Valentina Bakery - Bar

Me gusta este sitio xq tiene aparcamiento delante, aunque sea zona azul y está muy bien decorado de manera sencilla pero " agradable" para estar y tomar algo alli

Hemos pasado a desayunar ayer 24/02,11: 00 am. El sitio muy guapo, lamentamos la mala atención recibida y no pudimos comer. Desde el momento que nos sentamos en la terraza, la camarera nos trata de forma bastante grosera, no prestamos atención y lo dejamos pasar porque cualquiera puede tener un mal día, pero luego al pedir la cuenta sigue siendo grosera con nosotros y preguntamos de manera respetuosa si le pasaba algo, porque entiendo que puede ser por mucho trabajo, sin embargo la chica nos dice de manera bastante grosera que no puede ponerse hablar con todos los clientes, sin embargo le decimos de manera respetuosa que no queremos hablar con ella ni interrumpir su trabajo solo que nos trate con un poco de respeto como a cualquier cliente, lamento el review por sus otros compañeros que seguro hacen un excelente trabajo pero esta chica debe tratar mejor a la clientela.

Nos sentamos y no nos atienden, después de 10 minutos voy a la barra y me dicen que me atienden en la mesa, me vuelvo a sentar y no me atienden.tiempo de espera 30 minutos, no opino de la comida porque no la probe (tenia buena pinta), servicio pésimo, una lástima. Esto nos pasó DOS VECES en días diferentes, el segundo día directamente nos fuimos (una de las camareras nos vió y ni se molestó en preguntar que pasó).

Malos tiempos con el servicio
Mala higiene, mala limpieza de vasos, ese solo es uno de los dos que tuvimos que pedir cambiar.
Lamentable

Después de ser cliente durante meses (La rapidez no es algo que caracterice al local, pero reconozco que el pincho de jamón con tomate está muy bien), el 25 de octubre de 2022, sobre las 11: 55, realizo una consumición junto con un compañero, me cobran 2 euros de más (ni te dan, ni te ofrecen ticket) y al reclamar recibes una negativa por respuesta.

Entiendo su postura (no pueden ir entregando dinero al primero que se lo pida), pero la sorna sufrida de la camarera morena con tatuajes tras solicitar la hoja de reclamaciones terminó en convertir la situación de desagradable a triste. Debe de ser que les sobra clientes habituales. Aunque leyendo otros comentarios, veo que no he sido el único en sufrir su "profesionalidad".

Es una nimiedad (2€ no van a ningún lado), pero que una camarera que deba cobrarte 5,8€, te cobre 7,8€ y que encima no reconozca sus errores con un carácter burlón y poco profesional. Le recomiendo que comience a usar la caja registradora para hacer las cuentas para evitar futuros conflictos o reclamaciones.

El detalle más risible, y preocupante si fuera yo el/la dueñ@ del local, es que su excusa haya sido que la caja le cuadró perfectamente ese día. Con las cuentas que hace, con la facilidad que tiene para las Matemáticas, lo extraño sería que no le cuadraran.

Un sitio muy chulo y bien decorado. Entramos por el ambiente. La chica que nos atendió fue súper atenta y majísima a pesar de que tenía mucho trabajo porque estaba sola. Me hizo su primer capuchino y le salió estupendo. Nos apuntamos el sitio para merendar más veces.

Edito: me llevé una decepción bastante grande. Ya la primera vez que fuimos habíamos pedido en origen un café bombón y un irlandés y nos habían dicho que no tenían. Yo pensé que podía haber sido que se les acabó, pero ya van varias veces que vamos y no tienen nunca nada de lo que pedimos: smoothies, cafés, batidos… Da la impresión que cualquier cosa que lleve un mínimo de elaboración ya no se hace. Solo zumos, cafés con leche y cerveza. Vamos a dejar de ir.

Primera crítica negativa desde que realizo este servicio de crítica constructiva.

Si bien es cierto que mi asiduidad podría ser habitual a nivel situacional, y de trato hacia algunos clientes, es el nivel de ostracismo al que se te somete incluso a falta de clientela el que evita que lo convierta en un lugar de tránsito habitual. La dinámica de olvido de tu estancia en terraza, los errores en el pedido de forma constante y la actitud poco profesional en cuanto hay algo de presión de clientela, evita que las pocas camareras que hay en el lugar entreguen en tiempo y forma los pedidos que se hacen. Quizá, sólo quizá, con la contratación de más profesionales de la hostelería, el problema se vería atajado.

Visualmente, todos los productos son atractivos, pero tener el caramelo en la punta de la lengua y no poder saborearlo, es equivalente a torear al cliente y reírse del tiempo invertido que nunca será devuelto.

