CANELA

Hoy la dependienta rubia de pelo rizado ha quitado de un tirón el zapato a mi hijo de 6 meses porque ha dicho que no los podía tocar (algo que no tengo muy claro como hacerlo pues es un bebe y es imposible que no toque el zapato que se esta probando) a lo que hemos dicho que nos íbamos por sus malas formas que ya venia teniéndolas desde que hemos llegado y ha dicho “pues os largáis” y ahí ha sido cuando le ha pegado un tirón del zapato que lo tenía a medio atar. Nuestra cara de alucine ha sido impresionante como uno se puede imaginar. Que le quiten así de un tirón el zapato a un bebé define mucho a la persona. No se como esa gente puede seguir atendiendo y menos en una tienda de niños. Es la segunda vez que entro, la primera vez ya me pareció una persona un poco amargada pero esta vez ya ha sido para escribir por aquí para que la gente sepa donde no entrar. No se como sigue de empleada… ya se ve que no le gusta su trabajo. Supongo que el jefe no sabe como trata a sus clientes…

Además ya he oido mas veces la mala atención y el desagrado que ofrece esta señora…

Después de años comprando en esta tienda, no me han querido cambiar unos zapatos de número que compré en la tienda por no encontrar el ticket. Con esta falta de detalle y el trato recibido tengo claro que no volveré a entrar más en esta tienda.

Creo que son dos tiendas en la misma calle. La empleada de Canela con muy poco tacto y educación. Dos veces he entrado y no vuelvo una tercera. La otra tienda que la ropa es más de sport, el trato mucho mejor, aunque a poco esfuerzo que hagan es fácil superarlo en simpatía y atención. Un 0

Ni entrar, ni devuelven el dinero ni hacen bonos. Si quieres hacer un cambio en rebajas lo cambias por lo que sea o lo que quede en la tienda y te lo comes con patatas. No puedes cambiarlo otra vez ya que en el ticket de la devolución te escriben a ¡¡¡BOLI! La fecha de la primera compra, es decir, no tienes tiempo de volver a cambiarlo, de verguenza, que negocio.

Alucinada con su política de ventas. (o su tonteria!)
Ya había sufrido el tema de los vales en una ocasión y pena que no acudí a la oficina del consumidor, pq pese a que la dueña diga lo contrario, el dinero de los vales no caduca y desde luego no puede poner una fecha a bolígrafo.

Pero peor lo de hoy.parece que al decir la palabra COVID todo vale.

Hemos ido con nuestras mellizas a por unos conjuntos.

Para evitar lios en la tienda, hemos ido acompañados y hemos dejado a una de las niñas fuera accediendo al local solo con una de las niñas.

Hemos preguntado por un vestido que previamente ya habíamos visto otro día, hemos preguntado por tallas y hemos comentado que nos gustaría probárselo a la niña.

La dependienta ha dicho que no, que hay COVID y no se puede probar.

Podría llegar a ser lógico (y absurdo a la vez teniendo en cuenta que igualmente tras haberlos tocado deberían de higienizarlos), pero.la ha arreglado diciendo que si queríamos podríamos comprarlo, llevarlo a casa, probarlo y sino volver y ya nos hacían un vale.

En casa probándoselo no a una niña, sino a las dos, ¿no hay riesgo de contaminación por COVID? ¿o esque una vez embolsado el dinero, el COVID ya no importa?

Alucinados nos ha dejado.

Ni le ha temblado el pulso, si queríamos bien, y sino ahí teníamos la puerta.

Pues cierto es que tiene ropa de bebe bonita, y nosotros hemos ido bastante, cuando las niñas eran mas pequeñas comprábamos por talla y no probábamos, pero.

A nosotros nos ha decepcionado mucho.

En esta vida hace mas el que quiere que el que puede y tener una plancha de vapor para limpiar las prendas y evitar contagios está a la orden del día en todos los comercios.

Fatal, ni devuelven el dinero ni dan vale. Cómo os hagan un regalo y vayáis a cambiar tenéis que coger lo que haya. En este caso una vez que has cambiado no tienes otro mes para coger otra cosa y la atención por la dueña ha sido muy mala, muy arrogante, símplemente nos ha dicho que es lo que hay y que vayamos a la oficina del consumidor si queremos pero que ya han ido otras personas y no han conseguido nada.
En resumen, la persona que nos ha hecho el regalo no vuelve a entrar y nosotros tampoco.