermout es típico y muy bien recibido. Hay que frecuentarlo para bien valorarlo.
Hemos comido un grupo de 13 personas en La Ribera, un poco por casualidad, porque ha sido donde siendo tantos hemos encontrado hueco ya que no teníamos planificado ir a Luanco. El sitio está muy bien situado en el paseo y por dentro es pequeño pero mono decorado. Fuera hay terraza con vistas al mar.
La experiencia empezó mal con un camarero desbordado que iba y venía, que nos decía que era mucha comida y sin consultar nos quitaba uno de los cuatro cachopos que pedíamos, nos mandó a otro camarero o encargado o de cocina (no sabemos) para que nos asesorara con las cantidades y al final decidimos lo que nosotros queríamos desde un principio: 4 cachopos para 6, teniendo en cuenta que una persona quería uno entero. Resultó que no eran tan grandes como se ven en otros restaurantes por lo que uno para cada dos estaba bien e incluos uno para una persona con mucho saque.
Otras tres personas compartimos lubina (pedimos 3 raciones) y unas llamparas y al rato volvió el camarero a decir que no había llamparas (aunque luego siguieron sacando platos del menú de arroz con llamparas). Pero tampoco nos preguntó si queríamos cambiar la ración por otra, que sí queríamos. Se fue, tuvimos que volver a llamarle para que nos incluyera almejas a la marinera. Las almejas estaban buenísimas, la ración de 12 almejas un poquito escasa por 18€ pero la salsa para chuparse los dedos. Y la lubina muy rica también a la plancha, pero nos han puesto una lubina en lugar de lubina y media (sospecho que por no abrir una más y dejarla a la mitad) pero nos han cobrado las tres raciones de lubina bien a gusto. No era tan grande como para tres y si no que cobren dos raciones, que es mucho abuso.
Tres personas pidieron menú y los dos primeros platos salieron bien (ensalada y arroz con llamparas) pero el tercero que era el principal, nunca llegó. Lo reclamamos tras esperar más de media hora, cuando todos habíamos terminado de comer y dijo el camarero que lo traían ya que ya estaba. Siguieron sin sacar los tres platos y volvimos a reclamarlos pero esta vez dijimos que ya no lo trajeran. El camarero sorprendido dijo que los había pedido tres veces en cocina y preguntó si ya no los queríamos, tras 45 minutos esperando, dijimos que lógicamente ya no y que no cobraran el menú entero. Se fue y apareció otro al que le volvimos a explicar lo sucedido. Se fue este segundo y al rato apareció el primer camarero con los platos. Le dijimos que no lo queríamos, uno de nosotros dijo que lo pusiera para llevar y los otros dos que no y repetimos que no lo cobraran.
Como el menú llevaba postre, pidieron los postres del menú y un arroz con leche fuera de menú.
Además, los aguas son pequeños y en lugar de decírnoslo, pues habríamos pedido una botella por persona, nos iban trayendo el agua con cuentagotas.
Al traer la cuenta, nos dijo que al café (uno) y los postres (uno), estábamos invitados. Bochornoso que cambien tres platos del menú por un café y un postre y encima lo camuflen como invitación. Pero habían cobrado los menús enteros, algo que nos sentó como un tiro y se lo dijimos, que estaba mal. Volvió a traer la cuenta ajustando eso y nos dijo: a ver si ahora os gusta la cuenta. Pero aparte de las formas, nos seguía sin gustar, las cuatro botellas de agua de los menús (3 normales y uno infantil) también nos las había cobrado a 1,80€ cada una, también nos quejamos. Y ya sí pagamos. Pero desde luego un sitio en el que el cliente tiene que estar encima de los camareros, es agotador. La comida es rica pero el servicio no es bueno. Una pena.
Todo casero nada de bolsa el marisco es perfecto recomiendo las croquetas caseras si queréis probar algo excelente al igual que el marisco y los escalones voy todos los años y está genial gran atención de los camareros y muy majos, no entiendo algunas reseñas
Muy bien todo. Trato del personal perfecto y la comida excelente en nuestro caso pedimos zamburiñas y paella de marisco, postre tarta de queso riquísima y el detalle del café y un trozo de roscón de Reyes invitación por parte de la casa.
No desayunes mucho y vete con ganas. Pide algunos platos para compartir. "concretas". Chopitos.y algún que otro caprichito. Terminar con bichitos de patas y con un cachopo, pero dividirlo en dos (que aproveche). Buen vino o buena sidra, paseo cortito y a dormir la siesta al hotel.
Trato decadente. La primera vez que llego y no hay comidas. Bajada increíble de atención y trato. Esta claro que su nivel actual es el de escanciar una sidra e irte a otro lugar. Una gran decepción.
Muy buen restaurante para comer pescado y marisco. Lo mejor, la calidad de la comida y el sitio donde está, y si puedes comer en la terraza mejor. Lo peor: los camareros que son todos muy desagradables, todos! Recomendable: el arroz con bogavante y los chipirones rellenos (aunque dado su demanda siempre están agotados.) Precio: 25-30€ persona.
Camareros fumando en la puerta. Bastante desaliñados. Eran como las 12.15 y fuimos a tomar un aperitivo, la cocina estaba cerrada y sólo nos ofrecieron patatas de bolsa y aceitunas. Poco profesional. Seguro que hay mejores sitios en Luanco.
En general aceptable. No me ha gustado que en el menú me han cobrado la segunda botella de agua que me he tomado. El menú bueno la carne demasiado hecha.
Terraza sucia. Camareros descamisados que te traen la bebida de la mano sin una triste bandeja. Por lo menos a mi. Te lo traen servido de dentro del bar y no sabes lo que te han echado en el vaso. Mi caso tenia restos de jabón. Nada profesionales. Montón de sitios en luanco mejores q este. Camareros fumando en la puerta delante de los clientes
Ha sido nuestra primera parada en Asturias, pedí para beber sidra y me había sacado la botella entera, toda para mí, jeje, luego ya he visto que es lo típico. Me encanta. Pedimos zamburiñas y chipirones a la plancha, buenisimo todo. No dejéis de ir. Calidad y buen precio
Comida casera casera.raciones.menu diario y de fin de semana.carnes.pescados.sidra.frente al mar.una pasada.camareros atentos y buen rollo.no lo dejes pasar
Llegamos y nos dijeron que para poder comer el menú tenías que estar en el piso de arriba. Una vez arriba nos dice otro camarero que era bajo, nos han hecho perder el tiempo.
EL TRATO EXCELENTE. (TOÑO EL ENCARGADO MUY ATENTO) LA COMIDA 10 (EL CACHOPO SIN REBOZAR, LA LUBINA PLANCHA, CHIPIRONES RELLENOS DE BONITO, ZAMBURIÑAS. ETC. MERECE LA PENA. PRECIO MUY RAZONABLE. SI PASÁIS POR LUANCO NO DEJÉIS DE IR.