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Comimos en la terraza; sitio espectacular.vistas, decoración, ambiente. La comida muy rica, de precios algo elevados, pero en relación al lugar en que está y la atención del personal. Merece la pena darse un capricho. Recomendable.
La comida estaba fenomenal, los precios eran razonables para la calidad que ofrecían y el personal en general era muy atento y simpático. Lo mas importante de todo es que nos dejaron comer con el perro en la terraza
Hemos aparecido de casualidad y sin reserva, nos buscaron un hueco y hemos comido muy a gusto, en cuanto a la relación calidad, cantidad y precio muy recomendable y el lugar es de postal… de 10!
El mayor encanto de este restaurante es la localización, la carta y la calidad de los productos está bien pero se exceden un poco en los precios. El servicio peca un poco de antipático y estirado. Este año ha sido imposible reservar mesa para cenar desde un par de semanas antes, no para de saltar el contestador.
Sentí que la comida no estaba a la altura de los estándares de un restaurante de nivel Michelin. El rabo el toro estaba bueno pero esperaba una salsa más interesante que la barbacoa estándar. La ensaladilla rusa era simplemente patatas con mayonesa. La gran decepción fue el pescado. Tenían 5 tipos diferentes, todos cocinados de la misma manera y acompañados de patatas hervidas.
- Sitio espectacular al atardecer. La puesta de Sol es idílica si la puedes disfrutar desde el ventanal. - Trato fenomenal, en nuestro caso, de un chico llamado Alberto. - Sin embargo, la comida no nos resultó a la altura de lo esperado. Todo estaba bueno; pero habría que mejorar la relación calidad/precio. - Tiran muy bien la cerveza de barril. - Postres caros; pero muy abundantes.
Comida muy buena, pero precios a mi parecer algo inflados. Aparcamiento complicado. Vistas impresionantes, lugar de ensueño, muy buen servicio, aunque deberían de mejorar sus mantelerías, un tanto raidas. Croquetas y atún buenísimos. Postre un tanto caro, teníamos muy altas expectativas que no se cumplieron, aunque estaban buenos.
Lugar inmejorable en Cantabria, con un promenade inicial hasta llegar al restaurante único, acompañado de unas vistas extraordinarias. Fotos:
1. SALPICÓN DE MARISCOS El mejor plato sin duda para todos, bien aliñado, original, con vieiras que se desacían el la boca. Un 10.2. MEJILLÓN TIGRE Recomendado por el jefe de sala no defraudaron, especiales, bien llenos, muy recomendables.
3. TAQUITOS DE RABO DE TORO. Finos de sabor, nada pesados, bien salseados.
4. BONITO. Los pescados son especialidad de la casa, siempre tienen gran variedad fuera de carta, al ser temporda pedimos bonito. No somos amantes de esta especie (casi siempre poco jugosa) pero estaba bien hecho, medio crudo y bien salseado, no se puede hacer mas con el pollo del mar.
5. MERLUZA. No se puede ir al norte sin pedir merluza, no defrauda, blanca, suave, bien acompañada con su col y su patata, una salsa para contrastar. Muy corrrcto.
Sin foto:
6. RABAS. Nos pareció el peor plato que probamos. Son plato típico de la casa, y están bien hechas con una salsa que engancha. Pero no destacan ni por su sabor, ni por su textura, y sobretodo son lo que son y difícil de destacar con respdcto a otros lugares.
Ubicación excelente tanto por el ambiente como vistas, el personal muy amable y profesional, 100% recomendable para familias, sin duda de los mejores sitios de la zona
El 1 de enero, en Año nuevo, escogimos este lugar para comer en familia. Fue un acierto esta decisión: la terraza era amplia, mesas bastante separadas, no demasiada gente, un enclave único y.la comida exquisita. A destacar los pescados, muy sabrosos y estupendamente preparados.
Un acierto en todos los sentidos! Calidad del producto superior en un enclave espectacular. Atención inmejorable, especial mención a Rubén. Visita obligada si estás por comillas o alrededores. Volveremos!
Espléndidas vistas y magnífico ambiente pero esperaba un algo más de su cocina y servicio. Es bueno, pero no tanto como se dice. Local, alrededores y precio se merecen ese "algo más"
Impresionante restaurante en la cima de uno de los acantilados en las proximidades de Comilla. Una cocina impresionante con gran variedad de recetas elaboradas con un cariño especial. El servicio intachable y profesional a la altura de un sitio tan impresionante. Si vas a cenar, no dejes de ir con tiempo para poder dar un paseo por los acantilados de sus proximidades viendo el atardecer, es espectacular.
