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Un Alojamiento de ensueño, situado en un punto estratégico de los Picos de Europa, perfecto para visitar todos los lugares míticos de Picos. Las habitaciones super bonitas en una decoración y ambiente de montaña idilico y todo súper limpio todo. Fernando y Marisa son unos amores de personas y son Guías de la Zona profesionales, te ayudarán y te explicarán todo el entorno con mucha sabiduría. Deseando volver
Muy bien todo. Tiene un jardín hermoso para comer fuera. Venden sidra natural. Pueden llevar su propia comida y armarse alto picnic en el Jardin. Vayan
Un paraíso. El trato personal excelente. Se encuentra en una ubicación estratégica perfecta para visitar cabrales y los picos de europa. Tiene juegos de mesa y actividades de exterior para realizar con la familia.
¡Totalmente recomendable! Estuvimos como en casa. Tanto la habitación como el trato del personal fue excelente. Este albergue tiene un encanto especial.
Pasamos 4 noches allí, y fue increíble. Habitaciones cómodas y super limpias. Ambiente super acogedor. La zona es increíble para ir a muchos sitios, y los dueños súper amables. Cuando volvamos a Asturias, repetiremos sin duda.
Casa rural a 15-20 minutos de Cangas de Onis. Nosotros fuimos 5 personas y nos tocó una habitación en la buhardilla y la verdad que bastante bien. Estaba muy limpio, además de que los señores del albergue majisimos, nos recomendaron un montón de sitios y la ruta de cómo hacerlos. Unos anfitriones muy recomendables
Los propietarios son encantadores nos informaron de todo tipo de actividades y rutas turísticas. La limpieza está garantizada cambian de sábanas y toallas cada tres días. Un fabuloso desayuno con todas las medidas anticovid garantizadas el comedor está súper limpio y organizado. Mi experiencia ha sido muy buena y creo q volveré a repetir. Calidad precio relación muy buena. Muy recomendable
Encanto de casa, un lugar tranquilo, limpio, terraza muy cuidada. Los dueños están siempre para atender y te indican sitios donde comer o lugares para disfrutar de la zona (senderismo). Gracias por todo! Gente buena con gran corazón.
Nos ha gustado todo de la Casa! La ubicación, el estilo campestre, la habitación acogedora y cómoda. Todo en un ambiente limpio y ordenado. Los anfitriones, Marisa y Fernando, muy atentos. Felicidades!
Lugar magnífico para pasar unos días Cerca de picos de europa, ya también de costa. Limpio y trato humano excelente. Estuvimos un matrimonio con dos hijos. En una habitación cuádruple con dos cuartos de baño completos. Los
Lugar ideal para desconectar y desde allí poder moverse a distintos lugares. Amabilidad y buen trato por parte de los responsables del Albergue, además de su amplio conocimiento de la zona y lugares para visitar. Habitaciones amplias y limpias con los servicios necesarios para unas vacaciones.
La ubicación es perfecta para conocer los picos de Europa, al pié de las montañas y rodeado de vegetación, un lugar muy tranquilo y encantador. Las habitaciones son muy cómodas, la decoración muy acorde con el entorno y está todo MUY LIMPIO, la habitación huele a desinfección cada día y las camas muy cómodas. Tiene una zona exterior muy acogedora en la que cada habitación tiene reservada una mesa en el prado y otra en la terraza para que no estemos toqueteando todas las mesas y sillas como prevención del covid. Si vuelvo a Asturias volveré allí sin dudarlo. Gracias a Marisa y Fernando que nos han hecho sentir como en casa
Habitaciones muy cómodas. Desayuno también muy rico. Los dueños, Marisa y Fernando muy amables y atentos y en la recepción te aconsejan sitios que visitar, lo cual nos fue muy útil. Tiene un pequeño jardín ideal para que los niños jueguen. Todo muy limpio. Recomendable al 100%
Fuimos un pequeño grupo a una demostración de la actividad de marcha nórdica.
Ubicación fantástica a los pies de las montañas de los Picos de Europa. Fernando (Tato) nos hizo una sesión/demostración de marcha nórdica con todas las explicaciones necesarias. Una actividad muy recomendable para todos los públicos para disfrutar en la naturaleza.
En cuanto al albergue, no nos alojamos, pero nos enseñaron las instalaciones. Ideales para pasar unos días en la montaña y desconectar.
El personal, tanto Fernando como Marisa muy amables.
Un sitio ideal para estar con la familia, tranquilo y muy limpio. Decoración rústica y dueños muy amables y serviciales. Desayuno con buen café. Si tienes dudas sobre que hacer puedes preguntar en recepción, es mejor que un guía turístico. Sitio para volver
Es un lugar tranquilo en un entorno muy bonito. Las habitaciones son sencillas y cómodas. Tiene una zona ajardinada con mesas muy acogedora. Limpieza de 10. Los anfitriones muy amables y competentes. Lugar muy aconsejable para familias.
Un lugar agradable y acogedor. Esforzados por cumplir con las medidas de higiene y seguridad necesarias en estos tiempos de pandemia. En el desayuno se echa de menos algo tradicional.
El desayuno, zumo de bote, chorizo y queso todos los días por lo tanto muy mal. Le salva algunas mermeladas que tiene. Situación geográfica genial y estancias muy buenas.
Trato inmejorable, muy limpio y acogedor además de económico y buen desayuno. Nos asesoró sobre todas las cosas que podríamos hacer y gracias a eso hemos pasado unos días espectaculares. Recomendable 100%. Si volvemos por aquí no dudamos en volver.
Lugar perfecto para pasar tus vacaciones. Localización increíble para excursiones a playa y a los picos. Trato familiar. Actividades para niños. Puedes contratar guía para excursiones o, si eres más deportista, rutas por pocos de Europa. RECOMENDABLE
Con los voluntariados en Picos de Europa que hacemos anualmente desde la Asociación de Ciencias Ambientales hemos utilizado habitualmente el albergue de la Casa de la Montaña. Contentos con el trato e instalaciones en su relación calidad/precio. Además Fernando conoce muy bien la zona y siempre está dispuesto a aconsejar al viajero.
La casa está muy bien, correctamente equipada, bonita, muy limpia, muy bien decorada y situada estratégicamente. Desayuno y cena básicos pero abundantes. Lo mejor con mucha diferencia han sido las excursiones de la mano de Fernando ("Tato"), un guía excepcional, muy atento y simpático. Quizás lo más mejorable ha sido la paciencia de Marisa con los niños. Es comprensible que un grupo numeroso de niños, como era nuestro caso, sea más difícil de gestionar y en ocasiones pueda ser hasta "molesto", pero cuando admites niños debes de estar preparado para recibirlos y tratarlos al menos con cordialidad. Al margen de esto último, es un lugar que recomendaría.
Estuvimos con nuestros tres hijos dos noches. Marisa y Tato, encantadores, con un trato muy cercano. Nos indicaron multitud de cosas, sitios, rutas y donde comer en los alrededores. El desayuno es básico, pero abundante como para cargar las pilas. Gracias a los dos por hacernos tan grata la estancia.