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Los desayunos están bien, abundante y sabroso Lo peor el camarero de mesa que no paraba de gritar las comandas Inaguantable, no hay nadie del servicio que le llame la atención?
Mal, no me han puesto el pan, el bacalao encharcado en aceite. La terraza, estaba sola comiendo y me ponen una mesa de varias personas que si no se pudieron poner encima de mi es porque no pudieron. Fatal
Nuestra llegada fué casual después de que en el restaurante de al lado nos dijeran que no nos daban de comer. (Admito que era muy tarde, más de las 16: 00 pero siendo una ciudad, con la playa al lado.no sé, me sorprendió.) Pero bendita casualidad.el personal super atento, (lo malo, que no llegamos a terraza). CARTA PARA TODOS LOS GUSTOS Y BOLSILLOS. La comida estaba riquísima. Lo que más me gustó. Los pimientos rellenos de centollo y SU TARTA DE QUESO.no he comido nada tan rico. TOTALMENTE RECOMENDABLE Y PARA REPETIR.
Lugar de paso donde seguramente no vuelva a parar a tomar algo. Camareros no muy simpáticos, mesas muy cercanas unas a otras donde oyes más al de al lado que a los que están contigo y sobre la comida no puedo opinar porque no nos pusieron una tapa como al resto de las mesas que estaban tomando lo mismo
Si tienes un bebé busca otro lugar. Todo son problemas, te dicen que el carro no entra y te dan como solución "abandonar" a tu bebé dormido en un rincón del bar. Si tienes la mala suerte de tenerlo que cambiar de pañal, no puedes, no hay cambiador en el baño, no te ofrecen ninguna solución, miento, me ofrecieron dos: cambiarlo en el baño (el bebé de pie) o en la terraza pasando frio en el huequecito que has conseguido para colocar el carro. El camarero borde, torpe (me tiro una cerveza por encima) y desagradable. Por desgracia la comida no compenso para nada el mal servicio.
Servicio muy lamentable, estuvimos media hora simplemente para ser atendidos y que nos limpiaran la mesa, mientras el camarero seguía a otras cosas. Otra pareja llevaba media hora para que les diera la cuenta y otra pareja para que les llevara UNOS SIMPLES SÁNDWICHES. Nos acabamos yendo a otro lugar porque estuvimos otros 15 minutos para que nos tomase nota. Además que la forma de hablar a los clientes del camarero que atendía en el interior era muy irrespetuosa.
Estuve para comer en septiembre de 2022. La comida no está mal, pero el servicio es realmente PENOSO. Era ya bastante tarde, no había ya mucha gente comiendo, tardaron 35 minutos de reloj hasta traernos el primer plato. Se equivocaron en varios de los platos que habian pedido los comensales. Mucho camarero dando vueltas, pero poco efectivos en su trabajo. Pedí una cerveza y me trajeron 2. Algunas raciones estaban bien, pero otras (como el salpicón de marisco) eran minúsculas para el precio que tienen). O la cocina no funciona o los camareros son incopetentes. En fin: seria un restaurante de playa aceptable si el servicio fuese mejor. El precio, bastante elevado para lo que ofrecen. Lo mejor: la tarta de queso.
Un lugar donde comer cerquita de la playa con una buena carta de entrantes, platos principales, hamburguesas, perritos, etc. El precio está muy bien y los platos son bastante grandes y de buena calidad.
Magnífica comida, maravillosa cocina, pésimo servicio, el camarero se negó a traer hielo porque decía que la bebida ya estaba fría, a pesar de pedírselo varias veces (la bebida no estaba fría) se negó y no lo trajo. El mismo camarero tardó en traer la cuenta más de media hora y otros 20 minutos más tardo en cobrar. Total una hora esperando para poder marcharnos. Una pena que un camarero así pueda ensombrecer una comida que está muy buena
Fuimos a desayunar y tuvimos que esperar más de veinte minutos, atendieron antes a una señora que llegó después de nosotros y tuvimos que aguantar los constantes comentarios impertinentes del camarero que atendía las mesas de la terraza con malos modales. Otro cliente también se levantó de la mesa y se fue antes de que le atendieran. Deberían revisar la atención y trato que dan a los clientes.