Sorprendente el sabor de sus platos.bdejaos recomendar por los camareros, nosotros lo hicimos y acertamos. La merluza impresionante. Vistas espectaculares y trato del personal inmejorable.
Mediados de agosto. Es la segunda vez que comemos (mejor decir que nos deleitamos) en este sitio tan singular por su bello emplazamiento y cuidada decoración. La cocina exquisita y el servicio encantador. Pensando em volver!
En mi paso por Santander nos deleitaron con una comida en este restaurante que al parecer no es fácil de conseguir reserva y comprendí por que. A parte que tiene estrella Michelin. Esta situado en un paraje de ensueño. Cerca de un acantilado con vistas al mar. Un deleite visual sin duda y que decir del servicio fue óptimo en amabilidad y la comida de 10. Obvio que no es barato. Pero no es disparatado.
Excelente para disfrutar de un buen pescado en todo su explendor como materia prima. Entrantes bien elaborados que se disfrutan con sumo gusto. Buena vinoteca. Y ubicado en un sitio espectacular al pie de la Ermita de El Remedio que da nombre al local y con vistas al mar. Tiene terraza para poder disfrutar los días que el tiempo lo permite.
Ideal para ir en pareja, el local interior tiene unas vistas increíbles, y la cocina fantástica. Hemos cómodo rabas y pulpo de entrantes y una merluza que se deshacía en la boca. Los postres también muy ricos, y el servicio de 10
Esta bien. Buen servicio buena elaboración y buenas vistas Pero un poco subido de precio, que lo limita para celebraciones especiales. Con todo y tal como se ha puesto la cosa sigue siendo de los mejores de la zona.
Restaurante en un enclave precioso. Importante llegar con luz para ver el paisaje. Respecto a la carta y al servicio…. Hay opiniones encontradas. En lo que sí hay acuerdo es que es muy caro.
La mejor ventresca de atún (fuera de carta) que recuerdo haber comido! Los camareros encantadores, servicio de 10. Un jardín muy agradable con buenas vistas.
Para cenar está bueno. Para querer organizar cualquier evento no lo recomiendo. Fuimos desde madrid, habiendo llamado antes para informarnos, y nos dicen que hasta dentro de 4 meses no podían darnos ninguna información. Profesionalidad cero.
Nos ha decepcionado bastante. Nos han sentado a la intemperie, una mesa de 70x50, sillas de jardín plegables, servilletas de papel, pan de poca calidad, no sirven ningún aperitivo mientras esperas la comida, para aparcar es horrible, no está señalizado el restaurante.y para colmo ha empezado a chispear durante el postre. La calidad del producto buena pero nada mejor que muchos restaurantes cántabros. Bastante caro. Vistas impresionantes
Excelente restaurante en una ubicación preciosa. Pedimos fritos de rabo de toro, flan de morcilla, rabas y croquetas, todo muy bueno a destacar el rabo de toro y la morcilla. De segundo pedimos pescado para compartir, que aunque son platos individuales son raciones generosas, una merluza, una lubina y un bonito a la plancha que viene acompañado con unas cebolletas y piparras. De poste tarta de avellana y una botella de godello que nos recomendaron (Zarzal) muy rico. Sitio súper recomendable y además muy bien atendidos.
Ayer 13 de agosto por la tarde, fui con una amiga a tomar algo, en este sitio que tanto me habían recomendado. La decepción fue enorme, no tanto por el sitio (que es espectacular), como por un camarero energúmeno, que nos dejó sin poder consumir nada, durante 1 hora, y que además nos faltó al respeto, dirigiéndose a nosotras en un tono irónico y despectivo. En fin una pena porque tanto el sitio como el resto de camareros fueron todo lo contrario al de este personaje. Ojo, cuidado, que no os toque este elemento.
Después de varias recomendaciones, nos hemos decantado por comer en "El Remedio", un acierto total. En estos tiempos tan difíciles y de tanto tránsito de gente por Cantabria, es difícil encontrar un lugar que tenga un protocolo antiCovid de 10. En cuanto a la comida, hemos probado 10 platos y cada cual mejor, esto se merece otro 10. Un servicio de camareros TOP, atentos, agradables, simpáticos y sobre todo profesionales. No se puede pedir más, buena comida, buen servicio, vistas al mar.un lugar increíble para pasar una buena velada. No me gusta repetirme y jamás he valorado a un restaurante con un 10 pero "El Remedio" lo merece.
Como cúlmen de nuestras vacaciones, he de felicitar a todo el equipo de El Remedio, pero en especial a Sara, quién nos atendió inmejorablemente y que ojalá contemos con ella en nuestra próxima visita a Cantabria, tierruca querida, q espero sea muy pronto. Muchas gracias Sara y al equipo de El Remedio por darnos una noche tan especial.
