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Buen lugar para tomar algo cuando hace bueno debido al entorno en el que se encuentra. Pero poco mas.para comer no lo puedo recomendar. Demasiado caro para lo que se come y menos en un sitio donde te cobran 3€ por una botella de agua de grifo.
Era la primera vez que iba, el sitio merece la pena, es un lugar singular y muy bonito. Cercano al campo de golf Abra del Pas. Buen servicio y la terraza en especial aunque en el interior también se debe estar bien. Vitas a la ría y playa de Liencres. Había bastantes mesas comiendo, nosotros íbamos a tomar algo. Buenos cafés y muy sabrosos los mojitos sin alcohol. Volveremos a comer.
Lugar muy bonito, con buenas vistas (al atardecer sobre todo) y bien decorado para mi gusto. Pero hay que esperar demasiado para ser atendido (en nuestro caso 50 minutos), sólo hay 4 trabajadores, uno en barra y 3 camareros. Una plantilla demasiado pobre teniendo en cuenta que tienen las mesas distribuidas en 4 zonas distinguidas en un amplio terreno y además la cantidad de clientes que acuden. Es una pena puesto que es un sitio muy agradable que se ve muy perjudicado por el servicio que ofrecen.
El chico que nos atendió fue super amable, el lugar es muy bonito, la comida es para foto pero.sinceramente la calidad y cantidad nos decepcionó para un bruch de 30€ por persona. Los pancake y el gofre estaban fríos, los salados.no pongo en duda que fuera la salsa de guacamole pero sabía muy ácido parecía de bote.teniendo en cuenta que estaba todo bañado pues no nos gustó. Obviamente nos lo comimos por 30€ no quería quedar con hambre.pero aún así me fui con ella.
Siento decir que hoy me voy decepcionada del sitio. Es un sitio al que vengo a menudo, pone que está abierto hasta las 20: 00h y hemos llegado a las 19: 00h. He traído a unos familiares desde Santander para que lo conociesen y tomar un té. Ha salido un chico a decirnos que ya no sirven nada y no muy amable sinceramente. Había gente dentro tomando algo tranquilamente, no he entendido mucho el por qué de no poder tomar algo. Al menos hemos podido ver el bonito atardecer y el precioso lugar que es.
Comimos muy bien, estaba todo muy rico. Recomiendo las rabas y la torrija. Está en un sitio precioso y el restaurante está muy agradable y el servicio también.
Una hora esperando, nos dan la carta porque entramos a preguntar y media hora más después, volvemos a entrar y nos dicen que ya no sirven, segunda vez que nos pasa.
Muy caro para la poca calidad de la comida, aguacate ácido, bol de yogur llevaba cereales baratos de desayuno en vez de granola, No repetiría.eso sí la foto queda muy bonita
Reservamos para brunch. Sitio decorado con mucho gusto, agradable y acogedor con su chimenea. El chico que nos atendió muy amable y simpático. El menú cerrado de brunch está muy bien aunque optamos por coger a la carta ya que eramos 3 personas que con poco nos llenamos y nos parecia demasiada cantidad el brunch de menú cerrado. Todo super rico, destacar los HUEVOS BENEDICT, salsa holandesa espectacular. De todos los brunch que conozco sin duda el mejor. Precio MUY bueno. Repetiremos.
5 estrellas al lugar, el entorno y la amabilidad del equipo. No dejo las 5 estrellas porque creo que han buscado innovar demasiado con la nueva carta y no han dado con la tecla. El atractivo del lugar es suficiente para no necesitar diferenciarse tanto con la carta.
Terraza muy agradable con bonitas vistas. Precios normales. Aparcamiento algo pequeño. Lo que no nos gustó es que dejan tener perros sueltos en el jardín entre las mesas.
Me ha encantado, Michael el camarero ha sido muy amable, súper rápido, súper majo, un encanto. La comida súper rica, unas vistas que flipas y el repertorio de música (temazo tras temazo), 10/10
El sitio es ideal, la comida buenísima y los trabajadores muy amables. Se puede ir de brunch, a comer, merienda y cena. Hay comida variada, nosotros pedimos nachos (los mejores de Cantabria), mix de rabas y gamba gabardina, arepas, tacos de secreto ibérico. Para beber sangría, cerves, también sin alcohol. Y para acabar tarta de chocolate y de queso (espectaculares). Tiene parking propio, pequeño pero tiene. Tiene varios ambientes y con vistas relajantes.
La comida está bien, no es una maravilla pero está bien y el precio no es carísimo pero tampoco barato, pero las vistas. Ay amigo! Con esas vistas tienen licencia para cobrarte lo que sea. Un sitio precioso
Un sitio espectacular, pero lamentablemente el personal que hay es lamentable. Fuimos ayer por la tarde mi madre y yo, cuando llegamos vimos que habia bastante gente dentro y preguntamos a la chica si quedaba alguna mesa, ella nos dijo que mirariamos a ver, entramos y se lo preguntamos a un camarero y nos dijo que si que quedaba una mesa para 2, que nos sentariamos, nos sentamos, el tiempo pasaba y nadie venía a traernos la carta para ir eligiendo, (el código QR no estaba en la mesa), visto que nadie venía a atendernos después de mas de 10 minutos, fui a la barrra que estaban hablando dos camareras y las pregunté si atendían en mesa y me dijo que si, que me sentará, volvieron a pasar 10 minutos y ya nos fuimos, porque desde el principio sabían que había una mesa que estaba esperando y no tuvieron intención en ningún momento de atendernos. Es lamentable que un sitio con tanto encanto, tenga un personal tan poco profesional.