Lamento, profundamente, que ésta reseña se haya producido.hasta el día de hoy, la primera.

El sitio es muy agradable y tienen cosas riquísimas. La camarera era súper maja, fui con mi hijo y nos trató genial. Probamos la tarta de oreo y la red velvet y están increíbles. Volveremos para probar las demás, sin duda. No tenían ya frappes ni batidos, espero poder probarlos en otra ocasión. Muy recomendable para ir a merendar. Me llamó la atención que con lo grande que es el sitio y la cantidad de mesas que tiene sólo hubiese una trabajadora. En ese momento no había mucha gente pero no quiero pensar la pobre cómo estará cuando haya mucha gente.

Tiene una buena variedad de pinchos y los precios están bastante bien, pero a veces no dan a basto para atender y más de una vez me he tenido que ir porque llevaba rato esperando y no me atendía nadie.

No vayáis. Hacedle un favor a sus empleados que son bien pocos. Ya Que los dueños seguramente ni lean las reseñas, vosotros sí. Terraza llena y local dentro también ;con tan solo una camarera. Ésto lo voy presenciando muchas veces a lo largo de muchos meses. No contratan más personal por ahorrarse dinero. Así seguirá. No volveré más.

No me gusta poner cosas negativas de ningún lugar, pero creo que para crecer uno debe escuchar lo bueno y lo malo.
Fuimos el sábado a tomarnos un café después de comer y quedamos tan gratamente sorprendidos que decidimos que el lunes, después de unas gestiones iríamos a desayunar.
Ésta vez fatal, gente yéndose porque solo había una chica y no daba a basto con todo, yo quise aguantar, pero al final me tuve que ir también porque ya entraba a trabajar.
Éste es un toque de atención para el dueño o dueña, mejor ganar menos dinero y tener más personal y a la gente contenta, como decía mi abuela, mucho mejor pocos muchos, que muchos pocos.
Un saludo!

El servicio horrible nos sirvieron después de 40 min estábamos apunto de irnos, el café horrible! Los donuts de Mercadona, no tenían tomate a las 0930h de la mañana, lo único bueno los croasanes en fin no volveremos en la vida!

Tarta de chocolate súper seca, la camarera muy borde y no se entera de nada. Nos ha traído dos veces algo diferente a lo que le pedíamos. Definitivamente no volveremos para merendar en este sitio. Nada recomendable

Atención en terraza pésima. El camarero no se digna a salir y cuando salió por casualidad y le pedimos nunca volvió con nuestra consumición. Cuando le fuimos a preguntar nos dijo que es que no había lo que habíamos pedido y por eso no nos lo llevó. Lo mínimo sería salir a informar no?

Estupendo lugar para tomar un tentempié. Hoy muy decepcionada, las camareras fatal, mucha cara guapa y muy poco eficientes. Un siglo en atenderme, otro en traer el café, otro en traer los pinchos un pincho equivocado y malas caras.

Solemos acudir al Valentina ubicado en el Fontán pero un día pasábamos cerca de este local y, decidimos ver si estaba igual de bien que el otro.

Era mediodía, solamente estaba un señor bebiéndose su café dentro y, en la terraza no había nadie.

Nos sentamos y, después de un rato viene una chica morena a tomarnos nota (en barra sólo estaba ella).

No nos limpia la mesa, a pesar de estar llena de migas y el sofá más de lo mismo.

El café, imagino, será el mismo que el del otro local pero nada que ver. Sin espuma y algo aguado.
El pincho lo mismo, pedimos uno de tortilla y estaba como mal recalentado y seco, nada rico.

Los servicios sucios, sin reponer…

Y, para mi sorpresa cuando vamos a recoger las bufandas del sillón, están sucias, llenas como de hierba, barro o no sé muy bien qué era pero no se quitaba.

Entiendo que una persona sola en el local no puede tenerlo todo controlado e impecable pero también sé que si está el local vacío, las mesas podrían recogerse, mirar los servicios de vez en cuando…

En conclusión, no nos invita a volver. Eso sí, al del Fontán seguiremos acudiendo porque parecen dos cafeterías distintas.

El lugar está muy bonito y es buena zona, pero cambia si está el chico o si está la chica.realmente yo si tuviese un negocio así controlaría mucho el personal, ya que hay diferencia entre atender con ganas a tirarte la consumición encima de la mesa.

Tardan mucho en atender, cierran el baño 2 horas antes, empiezan a cerrar antes de tiempo la terraza haciendo ruido, el bar de alado llamado el will da una atención mucho más familiar lo recomiendo mucho más

Cafetería en la zona de las consejerías en Oviedo. Muy buen café. Precios ajustados (café con leche = 1'30€). Bonito local con amplia terraza. Buen servicio. Volveré para probar alguno de sus dulces (las tartas tienen una pinta buenísima).