Restaurante en una localización increíble, en la zona de Ruiloba en un pequeño cerro con vistas a la ría y pegado a una pequeña iglesia. Lugar perfecto para un aperitivo y para comer, tienen carpa en el jardín para los días de lluvia.
Muy buena cocina, sitio precioso y pese a la cantidad de clientes que estábamos comiendo en ese momento, todo salió a tiempo y perfectamente cocinado. Muy majos todos.
Sitio espectacular para disfrutar de una comida acompañado de un entorno inigualable, cercano a comillas El Remedio se encuentra en un alto donde desde su comedor se puede comer disfrutando de las vistas al Cantábrico. Dispone de una terraza con muchísimo encanto donde también puedes comer, tomar el aperitivo o un café.
Un lugar impresionante con una atención al cliente inmejorable. Los platos son exquisitos y tienen una amplia variedad, también una carta de vinos muy amplia. El local limpio, precioso y donde se respira una paz increíble. Seguro que volveré.
Es un sitio fantástico, no solo por sus vistas espectaculares al mar. La comida es muy creativa con tonalidad tradicional, exquisita. Atención rápida. Buena carta de vinos y trato profesional.
Excelente trato, servicio, comida y lugar. Veníamos con dos niños y han tenido todo previsto para sus necesidades. Volveremos y recomendaremos. Gracias!
Para celebrar el día de la madre decidimos ir a este bonito restaurante en el que tantas veces hemos comido de forma excepcional. En esta ocasión he de decir que el trato recibido ha sido pésimo. La cocina se ha visto claramente desbordada por la cantidad de comensales. No me parece de recibo esperar más de media hora entre raciones de picoteo. Eramos cuatro y desde que ha salido el primer plato principal de uno de nosotros hasta que ha salido el último han pasado más de 45 min! Lo mismo ha sucedido con los postres. Todo esto sumado al frío que hacia en la calle ha hecho de esta comida una experiencia para no volver a repetir. Un restaurante de este calibre no debería permitirse reservar más mesas que las que puede atender ya que pagar lo que hemos pagado frente al servicio recibido no es lógico.
Un lugar con un encanto especial y unas vistas exquisitas, al igual que su cocina. El producto de buena calidad. Cocina exquisita. Personal simpático. Genial.
Comida excelente, pescado muy fresco, rabas, callos, ensalada de espinaca con queso ahumado riquísima, etc. Trato exquisito en la atención por parte de Nakia, Rubén, Irene y Fran. El entorno y las vistas de los acantilados son espectaculares. Muy recomendable, volveremos seguro
El restaurante está emplazado junto a la Ermita de los Remedios y a su vez un lugar de pic-nic con un acantilado y unas vistas al mar espectaculares. En el restaurante optamos por un menú degustación con 5 platos y dos postres. El menú resultó MUY completo con platos deliciosos, frescos y muy bien elaborados. Las proporciones eran muy buenas y quedamos sumamente satisfechos. El personal era muy amable y sus recomendaciones del todo acertadas.
Este sitio es espectacularmente llamativo nada más verlo pero una vez estas sentado y te atienden sus camareros muy profesionalmente, te adentras en un sin fin de sabores difíciles de reinventar. Una comida sabrosa y exquisita, su plantilla de 10 y que decir de la cocina y su dueño Samuel. Todo un espectáculo.
Ubicado en un lugar privilegiado con vistas al mar. Tiene un bonito porche semicubierto muy agradable. Trabajan con buenos productos en su carta. Muy recomendable!
Sitio muy acogedor y con un entorno inigualable. Pena que nos pusieron en una mesa lejos de la ventana, a pesar de tener alguna vacia. La calidad y el servicio, impecable.
Sin duda alguna uno de los mejores restaurantes de Cantabria y me atrevería a decir que de la cornisa Cantábrica. Los platos maravillosamente elaborados por su magnifico Chef, están preparados con mucho amor y con una materia prima de primera. Se nota y la verdad es que se disfruta de ello como en ningún otro lugar de Cantabria. El entorno no puede ser más bonito e invita a pasear por los alrededores después de la deliciosa comida. El arroz con leche que tomé de postre, hecho a la manera tradicional por la madre del chef y dueño del restaurante, estaba delicioso. Era cremoso y la cocción del arroz justo en sí punto. Estaba de diez. Recomiendo este lugar sin lugar a dudas y su aconsejaría llamar para reservar porque siempre está lleno. Enhorabuena a Samuel, por su magnífico restaurante y por la formidable comida que da a sus clentes que siempre salen satisfechos.