Excelente rincón donde tomar deliciosos cocteles tartas, cafés, infusiones, cañas. Con unas espectaculares vistas a la ría de mogro y dunas de Liencres
No te hacen ni caso (me quedo corto), hemos pedido y 25 minutos más tarde nos hemos ido sin haber consumido. Vamos que no vuelvo, a pesar de las vistas. Trato recibido… Nefasto. Los camareros los escogen con el fin de disuadir a los clientes. Vamos que intentas tomar algo en un lugar idílico para ver atardeceres y terminas marchando de noche sin consumir.
Hemos vuelto a darle una oportunidad a este lugar pero visto lo visto no volveremos. La poca profesionalidad deja mucho que desear, sumado a que hemos esperado por dos cafés 20 min y nos hemos tenido que ir.
El sitio muy bonito pero la atención y la educación deja mucho que desear. Estuvimos 45 minutos para que nos pusiesen la segunda ronda (éramos 3 personas) y no habia cola ni nada por el estilo como en verano… no merece la pena el precio con atención recibida… no volvere…
La atención y el lugar estupendos.aunque 8€ por un pincho de tortilla por muy buena que es la tortilla, y 5€ por dos trozos de pan común con tomate.me ha parecido excesivo.
El lugar es muy bonito, recomendable al atardecer, las personas muy amables, aunque el café es muy mejorable, sobre todo teniendo en cuenta el precio (se paga el paisaje). No hay mucho aparcamiento pero justo al lado, en el campo de golf hay sitio de sobra.
El lugar en el que se encuentra es precioso, sobretodo en verano, ya que en invierno es un poco frío para estar en la calle. Nos avisaron de que teníamos que irnos de allí a las 18: 00 porque había una fiesta privada, lo cual no me pareció muy bien pero ya que habíamos ido hasta allí no nos íbamos a ir sin tomar nada. Este batido vale 7€ cada uno.
Muy muy recomendable hablo por lo que conozco y es a la hora de tomar un café mañanero, buen servicio y trato, las vistas son un espectáculo, para repetir sin duda.
Aujourd'hui pour la première fois depuis l ouverture ai été déçue. Plus de 30 minutes d attente pour un escocés y un irlandés qui étaient froid. Le sucre n a.pas pu fondre
Un lugar estupendo para tomar un café, infusión o batido disfrutando en el jardín de la magníficas vistas. El precio es un poco más caro pero razonable por la ubicación.
Ayer estuvimos por allí, íbamos mi marido y yo vestidos de novios porque estábamos haciéndonos las fotos de la post boda durante todo el día y al ir de fuera, vivimos en Salamanca pero yo soy de Santander, yo quería enseñarles a los fotógrafos el sitio.cual fue nuestra sorpresa que al llegar y preguntar en qué mesa podíamos sentarnos salió el encargado muy altivo y soberbio, a decirnos que a quien habíamos pedido permiso para hacernos fotos, porque íbamos con dos fotógrafos con los que queríamos hacernos alguna foto con el fondo de la ría mientras nos tomábamos algo allí, poco iba a salir el bar si la foto te la haces desde una mesa a espaldas de la ría.al decirle que no sabíamos que había que pedir permiso y preguntarle qué a quien teníamos que pedírselo cual fue nuestra sorpresa al contestarnos que a él, y le dijimos que entonces se lo pedíamos en ese momento y nos dijo que tendría que hacernos un presupuesto por lo que le dijimos que no hacía falta.toda la vida si algo hemos hecho en ese precioso lugar todas ha sido hacernos fotos con el móvil y su Instagram está repleto de ello, pero nosotros hacernos un par de fotos vestidos de novios parece que no es viable. Ademas de un trato borde y prepotente que nos hizo dudar si quedarnos o no, ya estaban otras amigas de camino, pero por ganas nos habríamos ido. Al sentarnos y pedir tardaron mucho en traernos lo pedido hasta el punto de que dos amigos ya se iban cuando les trajeron los cafés.desde luego me lo pensare muy mucho cuando vuelva a Cantabria el pasar por allí. Una pena que un sitio con tanto encanto se lo estén cargando experiencias y personas tan desagradables.
Buen lugar para disfrutar de atardeceres a la vez que tomas algo. Dispone de carta para picotear y cenar. Muy buenas vistas y decoración. Dispone de espacio abierto y posibilidad de estar dentro del local
Vistas al atardecer increibles, ideal para fotos de perfil, redes sociales. Si tienes paciencia hasta que salga la consumicion y antepones vistas a calidad de producto. Tendras una foto cara pero muy chula.
