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Una maravilla de hotel. Muy acogedor, limpio, tranquilo y con mucho encanto. Desayuno abundante y riquísimo. Ubicación perfecta para conocer toda Cantabria; playas, montaña, cuevas, museos. ; y para hacer actividades variadas; senderismo, rutas a caballo, descenso en canoa, surf, por ejemplo. La atención de Gabriel es impecable, consigue que te encuentres como en casa. Volveré sin ninguna duda.
Muy buena ubicación sin problema para aparcar el coche. Gabriel y su acompañante son encantadores y pendientes de que no nos faltará en ningún momento nada. Nos sorprendió como fueron sus instalaciones por dentro da la sensación de estar en un castillo a todo detalle. Comentamos con Gabriel que repetiremos la experiencia tan agradable sin dudarlo.
Un auténtico museo que te lleva a la época medieval, como si estuvieras en un castillo, Gabriel, nos dio una introducción de historia, y que decir que esta el nacedero de la fuentona a la vuelta del hotel. Muy bien acogidos, mucha limpieza e insonorizado, los demás inquilinos ni los oímos.volvere sin dudarlo.
El restaurante del hotel lo lleva el chef Julien quien ofrece únicamente menús de cocina de autor con mucha presencia de Francia. Están abiertos a cualquier hora, sin límite de tiempo y con la única condición de llamar antes para reservar. La sensación de disfrutar de una cocina de alto nivel, tan personalizada, es una experiencia que merece la pena probar. Creo que es el momento de disfrutarlo antes de que se empiece a masificar. Muy recomendable.
Pasamos una noche en una habitacion familiar, matrimonio con dos hijos, hab.amplia, muy limpio y acogedor. Todo el edificio de piedra y madera es muy llamativo y precioso. El desayuno muy bueno y completo. Ningun ruido para descansar. Personal amable. Si volvemos por la zona, repetiremos sin duda.
Está casi junto a la fuentona de Ruente, aunque los que lo llevan parece que tengan poca experiencia en el sector de la hostelería, son amables, y los precios normales.
Pasamos dos noches muy cómodas que incluía una cena y dos desayunos que estaban increíbles. La atención fue de lujo por parte de la encargada. Nos encantó la habitación, la casa y la zona (rodeado de montañas). El ambiente era tranquilo, acogedor y agradable. La próxima vez que volvamos a Cantabria ya sabemos donde hospedarnos.
La habitación que nos dieron fue espectacular, estuvimos muy agusto, todo muy cuidado, las camas muy cómodas, el desayuno muy bueno, aunque no hay mucha variedad, pero todo lo que te ponian estaba riquísimo, todo servido en la mesa y si quieres algo más solo tenias que pedirlo, gente con ganas de trabajar, te sientes como en tu casa, no pudimos probar la comida Ucrania por llevar todo organizado, pero pudimos ver qué tenían todas las mesa llenas y vi pasar buenas raciones, volveremos para probar la comida, muchas gracias.
Un hotel con mucho encanto, de gran calidad, excelente y la mejor opción para disfrutar y relajarse. Los excelentes servicios y la cálida hospitalidad de este hotel harán de su estadía una experiencia inolvidable. El hotel brinda la oportunidad de disfrutar Las habitaciones están cuidadosamente decoradas para incluir lo mejor en confort. La amplia gama de servicios del hotel para garantizar su comodidad ofrece muchas opciones para pasar su tiempo durante su estancia. Ofrece una estancia cómoda y relajante. Muy recomendable
No estuvimos alojados, fuimos al restaurante y nos encantó. Sitio precioso y cocina exquisita, el pollo Kiev sorprendente y el gulash de jabalí espectacular. Muy recomemdable
Un hotel con verdadero encanto, La comida muy buena y el desayuno, aunque no era buffet, tenía de todo y en abundancia. Habitación muy grande, éramos cuatro y tuvimos sitio de sobra. El entorno precioso y la decoración perfecta. No echamos nada de falta, la verdad. Si pasamos de nuevo por Cantabria repetiremos.
Sin duda las reseñas que leímos y nos hicieron decantarnos por este hotel deben ser falsas o corresponden a tiempos mejores, las instalaciones se caen de viejas, no es lo mismo antiguo que viejo y poco cómodo, la comida en la misma línea que las instalaciones, croquetas congeladas, rabas etc todo de bolsa, sin duda es una muy mala elección para el coste que tiene la noche, de tres estrellas no tiene nada, limpieza justa y si necesitas algo tienes que buscar al personal encargado por toda la casa, si están. En fin por este precio hay muchas mejores opciones en el valle y para comer lo mismo, caro y malo, la intención de ser amable no es suficiente por estos precios.
Está en un sitio muy tranquilo, dentro del pueblo, tiene una terraza muy agradable donde se come fenomenal. La comida excelente y la atención buena, muy simpática. Los postres son espectaculares, la tarta Napoleón impresionante.
Un lugar tranquilo y con mucho encanto para descansar y comer muy bien. Incluidos algunos platos típicos de Ucrania muy recomendables. Estupenda atención por parte de Christina y su equipo. Nos alojamos unas noches con un bebé y todo han sido facilidades y cordial trato. Repetiremos.
Gran descubrimiento. Por fin he podido tomar la auténtica ensaladilla ucraniana, no rusa, así como otras exquisiteces ucranianas. El restaurante lleva sólo un mes abierto y lo conoce poca gente, ahora es súper tranquilo. Platos originales, buen servicio y precio razonable. Sin duda para repetir.
Hemos estado 4 días, un sitio para descansar sin ruidos, todo perfecto, y la comida excelente, incluso hemos probado comida ucraniana, y estaba buenísima. Cristina es un encanto, amable y atenta siempre. Enhorabuena!
Me pareció un sitio idílico, fuimos mi pareja y yo en mayo y el entorno no puede ser más bucólico. Reservamos la habitación con bañera de hidromasaje. Limpieza y atención exquisita, dormimos del tirón sin un solo ruido. El desayuno del día siguiente fue abundante y el café riquísimo. Sin duda un lugar para repetir
El edificio es muy original. No me gusto nada que echaramos las toallas a lavar y las volvieran a colgar, cuando encima era solo una de ducha y otra de lavabo