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Después de veinte años qué estuvimos, sigue siendo el mejor Caserío, cómo en casa, qué mejor calificativo se le puede dar. Pilar y su familia te hacen sentir familiarizado. Muchísimas gracias por todo, nos veremos. No dudéis de ir si visitáis los alrededores.
El lugar, el trato, el desayuno. todo genial. Muchas gracias a Xabier y Goizane por la hospitalidad. Nos trajimos a casa muy lindos recuerdos de Antzuola y las montañas de los alrededores, absolutamente recomendable.
Un ambiente familiar muy agradable, en medio del país vasco, ideal para unas vacaciones, paseos, excursiones, sirven desayuno casero muy bueno, cuentan con estacionamiento propio
Increíble, majestuoso, la atención una pasada. Fuimos hace años y volveremos ya lo tenemos en mente. Nos encantó tanto el lugar como sus gentes y sobre todo entorno
Sitio muy agradable la señora Pilar es un encanto, su hijo muy atento te explica las rutas más fáciles y cómo llegar / aparcar en los lugares de interés, te facilitan un mapa, los desayunos son increíbles una pasada, todo lo q se necesita para comenzar un día de caminata. Repetiría siempre q piense en venir al país vasco.
Muy bien gestionado, muy amable, preciosa ubicación y gente agradable. La habitación era estupenda, espaciosa y limpia y una buena cama. Que es no gustar.
Sitio espectacular Lo regenta una familia, el servicio lo hacen ellos mismos y el trato fue espectacular Se portaron muy bien con los niños, fuimos con un equipo de hockey, y no tuvimos ningún tipo de problema Esta pegado al pueblo pero no se oye nada Situado a 15 minutos de las playas de la zona 100% recomendado para una escapada de descanso
De passage après un long voyage en vélo, je me suis arreté dans cette auberge, l'endroit est merveilleux, plein de charme, accueil très chaleureux, les chambres sont très propres et spacieuses.je recommande cet hotel sans restrictions.
De paso después de un largo viaje en bicicleta, me detuve en este albergue, el lugar es maravilloso, lleno de encanto, muy cálida bienvenida, las habitaciones son muy limpias y espaciosas. Recomiendo este hotel sin restricciones.
ESPECTACULAR! El trato de la dueña excepcional, te sientes como en casa, atención y profesionalidad increíble, volveremos sin duda, si elegís este establecimiento no os vais a arrepentir!
Lo mejor, la atención de la familia que regenta la casa. Todo muy limpio. Un lugar estupendo para descansar y desconectar y situado en el centro de Guipúzcoa. Lo único a mejorar, en mi opinión, es el precio del desayuno. Nos pareció rico, pero no comparable a la variedad de un hotel, aunque su precio sí lo era.
El olor a blanco de las sábanas, la "Ama" una mujer maravillosa, Goitzane un amor el lugar y su entorno un sueño, los desayunos de Ama y Goitzane.pa llorar de buenos y todo un sitio mágico y especial.se que volveré, gracias mil gracias a esta familia tan bonita.
Después de 6 noches en Agroturismo Ibarre, le damos la máxima puntuación sin ningún reparo. Por su situación (está a una hora o menos de cualquier punto de Euskadi), la comodidad de la habitación, la limpieza, la tranquilidad, los deliciosos y abundantes desayunos y, sobre todo, por Pilar, una persona encantadora que adora su trabajo y siempre está muy atenta con sus clientes.
Acabo de llegar y la verdad la sensación de limpieza es muy buena, esta apartado de carreteras, "en medio del campo", voy a estar 3 noches, más tarde continuaré con la experiencia.
Voy casi todos los meses a la zona por trabajo y llevo unos años quedándome allí, una familia espectacular y sitio de lo mejor, un sitio muy recomendable
Antiguo caserío Vasco adaptado a hospedaje. El edificio es una maravilla arquitectónica como todos los caseríos de la zona. Se nota el origen constructivo respetando las superficies amplias. La familia que lo lleva es un encanto. Pilar hace unos desayunos para volverte a la cama. Recomiendo la jornada vespertina junto a la chimenea con la televisión apagada. Sólo escuchando el crepitar de la leña en combustión. No te molesta nadie ni nada. Es un hospedaje digno para el retiro y el descanso espiritual. Está rodeado de monte para andar y hacer rutas de media montaña.
Hospedaje muy recomendado sitio agradable con un entorno de naturaleza bonito. La dueña un encanto y sus hijos amables con una atención correcta. Desayuno casero y limpieza de 10!
Un lugar muy bonito para descansar, hotel en medio de la naturaleza con desayuno casero buenísimo. Limpieza excelente y atención de las mejores un negocio familiar. Gracias en especial a Pilar por la atención!