No puedo darle más de una estrella porque estuvimos desayunando el martes y el camarero que nos atendió fue un grosero, mal educado y sinverguenza. Empezó a tratar mal a todas las mesas y hasta se encaró con un cliente al cual empezó a insultar a gritos. Tardó 20minutos solo en atendernos y finalmente tuvimos que pedirle los cafés a una chica muy maja que estaba en la barra. Ya lo siento por el resto de empleados pero éste hombre en concreto (con acento andalúz y pelo canoso) se cargó todo lo bueno que tiene este sitio. Muy muy mal. Si trabajas de cara al público deberías tener un mínimo de educación.
La verdad que por parte del servicio bien. Entiendo que es temporada de turismo y hay mucho trabajo, pero comimos 4 personas algunos platos al centro, las rabas muy buenas. Algunos precios para lo que fueron las raciones y la calidad da mucho desear.
Ayer comimos un grupo de 16 personas en la terraza de este restaurante. Llegamos a las 16h y nos atendieron siendo la hora que era. Los camareros de Top, incluso nos invitaron al final de la comida a chupitos. La comida excelente y la atención mejor aún. No teníamos reserva y aún así pudimos disfrutar de un atención inmejorable. Sin duda 100% recomendable!
Las raciones tienen una cantidad ridícula, 10€ por diez croquetas mini. 13€ por una ración de 10 rabas. Pedimos media de torreznos, nos trajeron 6 torreznos refritos, 6€. También pedimos una ración de bravas, estaban refritas, y la salsa en una cantidad ridícula. Mi conclusión no puede ser más negativa, no volveré nunca más, sólo se salva el servicio de terrazas, gente correcta y amable.
Las raciones escasas, el trato del personal bastante agrio y el precio alto para lo que es. No esta mal de sabor, pero el pulpo no estaba bien elaborado para el precio que tiene. El secreto y la presa ibérica sin mas, y las rabas, correctas. No hay buena relación calidad-precio.
Lamentable el servicio. El camarero que sirve las mesas de fuera, te trata como si fuera un colegio con cero simpatía. “Antes de sentarnos, limpiamos las mesas” sin mirarte a la cara y súper desagradable. Lo que pide que me parece bien, pero se pueden decir las cosas de muchas maneras. Tardan la vida en atenderte, incluso una chica en traerle la cuenta tardaron muchisimo, cuando de primero de hostelería es que si un cliente quiere irse, facilitaselo para los demás que vengan. Le doy dos estrellas porque la comida esta bien, pero no merece la pena el servicio que te prestan.
Muy mala gestión por parte de la propiedad, en mi opinión. Un domingo a las 10: 00 de la mañana con la terraza llena y gente haciendo cola, tener a un solo camarero para todo sin parar, es una auténtica locura. Nosotros nos fuimos y no volveremos, una pena porque la tortilla está riquísima.
El sitio deja mucho que desear. La camarera morena y con coleta que nos atendió, fue bastante desagradable. Preguntamos sobre los ingredientes de un plato, el cual ninguna de las camareras sabía lo que contenía. La camarera que nos atendió se reía al no saber lo que contenía el plato, me parece un gesto de poca profesionalidad. En la carta ponía (mejillones con salsa), la sorpresa fué la siguiente, MEJILLONES PICANTES, nadie nos avisó de que eran picantes y la verdad que no poco picantes. El plato combinado caro y poca cantidad. La ensalada que pedimos, el plato de debajo aceitoso. No volveremos.
Excelente. Hemos venido de Galicia a pasar unos días y nos decidimos por el Dondenando. Y una gran eleccion. Buen precio, raciones abundantes, limpio y buena atención. Aparte han tenido un gran detalle en conseguirme un Cacique 500 para mí combinado. Recomendado
Baños muy sucios, fuimos alas nueve de la noche estaban dos camareras y un camarero charlando en la barra, y los baños hechos un asco estamos todavía en pandemia. No volveremos, donde está el dueño que no revisa la limpieza que yo creo que es muy importante
El cuenco que trajeron de carrileras era una vergüenza. 19€ el plato y venía un trocito pequeñito y otro cortado por la mitad.todo ello con muchísima sala, para desimular que era mucho. Las albóndigas otro tanto.salsa y más salsa. La carne con patatas le echaron por encima sin exagerar un bote de pimientos. Lo más normal es poner unos poquitos pero no un bote para aparentar plato más grande. En fin. El camarero lo supimos llevar nosotros, porque que cara de amargado tenía. Comprendo el agotamiento que produce el estar todo el verano frente a un negocio que tiene que soportar todo tipo de turistas. El albariño avinagrado, y era un terras gauda. No lo mandamos de vuelta porque mi marido no quería molestar.
