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Sólo por disfrutar de sus cachopos (creativos, ligeros y sabrosísimos) ya vale la pena ir, pero es que siempre están innovando y proponiendo nuevos platos. Atención a sus gyozas y a sus brioches. Trato amabilísimo y muy buena relación calidad precio.
Muy diferente a lo que puedas comer en la Felguera. El dueño es súper amable y la comida está riquísima. Sin duda resalta la diferencia en cada plato. Las croquetas de jamón súper buenas.
El mejor cachopo que he tomado en mi vida, buenisimas samisas y un postre de chocolate increíble. Paciencia con el servicio, pero perece la pena la espera.
Una cocina espectacular! Hemos comido de lujo. El cachopo tiene premio al mejor de 2022. La ensalada templada de gulas, gambas y setas riquísima! Y el postre de Ferrero Rocher para chuparse los dedos. Y muchas más cosas ricas. Y una vinacoteca fantástica! Volveremos!
Acogedor sitio, impecablemente dirigido por Luis, gran conocedor de sus productos, y por su esposa, haciendo las delicias del paladar con sus elaboraciones
Hemos ido a comer y con todo el restaurante vacío (sólo había una mesa ocupada) y una sóla mesa en la terraza (el resto vacías) nos dice que lo tiene todo completo, dato bastante dudoso debido a la hora que era (15.15 h). Me ha decepcionado mucho el trato recibido. La estrella se la pongo porque no se puede publicar si no lleva una al menos. Si de mí dependiera, no le pondría ninguna.
Ayer cenamos alli, todo fantastico! Las croquetas, los langostinos, las giozas y los cachops de alucinar! El trato divino volveremos sin duda! Se lo recomiendo a todo el mundo!
Ambiente agradable y amplia experiencia en el sector. Buena carta de vinos. Especialista en tapas, mucha variedad y experimentación. También para comer, aunque el comedor sin entidad propia, pequeñito. Si vas a comer no vayas con prisa, un poco lento el servicio de cocina. Buena experiencia.
Me encanta este sitio sus platos son diferentes, sabrosos y muy bien elaborados el trato es excelente y tiene muy buena bodega, como negativo destacar que en ocasiones la cocina se colapsa y los platos tardan en salir.
Un restaurante pequeñito y acogedor, ideal para disfrutar tranquilamente y sin prisas de la mejor gastronomía tradicional pero con un guiño a nuevas tendencias y sabores sorprendentes. La atención es inmejorable