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Sitio ideal para descansar, casa amplia con una parcela muy grande, donde puedes disfrutar de limoneros y su olor y del río que la atraviesa. El dueño es muy amable y nos ayudó en todo. Muy recomendable.
Un rincón maravilloso y con gran intimidad. Lo pasamos increible. Hay un río q pasa p la mitad de la finca. Jose Ramón el dueño nos dio todas las explicaciones. Todo limpio y con todos los utensilios de cocina, no como en otros sitios q no dejan nada. Recomendable 100
La casa es grande aún teniendo 2 habitaciones nada más. Tiene una parcela grande y rodeada de un muro de 1,80 metros. Admiten mascotas y mi perro pudo disfrutar mucho en total libertad. Se puede mejorar la calefacción, es verdad que en las habitaciones hay calor para dormir, y que hay una estufa de leňa y otra de gas butano, pero es mejor el calor eléctrico que es más seguro y no deja olor. José Ramón, el dueňo, muy amable. Hay un río que pasa por medio de la finca, algo que no había visto nunca.
Es un sitio espectacular, la casa espaciosa y con aparcamiento dentro de la finca. Hay un rio que pasa por el centro de la finca con un puente.el ruido del rio es tranquilizador. La finca esta rodeada de un muro de dos metro de altura q le da toda la intimidad del mundo, y cerca de todo. Todo verde y los arboles frutales con sus limones y narajas. Tiene de todo en utiles de casa, esta todo muy pensado para no necesitar nada.:)
Hemos estado unos días en La Matilda, y la verdad que ha sido genial, un sitio increíble con mucho terreno para el que tenga perro muy bien vallado, y el trato de Jose Ramón y Aida su hija inmejorable un placer besos
Esta casa es una maravilla, como su entorno. Tranquila, acogedora, bonita, un jardín precioso, con su riachuelo y todo. Hasta naranjos y limoneros para un zumito para desayunar. Tiene de todo: tostadora, sandwichera, minipimer, fregaplatos, lavadora. Un sitio de ensueño. Hemos ido con los niños y la abuela. Los niños locos con el jardín y los juguetes de la casa. La abuela prefería quedarse paseando por el jardín q venir de turismo, ha disfrutado leyendo en las tumbonas al lado del riachuelo. En cuanto a localización, está cerca del mar, de las cuevas prehistóricas y otras maravillas q ofrece Cantabria. Repetiremos! Será difícil encontrar algo mejor! En cuanto al propietario J. Ramón, una persona encantadora.