Un lugar privilegiado junto a la desembocadura del Pas. Unas vistas excelentes que disfrutarás más si degustar su variedad de cafés, batidos naturales e infusiones varias. Precio un poco subido pero te compensa las vistas. Local limpio y buen trato
Me gusta el sitio, es bonito, tranquilo. No le doy 5 estrellas por yo alli hace años he tomado capuchinos riquísimos y este año al pedir un capuchino, era un amago de ello, y para lo que cuesta, no me sentó bien. En cuanto lo mejoren, pondré 5 estrllas.
Voy a obviar que el sitio es perfecto porque es evidente. Servicio bastante deficiente. Muy lento y uno de los camareros me cobro de más a pesar de sugerirle que no estaba correcto. El dueño encantador.
Un sitio muy normal a precio de estrella Michelin. El enclave es privilegiado pero a parte de eso ¿qué? La comida no es nada del otro mundo, muy muy normal. El servicio lento, 15 minutos para cobrarnos y el local medio vacío, y los precios, ¡¡¡Ayyyy los precios! 2 cafés, un coulant mal descongelado (literal) y un tatin de manzana 16,20 Nada, o eres muy muy guay o este sitio no es para ti.
Precioso, la decoración, el ambiente y el personal son de lo mejor. Tiene una de las mejores vistas de todo Cantabria, con unos atardeceres de postal. La nueva carta para picar algo invitan a quedarte a cenar mientras disfrutas del paisaje y el ambiente.
Lugar maravilloso por sus vistas. Recomendable ir a ver el atardecer. Eso sí, cuando yo he estado hay mucha gente. Quizá es recomendable reservar si se quiere conseguir mesa.
Un lugar especial, para pasar una tarde al aire libre, cuando la marea está alta las vistas son más espectaculares. Respecto a la carta tiene mucha variedad y puedes merendar tranquilamente.
Aunque tiene bonitas vistas y jardín, es caro y el servicio bastante malo. Si llueve o hace frío apenas hay sitio dentro. Cuando ponen música se oye desde la playa de Liencres, lo cual resulta bastante invasivo teniendo en cuenta que tú cuándo vas a la playa no puedes poner música para no molestar al de al lado. En este caso molesta aún más puesto que la música se oye también desde el interior del parque natural.
Espectaculares vistas en un lugar idoneo, pero los precios son desorbitados y ademas atienden super mal, hemos estado esperando casi 30min para pedir algo. Pero sigo recalcando que los precios me parece de locos.
El sitio estupendo y precioso como siempre, peeero hoy nos toco sufrir a un DJ que tenía la música a tope y no nos dejó disfrutar del sitio debido al excesivo volumen
Antes que se nos marche el verano vale la pena ir a tomar un batido a la terraza! El trato es muy cercano. Las vistas a la ria son únicas. Lo único negativo son las plazas del parking aunque se puede aparcar alrededores!
Las vistas son espectaculares. Al lado de un campo de golf, hay un bar muy bonito y bien decorado, pero después de una hora de reloj esperando nos fuimos sin que nos atendieran y eso que no estaba lleno. Dicen que hacen unos batidos muy ricos, pero me fui sin probar nada.
La experiencia en avril ha sido estupenda.hemos celebrado el cumpleaños de mi padre y nos han sorprendido con una comida diferente.estaba todo estupendo.todo acompañado del mejor atardecer, una tranquilidad absoluta y un servicio genial.ha salido todo precioso muchas gracias por todo! Gracias por crear sitios con tanto encanto!
Fantástico lugar. Maravilloso entorno, puesta de sol inolvidable en un marco natural inigualable como es la Ria de Mogro. Atención del personal impecable. Merece la pena. Muy recomendable
Un lugar maravilloso para disfrutar de las vistas y la buena compañía. Una pena que la música a todo volumen del Dj estropeen el buen ambiente aún cuando varias mesas han pedido bajar el volumen y hacen caso omiso. Es inaceptable. No volveremos.
Estuve en familia el domingo 4 de agosto, el lugar y encanto espectacular como siempre, pero la música DJ a todo volumen estropeaba el ambiente de relax de domingo que íbamos buscando. Varios clientes solicitaron bajar el volumen, sin éxito. No se podía ni hablar.
Es un negocio con un espacio diferente al resto Una especie de Chill out. Dispone de cafetería y restaurante. La magia es poder disfrutar de sus puestas de sol, ya que está en el Abra del Pas al lado del campo de Golf Su no has ido, no te lo puedes perder. Quizá por eso a pesar del buen servicio, los precios son elevados.
Fantásticas vistas. Decoración boho-chic. No tienen de todo y la nata de los cafés es de "la mala" (de la de bote a presión). A cambio, el servicio de las camareras fue muy atento e intentando compensar las carencias de producto. Sin embargo su jefe, que estaba completamente absorbido por el servicio de noche, ignoraba ampliamente las necesidades de los clientes de tarde que allí estábamos.