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Nos gustó mucho, aunque según nos contaron ha venido bastante a menos durante los últimos años. Son varios los caseros que plantan allí sus puestos para vender frutas, verduras y productos frescos de la huerta: compramos unos ajetes y también un trozo de queso Idiazabal, muy rico. Nos dieron a probar un par de opciones antes de comprar. Destaco la cercanía de los caseros, atentos y amables. Me gustó, es recomendable si visitas Andoain los martes o los sábados.
Esta desapareciendo, desde sus responsables da la sensación que quieren que desaparezca, no hacen nada por mejorarlo, le estorba, así el pueblo se queda sin parte de su historia, porque el mercado es parte del pueblo
Cada dia hay menos puestos, quiza el ayto de Andoain deberia pensar en rebajar un poco los precios de los puestos y asi motivar a los mercaderes a volver