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Hacia tiempo que no me sentia tan engañada.una triste manera de empezar un dia de vacaciones. Salimos a desayunar y tristemente fuimos a parar a este bar,pedimos dos cafés (que peor sabor no podian tener) y dos tostadas para mantequilla (que con sus santas narices nos las hacen en la plancha con aceite),las tostadas tenian un grosor menor de mi dedo meñique,pido yo en la barra,me lo sirvo yo en la mesa y con toda su jeta me cobra 7,40 por los dos desayunos,me parece un poco caro,pero bueno,aqui viene lo bueno ,le pido porfavor dos tarrinillas de mantequilla y me dice que vale,pero que me las cobra aparte.lo cual me pareceria muy bien si ya el precio no fuese abusivo.20 ctms por tarrina de mantequilla,le pido el tiket,me lo da,si pero como se puede ver no esta detallado el precio de cada producto,nos cobró lo que a él le dió la gana.ademas luego vimos que servia en las mesas que les daba la gana.logicamente no volveremos nunca,ya que me parece muy bien que usted quiera hacer negocio con los turistas.pero no engañarlos como hizo con nosotros oiga.
Entro de casualidad a tomar un café con leche, un martes de mediados de septiembre a las 10: 30 de la mañana y cual es mi sorpresa, está lleno o casi, la terraza lo mismo, la barra llena de pintxos, se me antoja un cruasan, grande, esponjoso, sabroso, la atención impecable, sabroso café en taza grande. Un placer para empezar el día. Recomendable.
Hacia mucho que no entraba a este local. En menos de un minuto recordé porque. Dueño del local maleducado, del que le molesta los veraneantes. Sobrado de clientes. Precios de local de lujo. Pides una caña y te dejan el vaso por la mitad. Y si quieres más que pidas un cañón. Venga.ese cañón es una caña en cualquier lugar de España, incluiría tapa y lo más importante educación del dueño del local. Pero aquí ni una cosa ni otra. No vuelvo.
La comida está bien, hay que admitirlo, acorde con él tipo de local. Hemos ido otras veces y bien, algo secos los dueños pero tampoco espero que me bailen el agua. Pero sinceramente, no voy a ser cliente de un sitio donde me tratan mal. Entré dentro del bar a mirar la barra y pedir. Sólo estaban dos personas y la terraza estaba concurrida y dentro no había nadie, así que pensaba pedir en barra un par de pinchos y bebidas y bien sacarlos yo o bien que nos lo sacaran a la mesa. Reproduzco la conversación: Dueño: Afuera te atienden. Yo: Vale, pero que quiero pedir algo de la barra. Dueño: Afuera te atienden. Yo: Vele, pero si eso te pido y me lo sacáis. (Y me cobras el suplemento de terraza y lo que te dé la gana) Dueño: Afuera te atienden.
Ya digo que no espero nada del otro mundo, pero que ante una situación razonable me contestes todo el rato con la misma frase sin escucharme y sin educación ninguna, pues me levanto y me voy, que se que os da igual porque os sobran clientes, pero si no queréis tratar con la gente no abráis un bar.
Buena atención y buenos pintxos y tortillas. Sin embargo me han cobrado 6,30 por un desayuno de café en vaso grande (dromedario, que no es santo de mi devoción), tostada de Bimbo de paquete (masa madre al menos, teniendo panaderías abiertas a 15 metros) y un zumo de naranja exprimido pero pequeño. A menos de 25 metros me cobraron 4,50 por lo mismo hace una semana y el café era más rico y el zumo más grande, pero en esta fecha no estaba abierto, así que como dijo la camarera, es lo que hay, si lo quieres lo coges y sino lo dejas. Es decir, para turistas que no van a volver.
Cerveza mal tirada pinchos y cerveza caros dos cañas y dos medios sándwich 10€ y que no se te ocurra pedir unos calamares a las diez de la noche que solo te ofrecen los cuatro pinchos resecos que les quedan de por la mañana, si os mola tirar el dinero buen sitio sino NO.
