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Mi comentario va robre el restaurante, después de 4 años de ausencia, volvemos de nuevo al restaurante (9/9/23) el trato, la comida, etc. Todo fue estupendo, fuimos con una niña celiaca y no hubo ningún problema. Todo perfecto. Lo que no entiendo es que me cobrasen por una jarra de cerveza (15€) casi lo mismo que una botella de crianza (20€) decir que la jarra era una pinta rubia normalita. No era una cerveza alemana, belga de trigo ni nada parecido.
Si quieres silencio y tranquilidad es ideal una vez cierran el restaurante que hay debajo de las habitaciones, la habitación muy amplia, las camas bien, lo único que si padeces de las piernas, para ir al baño hay que subir escaleras
El sitio bien todo muy limpio, lo peor es el perro por la noche no tienen aire acondicionado ni frío ni calor, si abres la puerta del balcón se oye mucho ruido de la cocina, no es el mejor sitio para descansar, el servicio muy amable
El menú de fin de semana (25€) es malísimo. Una carta limitada. He probado los entremeses: malísimos y un entrecot: pequeñín con un pimiento verde y 6 patatas. Cómo será el de entresemana? No lo recomiendo en absoluto
El sitio está súper chulo y tranquilo, restaurante caro y no se puede dormir, hay un perro debajo de la ventana toda la noche ladrando, una pena la verdad.
Nuestra experiencia es muy negativa. Teníamos la reserva para comer el día de la Madre a las 14,45h.para 10 personas, nos mandaron pasar a las 15,15h. Hasta las 16,15h (o sea una hora de espera sentados en la mesa) Nos traen las cartas, por cierto de muy poca calidad, los solomillos duros, patatas congeladas, de vergüenza. Ni personal en cocina ni camareros. Es un sitio chulo pero no lo saben regentar. Es una pena, con no volver. Los servicios nefastos.
Un sitio encantador en un paraje natural. La comida casera de calidad superior. El personal encantador, al igual de atentos que su propietario. Sin duda merece la pena volver una y otra vez.
Un lugar con magia, los alrededores son preciosos. El restaurante una maravilla, muy, muy buena calidad, la atención de 10. Visto desde fuera no llama espacialmente la atención, pero es entrar en el patio interior y sorprenderte gratamente. Volveremos sin duda alguna.
Muy caro (30€ menú) para el género que ponen, éramos una mesa de 8 (240€) y nos pusieron una botella de vino joven abierta (seguramente rellenada). Creo que ese detalle lo dice todo, la categoría de un restaurante hay que demostrarla no solo cobrarla.
La atencion del personal fue de 10. Habitación muy nueva y limpia. El hotel es muy familiar. Te hacen sentir como en casa. Recomendamos comer en el restaurante. El menú tiene buen precio y los platos son muy buenos.
Estuvimos comiendo en el restaurante El Molino de Rasines. Comimos garbanzos con bacalao sopa de pescado y dos revueltos de setas. De segundo albóndigas. 16€ Los garbanzos con bacalao estaban de muerte, tal es así, que un servidor se comió tres platos a rebosar, de lo buenos que estaban!
Mi grata experiencia en este hotel a parte de que las instalaciones estaban en perfecto estado, quiero resaltar en esta reseña el buen trato recibido por el personal, en especial a la mujer que nos recibió, nos llevamos un grato recuerdo gracias al trato recibido, resaltar también que en el restaurante se come muy muy bien. (Menú 15 euros). Tardaron un pelín en atendernos en el restaurante ya que había mucha gente y ya nos habían dicho que tardarían un poco, decidimos tomar una cervecita esperando, y nos invitaron por haber tardado. Detalles que marcan la diferencia! Gracias, sin duda volveríamos.
Lugar muy agradable y tranquilo, con distintas zonas, tanto exterior como interior para comer. La comida impresionante. Abundante y de calidad. Tanto platos de toda la vida, de cuchareo: cocido montañés, alubias.más propios de días fresquitos, como variedad de chacinas y otros platos de la zona: almejas, marmitako, pulpo a la plancha, carnes de calidad y apetitosas ensaladas Lo recomiendo. Cada vez que visito a mi familia de Cantabria hacemos un almuerzo aquí. No en vano ellos son clientes habituales.