Local limpio y acogedor, solo puedo opinar que para desayunos hay buen café y pinchos de tortilla ricos y decir que en comidas y cenas siempre esta lleno.
A pesar de los buenos comentarios sinceramente no es para tanto. Las albóndigas de merluza y gamas no estaban del todo buenas. No recomiendo para nada la sangría ya que estaba súper insípida. Y trato del personal deja mucho que desear.
Hemos comido a base de medias raciones, y todas muy buenas. Las rabas tiernas y las vieiras con una salsa deliciosa. Todo a un precio razonable. Vamos a repetir.
Lamentable, las rabas y croquetas pasadas de fritas, además de estar el aceite más que usado, el color oscuro quedaba en los platos y sólo el olor ya era pesado. El cachopo quemado. FATAL
Lugar inmejorable, comida y atención al cliente muy mejorable. La comida buena pero con alguna sorpresa que decepciona, falta un poco más de atención al detalle.
Muy buena relación calidad precio teniendo en cuenta que es Agosto! Productos fresquísimos! Y personal super amable! Y perfectamente situado. Para volver.
Cenamos la primera noche y como nos gustó repetimos al día siguiente. Comimos muy bien, especialmente nos gustaron las zamburiñas, las alcachofas con salsa de romescu y las albóndigas de bonito. El trato excelente
La comida muy rica, de precio nos ha parecido en la media para estar en zona de playa. Bastante recomendable aunque mejoraría un poco la atención del camarero que era un poco antipático.
Comimos muy bien, no tiene menú pero no es muy caro para ser carta, las raciones grandes, ensalada templada de queso de cabra espectacular, nos fuimos encantados por lo bien que comimos, muy amables y rápidos en el servicio. Lo recomiendo totalmente.
Acabamos aquí de casualidad mientras dábamos un paseo por la Magdalena y el Sardinero. Precio-calidad bueno y aceptable. Trato bueno y amable por parte de los camareros. Sitio localizado casi a pie de playa del Sardinero (2da playa). Productos variados, menú del día, hamburguesas y sandwiches. En nuestro caso, elegimos: * Tabla de quesos cántabros (buena variedad, cantidad y calidad). * Octavillo de anchoas con pimientos (de las mejores anchoas que probamos durante nuestra visita a Santander). * Berenjena rellena de langostinos y pescado gratinada (rica y con sabor a mar). * Croquetas de chipirones en su salsa (normales/ricas). El precio a pagar total/2 personas fue de 37.20€ (bebidas incluidas)
Trato maravilloso por parte del camarero juan. Simpático, educado y muy correcto.volveremos sólo por el trato recibido por su parte.hace falta mucha gente como el
Such a lovely place to enjoy a meal after a day on the beach. Quality service well priced with you guessed it quality food. Enjoy a few glasses of wine after and was not rushed away from the table. Check it out
Hemos ido a tomar algo de tarde/noche y a desayunar. Desayunos variados, abundantes y muy bien preparados. Además el precio es asequible para la oferta y el lugar en el que se encuentra. Una opción inmejorable. Repetiremos.
Tardaron un mundo en servirnos, y primero sirvieron mi acompañante (tardaron 10 minutos en traer mi plato). La lasaña era congelada y mi plato combinado muy escaso para el precio. Para nada recomendable.
Muy bien atendidos por un camarero mayor y por una chica encantadora, servicial y entusiasta a pesar, o quizás por eso, de su juventud, y eso que estaban próximos al cierre. En otros sitios, caras largas y poca predisposición a atendernos. Mi enhorabuena al personal. Y dos sándwiches francamente ricos
Buena ubicación, en pleno Sardinero y a 3 min d las playas. Terraza amplia y buena variedad d raciones, rabas, croquetas, patatas bravas, ensaladilla. El camarero algo lento (pero había bastante gente) y un poco borde.
Un desayuno mejorable: la tortilla, jasca;el té servido fatal: por un lado la taza de agua caliente y por otro la bolsita y x si fuera poco, los camareros entre sí, de bronca
Calidad en el servicio. Excelentes pinchos de todo tipo. Un gran sitio para desayunar, tomar cañas o picar algo en una demás mejores zonas de Santander, El Sardinero. Situado bajo el Gran Casino de Santander. Muy majos. Tiene una terraza estupenda. Recomendable.