Ideal, acogedor, súper limpio. La estancia es ideal porque está ubicada en un paraje precioso. Desde allí se llega en poco tiempo a cualquier sitio del país Vasco. Estupendas anfitrionas tanto la madre como la hija. La sensación es como estar en casa de un familiar. Volveré
Lo más de lo más. Tiene un encanto especial por el paisaje, la decoracion y sobretodo por el personal, son super atentos y muy familiares. Todo esta super limpio. Las habitaciones amplias y las camas super cómodas. El desayuno espectacular. Me he sentido como en casa Volveré
Un sitio espectacular, tranquilo y bonito, habitaciones amplias con un baño grande, todo muy limpio, las camas cómodas. Los desayunos muy buenos con bizcocho casero y zumo de las manzanas de su huerto. Pilar y su hija simpáticas y encantadoras, siempre están muy atentas con los clientes, desde luego es un sitio que recomiendo 100x100
Neteja cada dia incloent canvis de llençols, coixinera i edredó excel·lent, esmorzar molt bo, sabó cos i cap de sobres, wifi molt ràpid, personal servicial i acollidors, et tracten com si fossis fill seu, no et faltarà de res.
Las vistas muy bonitas, el trato bien, la habitación regular, el desayuno mejorable teniendo en cuenta en el entorno que estabamos (podría ser casero).
Alojamiento estupendo. Totalmente recomendable. La familia que lo lleva es un amor. Están atentos a todas tus necesidades. Todo muy limpio. Y las habitaciones muy grandes cubriendo todos los servicios. Situado en un pueblo muy bonito. Los desayunos que ofrecen recomendados.
Habitaciones perfectas, muy cómodas las camas y todo en perfecto estado, muy limpio, cada día nos cambiaban las cosas.
Muy buena ubicación, zona muy tranquila y relajada, ningún ruido. No se puede poner ninguna pega al respecto, es totalmente recomendable para desconectar.
Nos sentimos mimados y cuidados una casa cómoda y cuidada a manos de Pilar y su familia que son un encanto y el entorno es tranquilo y rodeado de gente sana es fácil que repitamos varias veces y en diferentes épocas del año
Un caserío muy acogedor, en un sitio tranquiloy muy bien comunicado. Excepcional el trato dispensado por la señora Pilar y Goizalde. Los desayunos insuperables.
Me ha encantado, la atención de la Sra. Pilar y su marido ha sido inmejorable nos han tratado como si fuésemos de la familia. Sin duda si venimos por aquí volveremos
El trato de sus dueños es inmejorable, nos han tratado y nos han hecho sentirnos como en casa. Los desayunos maravillosos y muy completos. Sin dudar lo recomendaremos a familiares y conocidos.
Un sitio muy bonito y tranquilo donde se puede disfrutar de las vistas de los montes alrededor. El trato de los dueños es muy cercano y el desayuno es muy rico.
La experiencia fue estupenda. La casera, una señora de avanzada edad, encantadora me recibió con una cervecita de bienvenida, como si de la familia fuera. El caserón está situado en las afueras del pueblo en una calle sin salida y tiene parking propio. La habitación destaca por su limpieza y amplitud más que por su relativa austeridad. En la zona nos recomendaron el restaurante Larrea y la verdad es que no defraudó. Cantidades generosas y producto fresco. Repetiría sin dudarlo.
Hemos estado un fin de semana de tres dias, dos parejas, un bebe y dos adolescentes y ha sido una estancia genial. Pilar, la amfitriona, es excepcional. Es una persona muy atenta y te hace sentir como en casa. Sin dudarlo, volveria a su casa.
Estuvimos dos días. Es un caserío fantástico. La atención no puede ser mejor. Atentos, amables, siempre con una sonrisa y pendientes del cliente. La habitación enorme. Una cama comodisima y un baño muy grande. Todo muy limpio. Tranquilo y silencioso. Un lugar para relajarse y desconectar. El desayuno de lo mejor. Todo casero, la mantequilla, la mermelada, el bizcocho. Y el mejor membrillo que hemos probado nunca. Desde luego, volveremos. Muchas gracias por todo.
Este caserío no es un hostal. Es mi casa. Allí Pilar, Iñaki y Oitzane te tratan como si fueras de la familia, pues. Dos veranos consecutivos los visité y dos experiencias únicas. Imborrable el recuerdo del olor a bizcocho al cruzar por primera vez su hermosa puerta. A una hora de Donosti (en tren, desde Bergara) y a otra de Bilbao. Volveré, cagonsos.
Llegué a las 22: 00 y la dueña estaba esperándome como si fuera de la familia. Por la mañana me obsequiaron un desayuno completo en calidad y cantidad, con productos elaborados en el establecimiento. El caserío es precioso, revestido con madera y decorado al estilo señorial del norte de España. Volveré!
La atención desde el principio regular, la casa grande y bonita por fuera, olía siempre a sopa. La cama cómoda y la habitación limpia, sencilla con poca personalidad. Adecuada para pasar una noche rápida. Tiene vistas a una montaña.