Restaurante El Patio de Enmedio

Una pequeña perla culinaria en medio del bullicio: platos cuidadosamente preparados con un enfoque local que también son agradables a la vista.

No dejo comentarios negativos, absolutamente nunca. Pero quiero señalar que un camarero me gritó después de que le pedí con toda la calma, paz y cortesía del mundo un cenicero. Realmente me disculpo si no hablo bien inglés y español, ni yo ni mi pareja teníamos internet disponible para usar el traductor de Google. Con un tono muy molesto respondió "¡Cenicero! ¡Se llama Cenicero!" incluso me hizo deletrearlo en italiano (obviamente mal), así que tomamos el café lo más rápido posible y nos fuimos. El chico no tenía motivos para hablarme en tono agresivo, ni siquiera explicarme las cosas, me hizo sentir incómoda después de que pagué por un servicio.

Hicimos una breve parada aquí para almorzar. El servicio fue muy agradable y la comida sabía muy bien. Destacan las croquetas caseras.

Llegamos a este restaurante por casualidad mientras visitábamos la capital. Definitivamente vale la pena una visita. Muy buena comida local. Buen servicio. Recomiendo.

Al lado de la catedral en un entorno precioso, paramos por casualidad y un acierto. Todo lo que pedimos estaba riquísimo, el pulpo, los boquerones, las papas… Es un sitio de tapeo muy recomendable si uno se encuentra por este entorno.