Bastante carete, aunque parece lo normal en la zona (10€ una ensalada mixta). Pedimos pulpo, 1/2 bravas, 1/2 croquetas y delicias de calabacín. Y 4 cañas. Las delicias eran San jacobos de calabacín rebozados en huevo. El queso no estaba todavía frío y sin fundir en algunas zonas por lo demás bien, aunque sosos. Las bravas son de las peores que he comido (de hecho se quedaron sin comer) : secas, arenosas y la salsa parecía romescu pero sin personalidad ni sabor. El pulpo estaba seco, muy seco (ni una migaja de pan pudimos mojar), demasiado cocinado y chicloso, cómo congelado (aunque no puedo afirmarlo) y las patatas pasadas y secas. Las croquetas caseras de jamón estaban muy buenas. El trato ha sido bueno y el ambiente y localización también. Nota final: Meh. Precio: 44.65€ (zas)
Buen sitio para desayunar y comer. Pero para cenar. Mejor otras alternativas. 40 minutos de espera por dos platos. Creo que no es lo más correcto.y tampoco había mucha gente.
Magníficas tapas y raciones. Muy recomendable para comidas y cenas informales de muy buena calidad. Croquetas de jamón muy ricas, ensaladilla bien preparada y "rabas" (calamares fritos) excelentes. Servicio impecable.
El camarero un borde ni hola, ni buenos días, tiró las cartas sobre la mesa y se molestó al decir que nos íbamos. Recuerda que estás de cara al público. Para no recomendar.
Servicio muy agradable, atento y rápido, estando llenísimos nos consiguieron sitio enseguida. Pedimos croquetas de chipirones excelente, hamburguesas, caseras y muy sabrosas, rabas tb muy buenas. Lo que no merece la pena son las patatas bravas, estaban gomosas. El precio correcto, cenamos cuatro personas por 60€.
La comida está muy buena y precios razonables con respecto a otros restaurantes de la zona. La carta quizás se quede corta ya que no ofrecen mucha variedad de pescados o mariscos de la zona. El servicio de los camareros muy bueno.
Para mi es el mejor bar de esa zona. Las raciones estan buenas y son generosas las hamburguesas espectaculares y algunas ensaladas tambien muy bien. Bajamos a desayunar todos los dias a este bar con buena relacion calidad precio. El servicio muy rapido y agradable a nosotros en todas las ocasiones que hemos ido nos trataron muy bien.
La atención por parte del personal en barra es FATAL. Fuimos el día jueves 18 por la mañana y preguntamos que opciones habían para desayunar y la cara del hombre fue de molestia con un gesto como de mala gana y la manera de explicar fue tal que pedí lo primero que escuché sólo por salir del paso. Luego al momento de servirnos le dimos las gracias mil veces y jamás respondieron y ni si quieran veían la cara y las cosas casi que las lanzaban. La comida de lo mas normal. Deben mejorar la atención tan pésima hacia el cliente. Algo que me encantó de Santander fue que a todos los sitios que fuimos tienen una excelente atención sin incluir a este sitio.
Situado en los bajos del antiguo Hotel Castilla, dado que una de las especialidades de este bar-restaurante eran los perritos, fuimos a probarlos. Preguntamos como era el perrito más completo y nos explicaron que con cebolla caramelizada, beicon.mostaza y ketchup. Cuando nos lo sirvieron después de esperar media hora, la cebolla estaba cruda sin caramelizar, el pan no era el típico de perrito, sino de barra normal de panadería. Pedimos para beber un tinto de verano y no pudimos tomarlo de lo malo que estaba, hecho con vino garrafón de la peor categoría. Por otro lado el bocata de salchicha no estaba del todo malo, pese a que la salchicha era muy delgada, y se perdía en el tamaño de la barra de pan. Mal trato al cliente y calidad pésima de los productos. Nada recomendable.
Bar cafetería situado en el Sardinero con una terraza estupenda, atención muy correcta. Aconsejo su visita, aunque tiene precios un poco más caro que su más directo competidor Bar la Cañia.
Fuimos a desayunar y la verdad es que la atención por parte de los camareros pésima, preguntamos por las opciones que había para desayunar y parecía que les molestase que le preguntáramos. Luego al pagar la cuenta mi marido inclusive les dio propina y posteriormente pidió un vaso de agua y nos lo dio con mala cara. No creo que volvamos. Mejoren la atención al cliente que al final son los que os dan de comer.
Fuimos a desayunar, y no tenían los desayunos en la carta, al preguntar por las opciones de desayuno parecía que le costaba decírnoslo. Personal un poco serio, desayuno correcto.