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Buscábamos un alojamiento para ver Santander sin estar en el casco urbano y acertamos. No es un sitio que destaque por sus instalaciones o el lujo pero desde que llegas te sientes como en casa.
Su dueña es todo amabilidad y simpatía, hace todo lo posible para que estés agusto. Y lo mejor es el ambiente que hay en la casa propiciado por algunos huéspedes de larga duración que te acogen de manera maravillosa.
Acogedor, abierto, independiente, no es un hotel, no es un albergue, más bien un apartamento compartido temporal, cerca de la ciudad y en plena naturaleza, habitaciones con vistas al mar.
Por el precio no está mal. Es una casa en un barrio de Santander relativamente cerca del centro. La habitación sencilla, tiene una ducha u un lavabo integrados en la habitación y WC a parte. TV conectada a internet y un microondas. El WiFi iba regular. La atención escasa, solo vi a un chico que me enseñó la habitación y ya no vi a nadie más. La habitación olía un poco a desagüe, pero ventilando un poco se soluciona. Echaría en falta un ambientador y sábanas de algodón en vez de sintéticas. Un sitio para ir a dormir y ya está, por el precio tampoco se puede pedir más. 170€ 3 noches en la segunda quincena de julio.
Great place to stay. Very friendly Welcome. Marie doesn't speak English but Stefano can speak ready Good English. We stayed here on way to our ferry. 5 min drive to city. It was a tradional spanish with great views
Esperienza unica in questa casa. La proprietaria Marivi è disponibile e gentile. L'accoglienza è molto calorosa e ti mettono a tuo agio facendoti sentire membro della famiglia. Oramai è diventata una seconda casa per me.
Nada recomendable. Limpieza pésima (secador con polvo, interruptores sucios, TV, telarañas, suelo con pelos, cristales y paredes llenas de sangre de mosquitos aplastados…) nada desinfectado frente al COVID. Las toallas no las cambian ni hacen la habitación durante la estancia. (y eso que aceptan perros y la limpieza debe ser mayor) Desayuno compartidos; mantequillas abiertas, tarros abiertos… sin saber ni cómo se han utilizado y el tiempo que llevan abierto teniendo en cuenta la normativa actual. El personal no hace uso de mascarilla ni e. La preparación del desayuno. Durante los 3 días no había hidrogel.
Para mi se ha vuelto como una segunda casa. Maria Victoria es súper disponible y como una madre para todos los huéspedes. Habitaciones en excelente estado, espaciosas, ordenadas y limpias. El ambiente es de lo mejor y la gente que cruza esta hermosa vivienda aún mas.