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Me siento muy afortunada de haberme alojado en La Oliva Inn. Me sentí como en casa lejos del hogar: acogedor, tranquilo, pacífico, hermoso, cómodo y mágico. Escapada perfecta para una mujer que viaja sola y es introvertida que busca espacio, sol, relajación y tranquilidad. Mi habitación era muy acogedora, con una cama enorme y mucho espacio: suficiente espacio para hacer yoga (¡incluso me proporcionaron una pequeña colchoneta!) La iluminación de la habitación es realmente agradable. Mosquiteros alrededor de las ventanas y encima de la cama. Dormí muy bien debido a la tranquilidad de la zona y me desperté con el hermoso ruido de los pájaros. Perfección. El área de la cocina es ideal con todo lo que necesitaba. Me encantó tener mi propia nevera y vajilla. La cocina tenía la sensación de ser la cocina de un albergue muy limpia y tranquila. Me encantaba poder cocinar solo la mayor parte del tiempo, pero también tenía charlas increíbles con los demás huéspedes. El jardín es tan peculiar, mágico y lleno de plantas. Me quedé en el jardín todo el día, fue muy rejuvenecedor. El anfitrión, Curro, es maravilloso, muy amable y servicial con cualquier cosa que necesites:) Me encantó mi estancia y no puedo esperar a volver <3