En invierno, un día soleado, puedes desayunar al sol en la terraza algo q en Oviedo es muy difícil. Café muy rico, así como la repostería. Inmejorablemente atendido, siempre con una sonrisa. Y, esto para mí es importante, son amigas de los animales.

Siempre he ido alguna tarde y me atendía un chico moreno muy agradable y educado. Sin embargo, fui hoy y estaba una chica morena. Nos saludó y nos recogió la mesa, ya que, antes estuvo ocupada por otras personas. Pasa un rato, y no vuelve. Entonces, fui dentro a decírselo y me contesta con un tono muy borde “primero tendré que limpiarla”. Después sale y me reprocha un tono inapropiado que ese comentario me lo he tomado yo a mal, no porque ella lo hubiese dicho de ese modo.

Yo al igual que ella soy camarera y no creo que sean formas de tratar a un cliente. Además, cuando salió a decirme eso, ni siquiera nos pidió nota ni nos limpió la mesa. Así que nos fuimos a otro sitio.

El servicio y la educación pésimas.

No voy a volver.

He venido varías veces a este bar siempre me ha atendido genial un chico moreno que suele estar de tardes. Hoy he venido por la mañana y había una chica morena que primero se ha negado a darnos cambio porque “tenía que dejar cambio a su compañera” y no nos ha querido tomar nota dentro diciendo “os atiendo fuera”. Cuando salimos fuera y nos sentamos tardo 30 minutos en atendernos teniendo la terraza casi vacía y atendiendo primero a otras mesas que se sentaron después.
Creo que no voy a volver…

Cafetería con ambiente tranquilo, donde prima una atención " familiar", con los clientes, así como una exquisita elaboración de una gran variedad de pinchos.
Si algo se percibe, nada más entrar, es la esmerada limpieza e higiene.
Lugar agradable, donde el " tomar un café", se puede escribir con mayúsculas.

¡Directamente estupenda! Ya me dan ganas de ser funcionaria de al lado para echar un café con pincho/tarta a diario, jejeje ;)
Lo tiene todo: diseño agradable (se nota que antes era un bar de siempre, pero le dieron una vuelta para refrescar y dar calidez), café y té variado y de buena calidad (producto local, eh! Famoso El Globo asturiano), variedad bárbara de productos de repostería y pinchos/sándwiches para todos los gustos. Las camareras muy amables, rápidas, exactas en cumplir el pedido.
Lo veo ideal para desayunar/merendar. Ah, tiene buenas cervezas ;)
Hay una terraza muy amplia. Al lado hay un parking subterráneo y zona azul.
En fin, una experiencia muy agradable. La apuntamos para las próximas vacaciones (y, por si hago las oposiciones para un sitio al lado de la cafetería está;)

He modificado mi comentario anterior
Porque cambian de personal pero parece que siempre buscan gente antipática y sin ninguna valía, faltos de experiencia… esta fue la última vez que voy…. Después de esperar 10 min sin casi gente, entrar salir y volver a entrar ni in buenos días…. Lo dicho suerte con su actitud

Tardan siglos en atenderte, mira que le doy oportunidades pero nada! Acabo levantándome y largando porque nadie te atiende, muchas veces te ven y pasan d ti totalmente. El sitio muy mono y los dulces tienen buena pinta pero se te quitan las ganas de estar allí y probar algo en cuanto te sientas!

Me encanta! Uno de mis lugares favoritos en Oviedo para merendar o desayunar. Tienen variedad de cosas para comer dulces y saladas. Café riquísimo, variedad de te, cervezas, zumo. Tostadas riquísimas. Recomendable! Siempre es muy acogedor!

Hoy la atención con la primera camarera que nos atendió estuvo espectacular muy amable y educada, pero luego nos atendió otra señorita con pelo lacio delgada, muy mal educada, le dijimos que porfavor vamos a tomar otro café y no se tomo la molestia de recoger los platos y café que ya habíamos tomado, luego su prepotencia y apatía que tuvo al decirnos la cosa, la verdad una pena con esa señorita que no le forman, nosotros vivimos a lado y siempre vamos a tomar, pero hoy nos trato fatal, en fin.
Espero que porfavor pueda moldear un poco el tono de voz y la forma de decir las cosas, ya que somos consumidores permanentes.

Cafetería con todo tipo de pinchos, dulces, salados para desayunos y meriendas. La decoración está bien. Pero le diría al dueño/a que cogiera a más gente para atender porque está una chica para todo y no da a basto. El bar lo merece.