Íbamos a la desesperada buscando un sitio donde comer. Y nada mas pasar la camarera me dijo, pareces agotada, trankila hay mesas quieres algo fresco? Atentos, la comida y el precio decentes. El lugar fresco y hay parking a la sombra.
Las habitaciones están muy cuidadas, la estética es rústica y original, muy limpias. El servicio muy bueno, tanto Adrián cómo Patricia (creo recordar q se llama Patricia la chica) muy agradables y atentos. La cocina buena, cenamos una ventresca espectacular y rabas (las raciones son grandes). Lo único que nuestra habitación estaba encima del bar, y había más ruido del que hubiéramos deseado, y estaban de obras (que también incrementaba el ruido)
Todo buenísimo, el sitio precioso y una atención de 10 y los camareros tanto de mesa como de barra encantadores. Relación calidad precio también buena. Volveremos
Great bar/resteraunt. Very pretty inside and out in a lovely location. Friendly staff, great food and very reasonable prices. Will definitely use again.
Comida vulgar, para ser un menu, faltaban cosas del menu siendo una hora aun temprana, servicio notable y precio, relacion calidad y cantidad algo excesivo, postre decente
La comida es excelente, todo es de calidad y el local es muy agradable, pero han cambiado el personal o la atención al cliente, porque este año nos han atendido fatal la verdad. La camarera no nos hacía caso, se olvidaba de comandas, no era agradable. Una pena, porque antes el servicio era de 10
Hoy hemos tenido una comida de compañeras de trabajo.el sitio muy bonito, con espacio suficiente entre mesas. La comida de 10 delicioso todo, y la atención del camarero de 10 también. Volveremos
Nos ha gustado la atención de Patricia, de los camareros y el sitio en si! Estuvimos en una triple amplios y muy cómodos por la limpieza y el espacio. Tienen un restaurant y un patio trasero para comer súper chulo! Esperando volver
Me ha gustado mucho el sitio, antiguamente era un molino. La atención del personal muy bien, gente atenta y amable, y la comida muy rica, estaba todo delicioso, la verdad. La única "pega" que pongo es que, bajo mi punto de vista, 20 euros el menú del día en fin de semana me parece un pelín excesivo.
Acogedor y con buena comida. Una pena la lentitud en el servicio, estando lleno el restaurante lo normal sería tener a más de un camarero. Menú del día a 12€.
Lugar con mucho encanto donde puedes tomar carta o menú. El menú del fin de semana y festivos está muy bien por 20€. Lorena la dueña es encantadora. Lo malo e que no aceptan tarjetas de crédito.
La comida muy bien, aunque no hay muchas opciones en la carta. La habitación no es muy grande pero suficiente para un finde. Limpia y agradable, aunque la cama es blanda. El desayuno es a las 9, lo que dificulta organizar la jornada si quiere visitar las cuevas de alrededor
No se puede pagar con tarjeta y cuando la reserva es para 11 personas el problema es mayor, ya que tienes que ir hasta ampuero a un cajero. La parrilla de carne, no está mal pero la carne se enfría rápidamente y al final comes la carne fría
Solo he comido el menú del día entre semana (10€) y ha sido una experiencia gastronómica de primer orden. Comida tradicional de excelente producto y elaboración, junto a un servicio atento y amable en todo momento. Su patio interior invita a continuar la sobremesa en él. Sin duda repetire. Enhorabuena equipo, un gran trabajo.
Mi hijo y yo tomamos dos chuletas decepcionantes. Ni cambiando de cuchillo pudimos con ellas. Carne dura, correosa, como si fuese de una res matada la vispera. Recomendable sooo el pescado.
La comida riquísima! El pisto y los txipirones que me comi. Super ricos, Repetimos fijo! La camarera que nos atendió muy amable también y muy simpática.