Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Me ha gustado si bien está un poco a desmano de Gijón, pero la comida estaba muy rica, sobre todo los fritos de pixin y la sopa de marisco, muy abundante
Tiene poca luz y el olor que uno puede imaginar al estar sobre una lonja de pescados que funciona a diario. Por lo demás es espacioso y a la hora de la tarde en la que estuve no demasiada afluencia. La atención es correcta.
Excelentes los calamares fritos y de segundo arroz con bugre (bogavante). No te dejes engañar por el entorno y la antigüedad del local. Al entrar a la lonja huele a pescado, es la lonja, es inevitable, pero a cambio comerás pescados de primera. Un sitio donde no suelen venir los Gijoneses porque tiene "defectos de forma", pero la atención es buena y el material de primera. Cocinera con mucha experiencia y que sabe lo que tiene entre manos. Nos contó la camarera (que lleva unos meses trabajando aquí) que hoy habian visto delfines cazando unas horas antes en la bahía artificial que forma el puerto del Musel.