Nos sentamos en una de las mesas y después de 20 minutos esperando tuvimos que ir a la barra a pedir. No ponen aperitivo y si pidés pincho prepara de 1,90€ o más por cada uno. NO LO RECOMIENDO.
El trato muy poco amigable, te prestan la atención justa hasta que terminan de cobrarte. Soy una peregrina que paré ahí para desayunar, al haber pedido demasiado quise que me lo envolviesen para llevar, me pasé diez minutos esperando en la barra con la comida ahí, los señores que llegaron después de mí que se pusieron a mi lado terminaron de ser atendidos y cobrados, por no decir la de rondas que ha terminado de servir en la barra pero pasaban de mí como si no me viese o escuchase, finalmente me marché.
Me muero de amor con los pinchos de este bar. No te quedes si probar las rabas, son exquisitas. Lo he visitado en 2 ocasiones y riquísimo todo. Terraza muy amplia, camarera excepcional.
Servicio rápido y amable. Muy buenos pinchos en la barra Seguramente sea el mejor sitio de Noja para comer raciones o pinchos de forma informal. Buena variedad y precios y un servicio impecable. Tiene una terraza cómoda que da a la plaza principal del pueblo y un amplio horario.
Me parece perfecto, que si estás fumando, te llamen la atención, pero se la llamas a todos los que están con el cigarro.o que pasa, que si eres del pueblo se hace la vista gorda? (referente a la pareja con el pero que había fumando en la mesa alta frente la puerta de entrada.) una mirandés a, muy disgustada, poruqe repito, a todos o a ninguno
Espectaculares tortillas con Chaca, atún y jamón y queso. Muy buena barra de pinchos, un clásico de Noja. Todo muy rico. Un bar de siempre. Merece la pena.
No se puede pagar por un vasito de Martini con 3 hielos y una aceituna 3,00€ en la barra. No se lo que me cobrarían si lo pido en la terraza. Quieren hacer "Agosto" a cuenta de los veraneantes. No creó que vendan en invierno a esos precios a los lugareños de Noja muchos Martinis.pero como dice el refrán ave de paso garrotazo.
Dos cervezas, una botella pequeña de agua, un pincho y un pincho de tortilla han sido 8'50. Bar en el centro de la plaza de Noja. La tortilla de patatas está riquísima.
Las rabas y los pinchos están ricos (aunque un poco caro todo). El problema es que ni te dan ticket ni se puede pagar con tarjeta. En pleno 2020 y en medio de una pandemia creo que deberían mejorar este aspecto para, por un lado, ser lo más transparentes posibles de cara al cliente y por el otro minimizar los riesgos sanitarios.
Nunca me habían llamado la atención por elegir las tapas en la barra, la consumición así como como indicar donde me sentaba en la terraza vacía, pues si, la camarera me ha regañado he roto el protocolo riguroso, que lo tengo que hacer desde la mesa, vamos alucino. Como molesto pues a otro bar la próxima vez.
Muy buena gente, currantes y serios. Neuralgico, un lugar perfecto para estar con los amigos o con la familia y los peques, tomando algo junto al parque infantil. Buena barra de pintxos y siempre muy atentos conmigo.
Voy mucho, esta muy bien para tomar un café con tortilla por la mañana, o por la tarde. Para comer rabas o para potear, son gente muy atenta y servicial. Da gusto estar allí.
Muy mal. La camarera poco profesional. Nos trajo los vasos llenos con el vermú a la terraza. Al preguntarle por qué no traía la botella y nos llenaba los vasos en nuestra presencia, nos contestó de forma poco educada, con prepotencia y aún encima, haciendose la ofendida. Además fue contando por algunas mesas su versión de lo ocurrido, no es nada discreta. Nos fijamos en otras mesas, incluso el agua la lleva directamente en los vasos. Tienen precios caros y no sabes lo que bebes ni lo que pagas. No lo aconsejo en absoluto.